Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional. /EFE
Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional. /EFE
Cada vez que el PSOE se hace con el Gobierno de España se apresura a diseñar una reforma educativa.
 Es algo que los socialistas tienen meridianamente claro: un proyecto ideológico de cambio social y 
político implica modelar las mentes de las nuevas generaciones a través de la educación, es decir,
 la ley y su desarrollo (reales decretos que concretan el contenido de las asignaturas y otros aspectos 
de ordenación del sistema).
El PP no lo ha logrado porque no le dejaron (caso de la Ley Orgánica de Calidad Educativa, 
derogada por Rodríguez Zapatero nada más asumir la presidencia del ejecutivo) o porque no quiso. 
La ‘LOMCE’ de Wert era una minirreforma de la LOE que el Partido Popular no supo o fue
 incapaz de defender con una estrategia comunicativa y social adecuada.
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Pues ya tenemos a las puertas la ‘reforma Celaá’, la nueva ley educativa que está diseñando el Gobierno
 y cuyas líneas maestras definió la ministra en su comparecencia en la Comisión de Educación del 
Congreso el pasado 28 de noviembre.  El texto completo está aquí. Y, no les quepa duda, que detrás 
de palabras ‘talismán’ como “equidad”, “escuela democrática” y “enfoque transversal” hay un proyecto
 de alcance dibujado, entre otros, por Alejandro Tiana, que es de nuevo Secretario de Estado de
 Educación, cargo que ya desempeñó en tiempos de Rodríguez Zapatero, considerado por tanto uno
 de los ‘padres de la LOE’. Servidora de Vds. tuvo ocasión de entrevistarse con Tiana allá por el año
 2007, cuando se anunciaba la polémica y adoctrinadora asignatura Educación para la Ciudadanía,
 de la cual era -por supuesto- un acérrimo defensor.
Si nos atenemos a lo adelantado por la ministra Celaá en su comparecencia parlamentaria, deducimos 
que la carga ideológica de la nueva norma vendrá dada por las “políticas de género”, el “respeto a
 la diversidad afectivo-sexual” (lease adoctrinamiento LGTBI), la marginación académica de la
 asignatura de religión y la implantación de la ‘religión laica socialista’ que denominan 
‘Valores Cívicos y Éticos’. Los planes del Gobierno de Sánchez pasan también por eliminar la
 llamada “demanda social” para la oferta de centros concertados, que lo tendrán más difícil si se
 llega a aprobar esta ley.

Valores Éticos y Cívicos

Me ceñiré al adoctrinamiento de género y a la nueva asignatura ‘Valores Éticos y Cívicos’. De la 
concertada ya se ocupan las patronales educativas -de hecho sólo se ocupan de eso- y de la asignatura
 de religión confío en que los padres que la eligen y los pastores que deben velar por el cumplimiento 
de los Acuerdos Iglesia-Estado la defiendan.
Pues la ‘ley Celaá’ -según su propia explicación- introducirá en Educación Secundaria “la orientación
 educativa y profesional del alumnado con perspectiva inclusiva y no sexista” y ‘Valores Éticos y 
Cívicos’ enseñará contenidos feministas. La nueva materia, por cierto, formará “a las futuras
 generaciones en los pilares esenciales de la ciudadanía del siglo XXI: igualdad, prevención de toda
 violencia, compromiso con la sostenibilidad y otros, valores todos ellos recogidos en la Agenda 2030”.
 La Agenda 2030 es el instrumento establecido por la Organización de Naciones Unidas para sustituir
 a los’ Objetivos del Milenio’ y se puede ver aquí. Estoy deseando conocer el borrador de contenidos
 de ‘Valores ‘Éticos y Cívicos’ para compararlo con el documento de la ONU. Porque también 
dijeron que “Educación para la Ciudadanía enseñaba valores constitucionales” y la famosa materia 
sólo se refería en una ocasión a la Constitución Española.
Porque el mayor obstáculo para la reforma educativa socialista -adoctrinadora, totalitaria, ideológica- es la libertad y el derecho de los padres consagrado en el artículo 27.3 de la Constitución Española
En estas estamos, esperando como agua de mayo conocer el texto del anteproyecto de la reforma
 educativa de Sánchez -que de momento es secreto y sólo está al alcance de unos pocos elegidos-. 
Pero miren por donde, el diario ABC acaba de revelar que el Consejo Escolar del Estado, en su 
informe sobre la la futura ley de educación, ha criticado “la pretensión del Gobierno de 
eliminar de su anteproyecto el reconocimiento de la importancia de los padres en la
educación de los hijos. No enunciar este principio parece pretender anular este papel 
fundamental, sentencia el informe”.
Muy, muy llamativo y significativo el dato aportado por ABC. Porque el mayor obstáculo para 
la reforma educativa socialista -adoctrinadora, totalitaria, ideológica- es la libertad y el derecho de 
los padres consagrado en el artículo 27.3 de la Constitución Española que reza así: “Los poderes 
públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación
 religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.
HazteOir.org lleva meses alertando sobre las intenciones del Gobierno Sánchez para moldear la
 mentes de los niños y jóvenes e invitando a los ciudadanos a escribir al presidente del Gobierno,
 Pedro Sánchez, y a su ministra, Isabel Celaá, para que renuncien a una ley ideológica que atenta
 contra la libertad de enseñanza. El texto del correo electrónico que se propone enviar a ambos
 políticos termina así: “Si lo que pretenden es apropiarse del espíritu y el alma de nuestros hijos,
le digo desde ya que no lo van a conseguir, pues me va a tener enfrente en defensa de mis hijos y
 haré todo lo posible por echarle de la Moncloa en las próximas elecciones”.
Yo ya he firmado esa petición y les invito a que lo hagan Vds. y lo difundan. Pero no será
 suficiente -aunque si es necesario-para frenar esta nueva embestida de Pedro Sánchez. Permanezcan
 muy atentos porque en cuánto se conozca el contenido del anteproyecto que maneja el Gobierno
 lo vamos a radiografiar, diagnosticar  y comunicar.