Michael Yeadon ex vicepresidente de Pfizer: Las vacunas COVID están diseñadas para matar al 90% de la población
Michael Yeadon, ex vicepresidente de Pfizer, ha sido claro: las vacunas COVID están diseñadas para matar al 90% de la población. Estamos luchando contra una conspiración que puede llevarnos a algo más grave incluso que las carnicerías y masacres que se dieron en el siglo XX.
En una amplia entrevista a LifeSiteNews , el Dr. Michael Yeadon, ex vicepresidente de Pfizer, que pasó 32 años en la industria liderando la investigación de nuevos medicamentos y se retiró del gigante farmacéutico con “el puesto de investigación más alto” en su campo, ha afirmado una serie de cosas que a nosotros personalmente no nos sorprenden, pero que seguro que a la inmensa mayoría sí aunque, como veremos que dice al final: “La inmensa mayoría de la población no va a creerme porque es incapaz de asimilar tanta maldad en el ser humano y en los gobiernos”.
Michael Yeadon se califica a sí mismo como alguien aburrido que trabajaba para una gran compañía farmacéutica, Pfizer, escuchaba la Televisión nacional y leía los periódicos de gran tirada. Sin embargo, en este último año dice que se ha dado cuenta de que su gobierno y asesores mienten al pueblo británico, sobre todo en lo que respecta al coronavirus. “Es mentira la transmisión asintomática, que si no tienes síntomas eres una fuente de propagación del virus”, dice para comenzar.
Las empresas farmacéuticas están desarrollando vacunas de “refuerzo” que son innecesarias para las variantes del COVID-19. Se planea fabricar miles de millones de viales. Dado que estas vacunas de “refuerzo” son muy parecidas a las vacunas anteriores que fueron aprobadas y autorizadas para usarse en caso de emergencia, las compañías farmacéuticas no estarán obligadas a realizar ningún estudio clínico, afirma Yeadon.
Esto implica que estas vacunas de “refuerzo” pasarán de la pantalla de un ordenador a ser inyectadas en cientos de millones de personas. A su vez se inyectará algún tipo de secuencia genética del todo injustificada.
¿Y por qué están haciendo esto? El Dr. Michael Yeadon no logra encontrar un motivo benigno. Afirma que el uso de pasaportes de vacunación junto con el reseteo bancario puede llevarnos a un totalitarismo que solo tuvo parangón con los de Stalin, Mao o Hitler. Hablamos de una “despoblación masiva” como único resultado lógico de semejante campaña.
Los eugenistas tienen el poder y han ideado una forma ingeniosa para que te unas a ellos inconscientemente. Recibes algo no especificado (vacuna) que te va a dañar. No es una vacuna porque no la necesitas, y no te va a matar enseguida. Podría ser que produjese una patología normal, y entonces los eugenistas dirán que no hay conexión entre la vacuna y este enfermedad que tienes. Lo ligarán con lo que esté sucediendo en ese momento de modo que tu fallecimiento o el de tus hijos se verá como algo normal.
Y no sirven para alertar a la población ejemplos como Stalin o Hitler. Entonces era más sangriento, más directo. Ahora estamos hablando de algo solapado. No necesitan pegarte un tiro o darte con un bate de béisbol. Ahora simplemente utilizan la biología molecular.
Michael Yeadon dice que eso es lo que él haría si quisiese deshacerse del 90 o 95% de la población mundial. No tiene claro qué sistema utilizarán, si sus efectos se revelarán en meses o en pocos años, lo que tiene claro es que esto sucederá. Y entonces, dice, los culpables afirmarán “Solo cumplíamos órdenes”, frase de sobra conocida por haberla pronunciado, entre otros, Adolf Eichmann en el Juicio de Nuremberg.
El Dr. se muestra pesimista porque dice que cuando cuenta estas cosas en su entorno cercano, solo un 10% lo asimilan. El resto cree que algo tan malvado no puede ser posible. Ven inverosímil que sus propios gobiernos quieran aniquilarlos. Por ello piensa que vamos a perder esta partida, porque la gente no puede digerir algo tan perverso.
Finalmente concluye: “Últimamente he empezado a firmar con ‘Que Dios nos salve’, porque creo que necesitamos a Dios ahora más que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial“.
Nada que añadir a estas palabras. El tiempo dirá quién tenía razón y esperemos que el Dr. Michael Yeadon no la lleve, aunque a los que nos gusta informarnos de verdad sabemos que es altamente probable lo contrario.
Como dice Yeadon: “Que Dios nos salve”.
En una amplia entrevista a LifeSiteNews , el Dr. Michael Yeadon, ex vicepresidente de Pfizer, que pasó 32 años en la industria liderando la investigación de nuevos medicamentos y se retiró del gigante farmacéutico con “el puesto de investigación más alto” en su campo, ha afirmado una serie de cosas que a nosotros personalmente no nos sorprenden, pero que seguro que a la inmensa mayoría sí aunque, como veremos que dice al final: “La inmensa mayoría de la población no va a creerme porque es incapaz de asimilar tanta maldad en el ser humano y en los gobiernos”.
Michael Yeadon se califica a sí mismo como alguien aburrido que trabajaba para una gran compañía farmacéutica, Pfizer, escuchaba la Televisión nacional y leía los periódicos de gran tirada. Sin embargo, en este último año dice que se ha dado cuenta de que su gobierno y asesores mienten al pueblo británico, sobre todo en lo que respecta al coronavirus. “Es mentira la transmisión asintomática, que si no tienes síntomas eres una fuente de propagación del virus”, dice para comenzar.
Las empresas farmacéuticas están desarrollando vacunas de “refuerzo” que son innecesarias para las variantes del COVID-19. Se planea fabricar miles de millones de viales. Dado que estas vacunas de “refuerzo” son muy parecidas a las vacunas anteriores que fueron aprobadas y autorizadas para usarse en caso de emergencia, las compañías farmacéuticas no estarán obligadas a realizar ningún estudio clínico, afirma Yeadon.
Esto implica que estas vacunas de “refuerzo” pasarán de la pantalla de un ordenador a ser inyectadas en cientos de millones de personas. A su vez se inyectará algún tipo de secuencia genética del todo injustificada.
¿Y por qué están haciendo esto? El Dr. Michael Yeadon no logra encontrar un motivo benigno. Afirma que el uso de pasaportes de vacunación junto con el reseteo bancario puede llevarnos a un totalitarismo que solo tuvo parangón con los de Stalin, Mao o Hitler. Hablamos de una “despoblación masiva” como único resultado lógico de semejante campaña.
Los eugenistas tienen el poder y han ideado una forma ingeniosa para que te unas a ellos inconscientemente. Recibes algo no especificado (vacuna) que te va a dañar. No es una vacuna porque no la necesitas, y no te va a matar enseguida. Podría ser que produjese una patología normal, y entonces los eugenistas dirán que no hay conexión entre la vacuna y este enfermedad que tienes. Lo ligarán con lo que esté sucediendo en ese momento de modo que tu fallecimiento o el de tus hijos se verá como algo normal.
Y no sirven para alertar a la población ejemplos como Stalin o Hitler. Entonces era más sangriento, más directo. Ahora estamos hablando de algo solapado. No necesitan pegarte un tiro o darte con un bate de béisbol. Ahora simplemente utilizan la biología molecular.
Michael Yeadon dice que eso es lo que él haría si quisiese deshacerse del 90 o 95% de la población mundial. No tiene claro qué sistema utilizarán, si sus efectos se revelarán en meses o en pocos años, lo que tiene claro es que esto sucederá. Y entonces, dice, los culpables afirmarán “Solo cumplíamos órdenes”, frase de sobra conocida por haberla pronunciado, entre otros, Adolf Eichmann en el Juicio de Nuremberg.
El Dr. se muestra pesimista porque dice que cuando cuenta estas cosas en su entorno cercano, solo un 10% lo asimilan. El resto cree que algo tan malvado no puede ser posible. Ven inverosímil que sus propios gobiernos quieran aniquilarlos. Por ello piensa que vamos a perder esta partida, porque la gente no puede digerir algo tan perverso.
Finalmente concluye: “Últimamente he empezado a firmar con ‘Que Dios nos salve’, porque creo que necesitamos a Dios ahora más que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial“.
Nada que añadir a estas palabras. El tiempo dirá quién tenía razón y esperemos que el Dr. Michael Yeadon no la lleve, aunque a los que nos gusta informarnos de verdad sabemos que es altamente probable lo contrario.
Como dice Yeadon: “Que Dios nos salve”.