ARTUR
MAS
El 'bozal'
de esclavos de la familia de Artur Mas
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ELENA PITA
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· 26 sep. 2017 15:56
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El
tatarabuelo esclavista de Artur Mas.
La
historia, hasta ahora desconocida, de cómo el tatarabuelo marino del ex
'president' y otros parientes se hicieron ricos traficando con africanos y
saltándose la ley que abolió la esclavitud. Y también el tío Pere, y el primo
Gaspar... La participación en la trata ilegal fue una vía rápida de ascenso
económico y social en la Cataluña del XIX. ¿Es de un barco negrero el timón que
colgó Mas en la Generalitat?
El
catalanismo ha sido el principal factor de modernidad de la Cataluña
contemporánea (sic). Pese a los fuertes golpes de viento y de mar que han hecho
escorar y embarrancar el barco de nuestra historia (...) Ahora nos toca a
nosotros comenzar una nueva singladura». Palabras del ex president Artur Mas
en su investidura allá por diciembre de 2010. Y ¿de dónde le venía al
president, gran timonel del casino donde ha quedado instalada la sociedad
catalana, aquel lenguaje marinero y de tan florida metáfora? Pues según acaban
de publicar un grupo de reconocidos historiadores y estudiosos catalanes,
resulta ser herencia de un tatarabuelo y al menos otros dos antepasados
directos, marinos mercantes y condenados todos ellos por el tráfico ilegal de
esclavos negros entre África y América, después de ser prohibida la trata
en un acuerdo internacional signado por el Estado español en 1820, lo que
incrementó el negocio en un exponencial 200%, según estudio del profesor Martín
Rodrigo y Alharilla (Universidad Pompeu Fabra), coautor y coeditor de
Negreros y esclavos: Barcelona y la esclavitud atlántica (publicado por la
editorial Icaria).
También
quiso el entonces recién elegido president colgar de las paredes de su
despacho el timón de un velero con leyenda grabada: «Cabeza fría, corazón
caliente, puño firme, pies a tierra».
El
timón había pertenecido, al parecer y según él mismo dijo, al velero
Sebastiana, pero bien pudiera haber sido el de los faluchos Pepito o Si, o el
de la goleta Matilde, de la balandra Columbia o tal vez de la corbeta María, todos
ellos buques negreros capitaneados por marinos de una misma familia de
Vilassar de Mar, Barcelona: la familia Mas, estirpe de marinos hoy
encallados en tierra.
Con
fecha exacta del 4 de marzo de 1845 fue capturado por la Armada Británica el
falucho Pepito, comandado el mercante por el capitán Joan Mas Roig, alias El
Xicarró, tatarabuelo del president Artur Mas, quien, según consta en
registros, había logrado vender en Brasil un total de 825 esclavos de raza
negra capturados y comprados en las llamadas factorías de la costa atlántica
africana, especie de granjas humanas a donde iban a parar los frutos de las
cacerías para buen abastecer de los transportes de bozal; tal era el nombre que
se daba a los seres humanos apresados como animales para ser vendidos en el
Nuevo Mundo como arma de trabajo.
Desobedeciendo
al tratado abolicionista internacional, Pepito, el falucho de los Mas
fue apresado por la armada británica en las costas de Sierra Leona llevando
aquel día a bordo un cargamento de 312 esclavos.
Su hermano Pere Mas Roig, alias 'el Pigat'
el más precoz y avezado de la familia en el negocio, entró en él con 15 años y
le dedicó unos 25. Hubo más familiares en la trata.
Pero
no terminan aquí las andanzas de los antepasados negreros del ex president.
Según dan cuento los estudios que ahora ven la luz, no fue el tatarabuelo
Xicarró, sino su hermano Pere Mas, alias El Pigat, el más precoz y avezado
de la familia negrera. Se inició en la trata ilegal a los 18 años y se
dedicó otros 25 al lucrativo negocio. Fue apresado, que se sepa y pueda
demostrarse, en el 1837 con 259 esclavos a bordo, procedentes de Angola, y unos
11 años después, en las costas al este de La Habana con un cargamento de 150
africanos hacinados en las bodegas de la balandra Columbia.
Astuto
el Pigat (el Pecoso), logró esconderse en la capital cubana desde donde embarcó
clandestinamente hacia Nueva York junto a uno de los más celebres negreros de
la historia mundial de la esclavitud, Julián Zulueta, que logró en vida
superar la tasa de los cerca de 40.000 esclavos introducidos en Américas
por barcos de armadura catalana, según el historiador Josep M. Fradera.
Un primo en el barco del 'Sí'
Pero
no termina aquí la saga negrera de los Mas. Sobresale en los anales históricos
de la villa marinera de Vilassar de Mar, la notable existencia de un primo
carnal de Joan y Pere Mas Roig, el prohombre Gaspar Roig Llenas, detenido al
mando del Si, en junio del 1839 con 360 esclavos abordo después de haber
intentado burlar a la Armada Británica en las costas de Liberia, donde al
abrigo de complicados estuarios florecían las granjas de esclavos, como ésta
donde se abasteció el capitán vilassarenc, la de Gallinas. Destacable la pericia
de este último capitán porque, de vuelta a la patria, fue quien consiguió un
futuro, no menos lucrativo, para la saga Mas.
56 embarcaciones, 8.351 esclavos
Se
preguntan los estudiosos de esta encubierta etapa negrera del colonialismo
catalán en América (entre otros, el profesor Eloy Martín Corrales, coautor del
libro, recuerda en sus páginas «aquellos tiempos en que Jordi Pujol reñía a los
historiadores por investigar este pasado»), cuál fue el destino de las inmensas
fortunas que amasaron los esclavistas. Y demuestran con elocuentes ejemplos
como la participación en la trata ilegal de esclavos fue una vía rápida y
sólida de ascenso económico y social en la Cataluña del siglo XIX.
Algunas
de estas fortunas labradas a base de bozal han dejado huellas indelebles, por
ejemplo en la construcción del Ensanche de Barcelona. Pero no parece ser éste
el caso de la familia Mas. Si bien lo intentó el más acaudalado de los tres
negreros registrados, el primo Gaspar Roig Llenas, cabecilla de los hermanos
Mas Roig en alguna de sus muchas expediciones esclavistas.
Da
cuenta de sus buenas relaciones sociales y financieras su iniciativa de
urbanización del Ensanche barcelonés, no obstante fallida, al frente de su
compañía de metales, intento que derivó en la creación de una naviera de nombre
Vapores Costaneros, donde se supone dio trabajo a las siguientes generaciones.
El rico esclavista se hizo político
Fue
también el primo Gaspar Roig quien primero entró en la arena política,
acérrimo liberalista, y ocupó cargos provinciales en el Partido Progresista (y
valga la paradoja pero así se proclamaba el partido) y suponemos empleó al
bisabuelo del ex president, el marino de la vanagloriada Sebastiana, Artur
Mas Reig, propietario de la casa que a veces aún habita el ex president, en
lo que queda de frente marino en Vilassar.
Un
hombre honrado el bisabuelo o no hay indicios de lo contrario, pero cuya
estirpe volvería a sufrir un salto generacional en la persona de su propio
nieto y padre del ex president; Arturo Mas Bernet, heredero de una industria
textil y metalúrgica dedicada a la fabricación de ascensores, que pasó a la
gloria, entre otros asuntos semiturbios, por la venta del negocio
familiar (Magomo).
Según
los datos registrales declaró apenas una décima parte del dinero recibido en la
transacción, mientras el resto, que superó los dos millones de euros hace 10
años, los ponía a buen recaudo en bancos de Liechtenstein y Suiza. El caso fue
llevado a los tribunales que resolvieron cuando hábilmente había proscrito. Luego
el tataranieto volvió a la arena política, hizo de su corral un distrito y el
resto es ya historia.
Cabría
preguntarse a la vista del discurso de investidura, ¿catalanismo o negocio azul
tirando a negro?