martes, 9 de abril de 2013

Imperialismo


Imperialismo

 

1          ¿Cuál ha sido la ciencia más intervenida por el poder imperial? Sin lugar a dudas la historia.

 

2          Los estudios de las ciencias  humanas y sociales han es­tado embotados en España a causa de la política, dán­dose muchas veces como muestra el valor opuesto de la realidad.

 

3          El orgullo imperial.

 

4          ¿Hay dos cosas más opuestas que la masonería y el im­perialismo? Se parecen tanto como se desparecen y en la vida uno y otro están cerca y a la vez tan lejos de entenderse.

 

5          El imperialismo ha consumido un tiempo alejado de la vida.

 

6          El imperialismo es un sistema político que vive sumi­do en una selva de miedos.

 

7          El Estado español no era castellano y cuanto más lo decía menos lo era.

 

8          El lirismo de nuestra política imperial está metido en nuestra literatura a lo largo y ancho de siglos de exis­tencia que la ha empapado; y si observan los manuales de Historia de España verán cómo ésta ha sido la par­cela más castigada por su influencia, tanto en su método como en su estilo y contenido, y del mismo modo han estado sujetas a este arbitraje las demás ciencias so­ciales en las diferentes ramas del saber, y.. ¡hasta el cine! en medio de su modernidad, no se ha librado de los efectos de este virus, empobrecedor de proyectos.

 

9          Sin la presencia de lo religioso el imperialismo español no hubiera significado gran cosa, y lo religioso, a su vez, sin este protagonismo no se habría movido de la ma­nera que lo hizo.

 

10        La imagen política que el Estado Imperial ha venido transmitiendo respecto de las Dos Castillas es de tal en­vergadura y afecta a una naturaleza cultural tan densa que se necesitará de tiempo para esclarecer una mayo­ría de los gestos políticos cuya distorsión está viciada de origen y cuyo significado no es realmente el que se ofrece a primera vista, porque detrás de las aparien­cias está la realidad.

 

11        «La Farsa de Ávila», protagonizada por un grupo de nobles que se levantaron en Ávila en protesta contra Enrique IV, es una muestra de cómo la geografía caste­llana ha servido, para relanzar gestos políticos, en los que la Castilla gentil apenas nada tenía que ver o en los que ha protagonistas, como en este caso, no era nin­guno castellano. ¿Por qué eligieron hacerlo en Castilla fuera de sus reinos? ¿Por qué Castilla, su suelo y su nombre ha servido tantas veces de señuelo para difun­dir una idea que internamente no le pertenecía?

 

12        Los imperialistas han creído ser los mejores españoles y estaban convencidos que para ser español había que ser como ellos.

 

13        Asimilar León a Castilla o Castilla a León ha sido una de las principales pretensiones de la política imperial.

 

14        El imperialismo es una carencia de perspectiva, con res­pecto a un estado evolutivo.

 

1 5       El usar la lengua y el nombre de Castilla no es razón suficiente para sentirse castellano, renunciando a sen­tirse de su región.

 

16        Un día le preguntaron al célebre Rodríguez Español, cuál había sido el mito más grande de nuestra historia; y sin dudarlo contestó: Castilla.

 

17        El imperialismo político ha estado siempre respaldado de un defensor vehemente: la cultura imperial españo­la, que ha sido copiosa, porque ha tenido en sus ma­nos abundancia de medios económicos.

 

18        La lengua castellana ha servido como vehículo unifica­dor del imperio y el folklore andaluz como imagen estereotipada de la españolidad.

 

19        La idea imperial está dispuesta a dejar o tomar cual­quier nombre que sea digno de ella.

 

2 0       Al imperialismo no le cabe en la cabeza el concepto de libertad.

 

21        El imperio produjo una política imperial, una cultura imperial, un orden imperial, un colonialismo imperial, una sociedad imperial, una mitología imperial y en cier­ta manera una religión imperial.

 

2 2       El imperialismo ha estado lleno de ideas y en ese fin hubo ríos de generosidad y esfuerzos titánicos a unos niveles abrumadores.

 

23        Antes de que apareciera la «Anticastilla» ya existía ésta misma realidad con otro nombre, fuera del territorio castellano.

 

24        En derechos fue el Imperio a por las Españas; prime­ro cayó Castilla y con Castilla fue desgastándose un símbolo real de libertad federativa, extendiéndose las raíces de este pulpo político a los demás pueblos, que en el tiempo de una acción progresiva e inexorable fue debilitándoles en aquello que les pertenecía.

 

25        Está a destiempo de la realidad de los pueblos, el impe­rialismo, pero es una idea que ha sabido imponerse conservar ese privilegio durante dilatados períodos de tiempo, galopando sobre el corcel del poder y por en­cima de todo tipo de miramientos y derechos.

 

26        La pedagogía del miedo ha sido el brazo ejecutivo del imperialismo.

 

27        La masonería y el imperialismo son dos posturas radi­calmente opuestas: los imperiales no aceptan a los ma­sones y los masones no aceptan a los imperiales: tal para cual.

 

28        Cuando el imperio elige hombres castellanos sabe per­fectamente quiénes son y sabe que éstos están dispues­tos a servir la supremacía de los ideales del poder so­bre todo tipo de razones e intereses locales y regionales.

 

29        El imperialismo tiene un foco de irradiación que ocu­pa un espacio geográfico, el cual tiene capacidad para influenciar al resto del territorio.

 

30        Mandar con imperio es hacerlo con imposición o des­potismo, sin tener en cuenta más que las ideas de uno, que tratará de imponerlas a los demás, por todos los medios.

 

31        El principal enemigo del imperio ha sido la libertad y uso su esfuerzo político se ha concentrado en dis­minuirla.

 

32        El miedo que no le cabe dentro al imperialismo, es la libertad.

 

33        La máscara del imperio ha sido Castilla. Tras ella se esconde un mundo político.

 

34        El imperio vivió con tal intensidad si deseo que pudo parecer locura a quienes no fueron de esta línea de ha­cer historia.

 

35        Con la debilidad de Castilla, el imperio hizo su más­cara, una máscara llena de astucia política.

3 6       Castilla ha servido para camuflar el complejo imperial.

 

37        La máscara del imperio se hizo con el nombre de Cas­tilla, con su historia y su cultura y para que ocultara mejor el rostro fue necesario llevar a cabo una manipulación inteligente desde el poder, que no ha tenido dejación en siglos de historia.

 

38        A Castilla la hicieron la cirugía política dotándola de una debilidad interna, la suficiente para que pudiera con­vertirse en máscara, de tal manera que la máscara con el tiempo se hizo a quien la llevaba y el engaño de su confección sirvió para consolidar la mitificación del mito.
 
Isidoro Tejero Cobos .Pensamientos sobre la vida. Segovia 1993