lunes, 1 de febrero de 2016

Lo que dijo la prensa irlandesa sobre de la inauguración del Insituto Cervantes de Dublín en 1995



 Lo que dijo la prensa irlandesa sobre de la inauguración del Insituto Cervantes de Dublín en 1995

Inauguración del Instituto Cervantes de Dublín en 1995                                                                                       Su Su fundador no fue invitado.
Cuando la ingratitud se une a la injustia
Lo que dijo la prensa irlandesa y no la española

El 7 de febrero de 1995, Mary Robinson, Presidenta de Irlanda y Javier Solana Madariaga, Ministro español de Asuntos Exteriores,  inauguraron el Instituto Cervantes de Dublín que ya  había sido inaugurado  el 11 de febrero de 1974, con el nombre de Instituto Cultural Español por Mr.Richard Burke, Ministro de Educación de Irlanda y Jose Luís Messía, director general de Relaciones Culturales del Ministerio español de Asuntos Exteriores.


TRADUCCIÓN DEL ARTÍCULO PUBLICADO POR EL DIARIO THE IRISH TIMES DE DUBLÍN, 20 DE FEBRERO DE 1995

DIARIO DE UN HOMBRE IRLANDÉS
COLUMNA - AN IRISHMAN´S DIARY

CUALQUIERA que haya asistido a la inauguración del Instituto Cervantes de Dublín, el elegante instituto cultural de Ballsbridge, a principios del  presente mes, se le podría perdonar si piensa que se trataba de un invención relativamente nueva.

    El comunicado de prensa del acto de inauguración que realizó el Ministro español de Asuntos Exteriores, el Sr.D.Javier Solana Madariaga, seguido por una reunión de poetas españoles e irlandeses, en presencia de la Presidenta de Irlanda, Sra. Robinson, solamente decía que la fundación del Instituto Cervantes es en 1991.

    De hecho, durante los últimos 23 años ha existido en Dublín un Instituto Cultural Español. El mayor crédito por su fundación y por su funcionamiento se debe a un hombre que no estaba presente el pasado martes. Su nombre ni siquiera fue mencionado entre los numerosos reconocimientos que, a todos sin excepción, se hicieron.


    Si retrocedemos a 1970, Antonio Sierra, un joven español, lector de español de la universidad Trinity College de Dublín, , guiado casi exclusivamente por su propia iniciativa, creó un pequeño centro en Dublín con el fin de promover las relaciones culturales y educativas entre España e Irlanda. Solicitó ayuda al  Gobierno Español para convertir el centro en un instituto cultural como los que ya existían de otros paises en la capital: el  alemán, francés e italiano. En 1972, el pequeño Instituto Cultural Español inició sus actividades.

AMBICIÓN REALIZADA

     Tras  cuatro años de difíciles gestiones, tanto en España como en Irlanda, su fundador consiguió ver realidad su proyecto. En febrero de 1974, el entonces Ministro de Educación de Irlanda, Mr. Dick Burke, inauguró el Instituto Cultural Español en la calle Northumberland, número 58, de Dublín, dónde ahora está el Instituto Cervantes.

     Al mes siguiente, el nuevo instituto ya ocupó las portadas de la prensa irlandesa . Se debió a la colocación de un artefacto explosivo en la puerta principal del instituto, por un grupo desconocido hasta entonces, en señal de protesta por las ejecuciones de dos anarquistas durante el régimes de Franco. La  la esposa y bebé del Sr. Sierra estaban en el edificio y resultaron ilesos. NOTA:  El director, Sr.Sierra, se encontraba asistiendo en Cork al Congreso anual de alumnos de todos los departamentos universitarios de Estudios Hispánicos de toda Irlanda

     Durenta finales de los 70 y 80 el instituto creció rápidamente, ofreciendo un amplio programa de actividades: cursos de español, conferencias, recitales de poesía, exposiciones y semanas de cine español. Asímismo, tenía una biblioteca con más de 3000 libros a disposición del público en general y mostraba un resumen audiovisual quincenal de la prensa española.

      El Instituto jugó un importante papel en la información al pueblo irlandés acerca de los rápidos cambios  de la situación en España  que se transformó de forma pacífica desde un raro régimen moderno dictatorial en un miembro completamente democrático de la Unión Européa. La pertenencia del Sr. Sierra al PSOE le facilitó tener contactos importantes así como tener acceso a las nuevas fuerzas democráticas que comenzaron a tomar el poder del moribundo Régimen de Franco.

      La mayor de las ironías es que cuando el gobierno socialista de Felipe González decidió, a principios de 1992, replantearse la organización de los cerca de 40 centros culturales que tenía España en el mundo. Las normas del Instituto Cervantes, fundado en 1991, establecían que, de ahora en adelante, los directores de los centros culturales podrían ocupar el cargo de director durante un máximo periodo de cinco años en el mismo país.

      Sin embargo, cuando informaron de las nuevas normas, el Sr.Sierra se negó a ser enviado a otro país, alegando que el Instituto de Dublín era una excepción debido al hecho que había sido creado por su iniciativa. También añadió que llevaba viviendo en Irlanda casi un cuarto de siglo y lo consideraba su hogar. Los citados argumentos apenas hicieron mella en los burócratas culturales en  España. 

      Finalmente aceptó cesar como director y ocupar el cargo de gestor cultural del Instituto bajo la dirección de Javier Odriozola ,  el nuevo director enviado desde Madrid. Cuando Javier Odriozola, llegó a mediado de 1993, comenzó una comprensible difícil relación laboral entre los dos. Al  Sr. Sierra, persona independiente y orgullosa, natural de un área montañosa entre Ávila y Salamanca le resultó difícil adaptarse a un segundo puesto en una organización que el mismo había concebido, creado y dirigido durante mas de dos décadas.

     El 11 del pasado mes de noviembre, el director de la Sede Central del Instituto Cervantes en Alcalá de Henares, Madrid, Nicolás Sánchez- Albornoz, envío una carta de despido al Sr.Sierra. Las circunstancias en las que el despido tuvo lugar son objeto de una acción legar que el Sr.Sierra ha iniciado en España.

     Escribo este diario con tristeza. Primero aprendí a hablar y leer español en la calle Northumberland a mediados de los setenta. El primer artículo importante que escribí para este periódico fue un balance y crónica de la Primera Semana de Cine Español que tuvo lugar en Dublín en 1974, que dió a conocer a los irlandeses aficionados al cine  las películas, hasta entonces desconocidas, de Victor de Erice y Carlos Saura.

     El conocimiento del idioma español me permitió dedicar los últimos años de los setenta a trabajar como periodista en Méjico, Centroamérica y Sudamérica. Durante ese tiempo cubrí e informé de la Revolución Sandinista en Nicaragua. la guerra civil en El Salvador y sucesos en media docena de paises latinoamericanos que eran el centro de ahora luchas internas de bandos pero que,  en aquel entonces,  se consideraban como los causantes de las remodelación de un nuevo y mas apropiado orden en el mundo.

MUNDO MÁGICO

     Ante mí se abrió el extraño, mágico y kaleidoscópico mundo de la historia latinoamericana así como su literatura, música y cultura tradicional indoeuropea mestiza. Todavía hoy, mi novelista preferido sigue siendo el peruano Mario Vargas Llosa; mi poeta favorito es el gran chileno Pablo Neruda; mi artista es el  muralista mejicano Diego Rivera y entre los músicos se encuentran las composiciones de Carlos Mejía Godoy y las baladas del cubano Pablo Milanés. 

     Todas estas extraordinarias puertas de "Alicia en el País de las Maravillas" se abrieron para mí en la calle Northumberland Road hace mas de la mitad de mi vida. Debo a Antonio Sierra mi agradecimiento por darme una de las llaves que me ayudaron a descubir - literalmente- el "Nuevo Mundo" de la América hispanohablante.

ANDY POLLAK
THE IRISH TIMES, 13, D´Olier Street, Dublin 2, Irlanda
Monday, February 20, 1995

NOTA:
José Antonio Sierra no aceptó el traslado a otro país por tener un contrato laboral indefinido para ocupar un cargo en el Instituto Cultural Español/Cervantes de Dublín, motivo por el que cesó como director y continuó como Gestor Cultural del Instituto.

Asímismo, después de su despido como Gestor Cultural del Instituto, continuó ocupando el cargo de Agregado Cultural Honorario de la Embajada de España en Dublín hasta el 15 de junio de 2015. 

El 22 de noviembre de 1994, Don Javier Odriozola Lino, director del Instituto Cervantes de Dublín, le entregó una carta de despido disciplinario firmada por Don Nicolás Sánchez-Albornoz, director de la Sede Central del Instituto Cervantes en Alcalá de Henares, Madrid. 

El Comité de Empresa del Instituto Cervantes condenó el despido.

Tanto el Juzgado de lo Social Nº27 de Madrid, Exp.: 921/94, Sentencia nº201, fecha 5 de abril de 1995, como la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Reg.Geral N.º 4.985/95/T// Sección Segunda de 20 de enero de 1997,  Sección Segunda, declararon el despido improcedente y condenaron al Instituto Cervantes a optar por la readmisión o la indemnización. 

La sentencia del Juzgado de lo Social dice:  "En tres apartados distintos se imputan al actor una serie de hechos cuya veracidad en contra de lo que establece el artículo 105.1 de la L.P.L. en relación con el artículo 1.214 del Código Civil, no se han acreditado ni podrían aunque su realidad hubiera constatado motivar la sanción con la gravedad que se decide". 

El Instituto Cervantes optó por la indemnización y la no readmisión. El deseo de José Antonio Sierra hubiese sido recurrir al Tribunal Supremo así como al Tribunal Constitucional. No lo hizo por motivos de salud y edad.


Espero que algún día reciba  una carta de reconocimiento del Instituto Cervantes por haber sido uno de los promotores de su fundación, así como por haber dedicado 50 años de mi vida en España, Francia, Reino Unido e Irlanda a la difusión y enseñanza  de todas las lenguas de España: castellano, catalán/valenciano, gallego y euskera.

       
ARTÍCULO DEL DIARIO THE IRISH TIMES DE DUBLÍN, IRLANDA

AN IRISHMAN´S DIARY

ANYONE who was at the launch of the Instituto Cervantes of Dublín, Spain´s elegant cultural institute in Ballsbridge, earlier this month, could have been forgiven for thinking that it was a relatively recent invention. The press realise for the launch, which was carried out by Spanish Foreign Minister Mr Javier Solana Madariaga and followed a gathering of Irish and Spanish poets in the presence of President, Mrs Robinson, mentioned only that the Institute Cervantes organisation was set up 1991.

    In fact, there has been a Spanish cultural institute in Dublin for the past 23 years. Most of the credit for founding and running it is due to a man who was not present last Tuesday and was not even mentioned in the many tributes paid to all and sundry at the launch.

    Back in 1970 a young Spanish lecturer at Trinity College, Antonio Sierra, acting almost completely on his own initiative, started a small centre in Dublin for the promotion of cultural and educational relations between Ireland and Spain. He planned to seek Spanish government assistance to turn this centre into a proper cultural institute comparable to the already existing French, German and Italian institutes in the city. In 1972, his fledgling institute started its activities.

AMBITION REALISED

    After four years of hard lobbying, in both Spain and Ireland, he realised his ambition. In February 1974 the then Minister for Education, Dick Burke, opened the Instituto Cultural Espanol at 58 Northumberland Road, the premises now occupied by the Instituto Cervantes.

    The following month the new institute was the headlines when a previously unknown group exploded a petrol bomb on its front doorstep in protest against the execution by the Franco regime of two anarchists convicted of killing policemen. Mr Sierra´s wife and baby son were in the building at the time but were uninjured.

    Through the late 1970s and 1980s the institute grew rapidly, organising the usual huge range of language courses at every level; putting on lectures, poetry readings, exhibitions and film weeks; offering a 3,000-volume library and a fortnightly video compilation of Spanish newspapers.

    It played a large part in informing Irish people about the rapidly changing situation as Spain was transformed peacefully from one of Western Europe´s rare modern dictatorships into a fully democratic member of the EU. Mr Sierra´s membership of the Spanish Socialist Party gave him invaluable contacts and insights into the new democratic forces taking over from Franco´s dying regime.

    The supreme irony is that Mr Sierra´s days with the centre were numbered when the socialist government of Felipe Gonzalez decided in the early 1990s to overhaul its nearly 40 cultural centres around the world. The rules of the Instituto Cervantes, set up in 1991, were that henceforth the directors of the newly reformed cultural institutes would only be able to serve a maximum of five years in any one country.

    However, when this was put to Mr Sierra, he declined to move, pointing out that the Dublin institute was rather unusual in that he had started it largely on his own initiative, and had lived nearly a quarter of a century in Ireland, which was now very much his home. It was an argument which carried little weight with the cultural bureaucrats back in Spain.

    In the end, he was asked to step down as director and take the job of head of cultural affairs under a new director sent from Madrid. When the new director, Javier Odriozola , arrived in mid-1993, there was an understably uneasy relationship between the two men. Mr Sierra is a proud and independent man from the hill country between Avila and Salamanca, and found it difficult to play second fiddle in an organisation he had conceived, set up and run for more than two decades.

    On November 11th last, Mr Sierra was sent a letter of dismissal from the overall director of the Instituto Cervantes, Nicolas Sanchez-Albornoz. The circumstances of that dismissal are now the subject of a legal action being taken by Mr Sierra in Spain.

I WRITE THIS DIARY WITH SAD SADNESS

    I write this diary with some sadness. I first learned how to speak and read Spanish in Northumberland Road in the mid-1970s. My first significant article for this newspaper was a review of the first-ever Spanish film festival in Dublin in 1974, which revealed the until then virtually unknown work of masters like Victor Erice and Carlos Saura to an Irish audience.

    My new knowledge of the language enabled me to spend the late 1970s working as a journalist in Mexico, Central and
South America, covering the Sandinista revolution in Nicaragua, the civil war in El Salvador and events in half a dozen other Latin American countries which were then the centre of now often forgotten struggles which many poeple then believed might come to shape the begginning of a new and more just world order.

MAGICAL WORLD

    The strange, magical and kaleidoscopic world of Latin American history, literature, music and mestizo Indo-European folk culture opened up to me. My favourite novelist is still the Peruvian, Mario Vargas Llosa; my favourite poet the great
Chilean, Pablo Neruda; my favourite artist the Mexican muralist, Diego Rivera; among my favourite music are the arrangements of the Nicaraguan, Carlos Mejias Godoy, and the ballads of the Cuban, Pablo Milanes.

    All those extraordinary "Alice in Wonderland"-type doors started opening for me at 58 Northumberland Road half a lifetime ago. I owe Antonio Sierra some thanks for providing one of the keys to help me discover - literally - the "new world" of Spanish-speaking America

ANDY POLLAK
Fuente:
THE IRISH TIMES     13, DOLIER STRET, DUBLIN 2, MONDAY, FEBRUARY 20, 1995

No hay comentarios:

Publicar un comentario