jueves, 29 de septiembre de 2011

15-M: Hartos de estafas y de impunidad (ATTAC)


15-M: Hartos de estafas y de impunidad

Jueves, 19 de Mayo de 2011
Por Juan Torres López, Catedrático de Economía de la Universidad de
Sevilla es miembro del Comité científico de ATTAC-España
(www.juantorreslopez.com) y

 Carlos Martínez, Politólogo y ex-
Presidente de ATTAC España (carlosmartinezblay.blogspot.com)

La inmensa mayoría de lo políticos, periodistas y tertulianos no han
querido oír en los últimos tiempos a los jóvenes con tasas de paro del
45%; ni a las miles de personas que reclamaban al Banco de España y
los tribunales que los defiendan de las estafas de los bancos en forma de
contratos de swaps, clips y demás engaños; ni a los cientos de miles de
familias que han perdido la vivienda; ni a las docenas de miles de
pequeños y medianos empresarios que cierran sus empresas porque no
reciben ni un euro de bancos que usan las ayudas públicas para seguir
especulando; ni a los padres y madres de familia que tienen cada vez
más dificultades para llegar a fin de mes mientras los beneficios de las
grandes empresas y bancos se disparan; ni a quienes decíamos que las
medidas que se estaban tomando no eran para resolver la crisis sino
para que quienes la habían provocado salieran de ella con más poder y
más beneficios; ni a quienes empezaban a sentirse indignados porque el
gobierno llamara a La Moncloa para crear empleo a los grandes
directivos de las empresas y bancos que más puestos de trabajo han
destruido en los últimos años.

Han estado haciendo oídos sordos a todo esto. Nunca hablan de que los
bancos matan de hambre a la gente ni explican cómo les engañan y
quitan sus viviendas. Y ahora que la gente reacciona y sale a la calle
harta de todo eso, quieren ser ellos los grandes intérpretes de lo que está
pasando.

Pero se van a equivocar de nuevo.

Lo que está ocurriendo y lo que va a ocurrir en nuestras calles es
bastante más sencillo de lo que parece. La gente ve, la gente lee y la
gente entiende mucho más de lo que le ofrecen los medios propiedad de
los bancos y de las grandes empresas que solo programan bazofia para
que la mayoría de la gente ni vea, ni piense, ni sepa nada inconveniente
para ellos. Cada vez más gente entra internet y habla con otras gentes
para informarse por otras vías y ha empezado a descubrir que Botín,
Miguel Angel Fernández Ordoñez, Francisco González, Rajoy,
Esperanza Aguirre, Zapatero y compañía han montado una estafa
colosal y que ya se ha empezado a cansar de soportarla.
Se han dado cuenta de que sí sabían que se iba a producir una crisis de
gran envergadura pero que la ocultaron para que no se viera la
responsabilidad criminal de quienes la habían provocado, los bancos y
las autoridades de los gobiernos y los bancos centrales que miraban a
otro lado.

Se han dado cuenta de que las multimillonarias ayudas que le dieron a
los bancos con la excusa de que así se iba a reactivar el crédito para que
no se siguiera perdiendo empleo ha sido también mentira porque lo que
han hecho los bancos con ese dinero ha sido emplearlo en especular con
la deuda de los gobiernos y así extorsionarlos mediante el auténtico
terrorismo financiero que practican las agencias de calificación para
exigirles reformas que les den aún más ventajas.

Se han dado cuenta de que la reforma laboral, la de las pensiones, de las
becas y ayudas a la educación, el recorte de salarios y las que vendrán
para modificar la negociación colectiva o para privatizar los servicios
públicos no tienen nada que ver con las causas de la crisis, sino que son
la forma de abrir nuevos negocios para que sigan forrándose los mismos
de siempre.

Y la gente empieza a darse cuenta de que ya no se puede soportar tanto
engaño en nuestra vida política, con cientos de cargos imputados por
corrupción sin que los dirigentes de los partidos les digan nada, con un
bipartidismo favorecido por una ley electoral sencillamente no
democrática, por créditos bancarios que nunca devuelven y por medios
de desinformación propiedad de las grandes fortunas o de empresas y
bancos que solo informan de lo que les conviene. Es decir, miles de
personas se han dado cuenta ya de que no vivimos en una democracia y
que, por tanto, hay que reclamar la Democracia Real cuanto antes.
Eso no es todo, porque también hay algo más.

La gente que está en las calles, la que apoya a la que ya está en la calle
y la que se va a ir sumando a la calle SÍ TIENE ALTERNATIVAS aunque
los políticos convencionales se empeñen en descalificarnos diciendo que
somos antisistema (cuando en realidad es el sistema el que es antinosotros) que solo sabemos protestar y decir que no.

Somos muchos y de sensibilidades variadas pero basta ver los
documentos que han ido circulando llamando a las manifestaciones para
percibir que hay cuestiones comunes y básicas que nos unen a todos
porque, por encima de nuestras diferencias, somos, sobre todo y
simplemente, ciudadanos y ciudadanas que lo que queremos es algo tan
elemental como democracia real y justicia de verdad.

Entre otras demandas que pueden verse en los documentos de
Democracia Real Ya u otras organizaciones que apoyan las
movilizaciones, como ATTAC, queremos que haya una ley electoral que
no sea discriminatoria, que garantice la igualdad de todos las personas
ante los procesos electorales, queremos una jurisdicción que expulse de
la vida política a los corruptos, queremos leyes de medios que garanticen
pluralidad y no la concentración perversa de ahora...
.
Queremos normas que garanticen que los banqueros y las grandes
patronales no puedan extorsionar a los gobiernos ni imponer su voluntad
a los poderes representativos. Queremos que las decisiones económicas
las tomen aquellos que hemos elegido para que las tomen, y no otros
disfrazados de mercados. Y que los mercados estén sometidos a la ética
de la satisfacción social y no a la del lucro sin cese.

Queremos recobrar las empresas que los gobiernos concedieron a bajo
precio a capitales privados y que ahora se llevan nuestro capital y
beneficios a otros lugares despidiendo a nuestros conciudadanos y
prestando servicios mucho peores y más caros.

Queremos una banca pública controlada estrictamente para que
garantice financiación a los pequeños y medianos empresarios y a las
familias.

Queremos medidas de urgencia para que se investigue a los
responsables de la crisis y paguen con dinero y cárcel por sus estafas,
engaños y crímenes económicos en aquí y en los paraísos fiscales.

Queremos una reforma fiscal que acabe con la injusta situación actual
que permite que los más ricos prácticamente no paguen y que hace
recaer la mayor carga impositiva en los asalariados y pequeños y
medianos empresarios de rentas más bajas, arruinando así a las clases
medias y trabajadoras que son el sostén de las democracias.

Queremos que los poderes públicos impidan desde ya que siga habiendo
miles de familias que pierden sus viviendas a manos de las entidades
financieras, que se penalicen las actividades especulativas y que
nuestro patrimonio natural y ambiental se siga destruyendo como hasta
ahora solo para que ganen dinero unos pocos desalmados.
Esto es más o menos lo que quieren estas personas, jóvenes y más
maduras, que han irrumpido en nuestras calles como un tsunami que
durará mucho más de lo que algunos se creen.

No hace falta mucho debate para entender lo que piden, lo que pedimos.
Es bastante elemental:

Que los culpables paguen el daño que han causado, que si antes han
salvado tan generosamente a los ricos, salven ahora a las personas, y
que se garantice que las decisiones que se toman en las instituciones
políticas sean las que hayamos decidido los ciudadanos y ciudadanas
cuando elegimos a nuestros representantes y no, como está sucediendo,
las que imponen los banqueros y grandes propietarios para salvar
solamente sus intereses egoístas.

Eso es todo lo que exigimos. De momento.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Dinero imaginario (Juan Manual de Prada, XLSEMANAL 14 nov 2010)


por Juan Manuel de Prada

D i n e r o      I m a g i n a r i o
A nadie se le escapa que el dinero es, desde sus mismos orígenes, una convención humana. Hubo alguien, allá en la noche remota de los tiempos, que decidió atri­buir a determinados metales (preciosos los llamamos, aunque su precio se lo otorga nuestra imaginación) un valor para el comercio: eligió el oro y la plata, como podría haber elegido los cantos rodados de las playas; o dicho con mayor precisión, eligió el oro y la plata en lugar de los cantos rodados de las playas porque estos últimos eran demasiado fáciles de conseguir y habrían provocado una 'hinchazón' de riqueza imposible de soportar. La disponibilidad escasa de los metales preciosos garantizaba que la riqueza no se desmandara; y, sobre todo, que circulara bajo el control de quienes tenían capacidad para extraerlos de las entrañas de la tierra, que acabaron sien­do los reyes, o aquellos a quienes los reyes concedían licencia para hacerlo.
Hubo un momento de la historia en que el 'dinero real' (que, sin embargo, era una convención humana) se convirtió en `dinero fiduciario'. Las monedas de oro o plata fueron sustituidas por certificados (billetes o pagarés) que aseguraban la existencia de un depósito suficiente de oro o plata que el tenedor podría hacer efectivo, presentando tal certificado en la entidad emisora de la moneda. Era, pues, un dinero más 'irreal' todavía que el `dinero real', pues además de aceptar una convención humana aceptaba que los compromisos asumidos por los huma­nos merecen `fiducia', confianza. Pero seguía siendo todavía un dinero fundado, ya que no en la realidad natural (pues la naturaleza no ha determinado que el oro y la plata tengan más valor que los cantos rodados de las playas), en una realidad convenida: el certificado todavía representaba un derecho exigible por su dueño, a cargo de quien lo emitía.

Este 'dinero fiduciario' fue poco a poco siendo sustituido por lo que, no sin ironía, denominamos 'dinero fíat' (`hágase', en latín), que ya no promete a su portador entrega de oro o plata algu­na, que ya no se apoya en realidad con­venida alguna, sino que es producto de un acto discrecional del gobernante, que `crea' por decreto un dinero que carece de respaldo. Durante algún tiempo, este  'dinero fíat' —los billetes y monedas que todavía hoy manejamos en nues­tras transacciones— llegó a representar, siquiera en parte, un valor convencional que se podía hacer efectivo, puesto que el emisor disponía de reservas de oro y plata suficientes. Pero, a medida que el uso del 'dinero fíat' se fue generalizan­do, dejó de tener equivalencia real algu­na. Hoy, las reservas de oro y plata que obran en manos de los bancos emisores son meramente simbólicas; y el valor que poseen los billetes y monedas que intercambiamos es tan sólo nominal, ni siquiera fundado en la confianza, sino más bien en un engaño que todos admi­timos (por miedo o avaricia), en nuestra dependencia —¿esclavitud?— del gober­nante que lo ha 'creado' por decreto. Aceptamos que esos billetes poseen el valor que en ellos se especifica como los súbditos crédulos de la fábula aceptaban que su rey iba vestido, cuando se pasea­ba en porreta por las calles de la ciudad.
Pero aún la imaginación humana ideó otra forma de dinero aún más separada de la realidad; un dinero que propiamen­te no puede ser designado 'convención', puesto que no existe sino como ficción incorpórea, representada mediante cifras que se pasean como fantasmas por las terminales informáticas. Este 'dinero imaginario' empezó siendo una traduc­ción en dígitos del 'dinero fíat' que cir­culaba en las transacciones comerciales: pero pronto fue engordando, mediante operaciones bursátiles y especulativas, hasta duplicar, triplicar, cuadriplicar (y así hasta el infinito) el 'dinero fíat' exis­tente; a su condición voluble y quimérica suma otro rasgo fatal: cada vez que ese dinero imaginario se hace efectivo (o sea, cuando el especulador quiere 'cobrar' el fruto de su especulación), detrae esa cantidad del 'dinero fíat' circulante, con lo cual lo reduce cada vez más; o bien obliga a los gobiernos a 'crear' más `dinero fíat' por decreto (o sea, a darle a la manivela de estampillar billetes), con lo cual su valor —su poder adquisitivo— cada vez es menor. Se puede mantener la ficción por más o menos tiempo, pero la ficción acaba dándose de morros con la realidad; y cuanto más se trata de mantener la ficción, más morrocotudo es el morrazo: pues la realidad es que ese dinero imaginario que se ha con­vertido en la piedra angular del sistema es —por parafrasear a Góngora— humo, polvo, sombra, nada.



XLSEMANAL 14 DE NOVIEMBRE DE 2010

Decíamos ayer..... (Juan Manuel de Prada,XLSEMANAL 25 -11-2011)

por Juan Manuel de Prada


Decíamos ayer...
He sido a diario el hazmerreír,todo el mundo se burlaba de mí.(Jer zo, 7)
Leed a un hombre de nuestra época el pasaje evangélico de la multiplicación de los panes y los peces y sonreirá con petulancia o descreída displicencia; en cambio, ese mismo hombre estará dispuesto a creer a pies juntillas que sus ahorrillos, entregados a un banco o a un experto en inversiones, se multiplicarán por cien o por mil, hasta convertirse
en una fortuna. [...] Hoy toda esa fantasmagoría se derrumba, todas esas tretas nos revelan sus manejos; y el hombre que, por petulancia o descreída displicencia, dejó de creer que Dios obrase milagros, descubre que los milagros de los sacerdotes plutonianos eran en realidad tramoyas de farsantes. (ABC, 13 de octubre de 2008)
El dinero es, por definición,
un fantasma, un signo que representa las cosas reales, inventado por los hombres para agilizar el comercio. Si ya es discutible que ese fantasma represente el valor de las cosas reales, ¿cómo calificar nuestra creencia de que ese fantasma pueda ser, a su vez, ordeñado como si fuese una vaca, generando réditos que crezcan indefinidamente? Hasta un espiritista en plena resaca de anisete nos diría que los fantasmas no pueden procrear; pero los sacerdotes de esta idolatría plutoniana han hecho creer al hombre contemporáneo, azuzando su avaricia, que su dinero podía procrear como un conejo. (XLSemanal, 1 de diciembre de 2008)
No les basta con habernos mantenido engañados mientras duraba la idolatría; ahora que la idolatría se derrumba y el dinero ya no se puede ordeñar, pretenden ordeñar nuestra credulidad... y nuestro bolsillo. Y nos ocultan que los bancos están quebrados, nos ocultan que la fantasmagoría se ha disipado, en la creencia de que nuestra dependencia de los vicios que artificialmente provocaron en nosotros nos obligará a asumir las privaciones más ímprobas, con tal de poder disfrutarlos de nuevo en el futuro. Se disponen a saquear nuestros ahorros, a apedrearnos de impuestos y exacciones, a privarnos de los bienes naturalmente necesarios, a cambio de mantener en pie la idolatría. Todavía tienen que perpetrar el sacrificio último; todavía tienen que ordeñarnos hasta la consunción. (ABC, 28 de marzo de 2009)
Cada vez estoy más convencido de que la crisis que padecemos es  una plaga bíblica. Es una certeza que se acrecienta y arraiga cada vez que reparo en las manifestaciones de los politiquillos y los banqueros, hermanados en su desconcierto de boxeadores sonados, incapaces de detener el derrumbe, incapaces incluso de comprender los signos de ese derrumbe, incapaces de oponer remedios ante el avance de una plaga que devora a los hombres y convierte sus ídolos en humo. ¿No vemos acaso a los politiquillos y a los banqueros farfullando incoherencias, anunciando una recuperación inverosímil para tal o cual fecha, lanzando previsiones ridículas, arbitrando soluciones estériles? Su empeño nos recuerda al del escarabajo panza arriba que patalea frenético, pugnando en vano por darse la vuelta; y en ese pataleo seguirán hasta descoyuntarse y fenecer, como el escarabajo. [...] Pronto se correrá el velo del templo de la idolatría: aparecerá Obama ante las cámaras, o cualquiera de los reyes de la tierra que la idolatría ha elevado a la categoría de falsos mesías, anunciando con voz compungida el fin de la fantasmagoría; y será entonces cuando la plaga que ahora nos resistirnos a reconocer —aunque ya estemos probando sus signos— se derrame caudalosa.  (XLSemanal, 3 de marzo de 2009)
La nueva idolatría primero nos convierte en una piara de bestias que hozan en el lodazal de sus apetitos, borrando de nuestro horizonte cualquier esperanza que no se refugie en la posesión de cierto grado de bienestar material. Y, cuando ese bienestar se desvanece, cuando la pobre gente engañada y sin esperanza no tiene cobijo alguno en el que resguardarse, los taumaturgos de la idolatría aparecen como falsos mesías, dispuestos a salvarnos mediante milagrosas operaciones que no son sino enjuagues desaprensivos. Así consiguen instaurar una suerte de totalitarismo amable, sin brutalidades, en el que la pobre gente engañada, reducida a piara, acepta que le chupen hasta la última gota de sangre. Que en esto consisten, en fin, sus remedios para solucionar esta crisis: en chuparnos hasta la última gota de sangre antes de pegarnos el tiro de gracia. (ABC,
4 de abril de 2009) n

XLSEMANAL 25 DE SEPTIEMBRE DE 2011

martes, 13 de septiembre de 2011

Comunicación (Gabriele Adinolfi)

COMUNICACIÓN 1 Acción que permite compartir una idea. Que sea  auténtica - es decir, la expresión de un sentimiento real - artificial o portadora de una serie de modelos y esquemas impuesto de manera insidiosa, responde siempre a esquemas precisos. Estos códigos tienen en cuenta miles de cosas, de la simbólica a la fonética y, sobre todo, la forma en que reacciona la  psique humana a los estímulos externos.

El que de una manera u otra, quieren vivir en el mundo, debe ante todo aprender a comunicarse de manera eficaz. Lo que no significa en absoluto expresarse de manera banal empleando el lenguaje corriente y recurriendo al uso del imaginario popular, como lo creen equivocadamente los que “ se adoptan a la época”, Se trata de otra cosa: comunicar con fuerza  exige una capacidad constante de innovación y de provocación. Que con la dosis de ironía necesaria y energía, provoca la simpatía y no suscita una aversión general.

COMUNICACIÓN 2 La importancia de la comunicación escapa casi íntegramente a los que están apegados a esquemas de organización obsoletos o inadaptados al momento histórico. Quien quiere cambiar las cosas encuadrando a las masas en un partido que aspira a tomar el poder comprenden siempre la comunicación como un medio de movilizar efectivos y no como un medio de actuar a fondo para transformar la sociedad. Pero este esquema, en parte efectivo en la primera mitad del siglo pasado, está ahora obsoleto (o muy por delante de su tiempo, que en la política es lo mismo).

En el sistema sociocultural y político, todo partido es un órgano atrofiado inadaptado para hacer la revolución, pero a partir del cual, si es lúcido y desapegado, es posible empezar a construir algo que valga la pena. El organismo político clásico es útil, ciertamente, pero  absolutamente superado en este sistema lobbys desocializado, a lo sumo  puede servir de base para alguna parte del trabajo. Por el contrario, los equipos de comunicación constituyen la vanguardia de cualquier movimiento.

Una vez que se ha comprendido este principio, es preciso comprender que lo importante no es determinar a quién beneficiará el resultado de una comunicación eficaz, quien la "capitalizará" (la eterna obsesión de los políticos), sino más bien hacer de manera que el mensaje tenga un valor en sí mismo. Pues de una manera u otra, con el tiempo, dará sus frutos en tal o tal dominio social y aprovechará, quizás cuando no se espere, a tal o tal organismo (meta) político. La reacción debe ser considerada como algo indirecto, de  eficacia a largo plazo y no como especies que deben recogerse lo antes posible. Repito: no se trata de aumentar los efectivos de un organismo (lo que de todas formas se produce automáticamente cuando el buen mensaje circula), sino de actuar en y sobre la sociedad para hacer progresar  una Idea del mundo.
Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editions du Lore.    2008


p.73-74

Democracia (Gabriele Adinolfi)


Democracia 1 Demos de en Atenas, era el término que designaba dado a todo el vecindario –barrio-. La democracia es, pues, una expresión numérica del tellus. Además, también es una timocracia o, sinónimo más tardío pero más conocida, una plutocracia (la elección, en efecto, estaba vinculada a la solvencia del solicitante, porque los dirigentes debían de  pagar los  gastos necesarios de su propio bolsillo). La democracia no es en absoluto el "Poder del Pueblo" (en griego, se dice Laos), sino más bien la masa de material y de la riqueza y, por lo tanto, es contraria a cualquier idea de forma. La democracia, contrariamente a los lugares comunes, no es sinónimo de participación: en Esparta, no era seguramente inferior de lo que fue en Atenas. Ni de  elecciones: la Res Publica de Roma fue participativa, tenía funciones electivas, de comicios, de campañas políticas y no fue nunca democrática (fuera de los diseños sin sentido, y de todas formas abortadas de Cinna y Fimbria). Considerándolo bien por lo tanto, la democracia es el tellurismo, el poder del dinero  y, por tanto, el oligarquismo asegurado. Debido a su carácter  informe, destruye no sólo las diferencias, sino también el valor orgánico de toda organización social, nivela el pueblo para hacer una masa de individuos atomizados concebidos como insectos.

Democracia 2 Debido a una serie de malentendidos conceptuales y léxicos, la democracia se entiende comúnmente como participación(o, desde un marxista, como participación  activa de las masas populares). Ante la evidencia de que hay efectivamente una subordinación total a un pequeña clase dominante, pero claramente dictatorial, se busca rehabilitar el nombre y la función hablando de" democracia directa ": es decir, la participación de la asamblea en la gestión de la cosa pública. Esta contradicción en los términos (en las  sociedades masificadas, la democracia no es directa; si  es directa no es democracia...) no es sin embargo condenable; al contrario, teniendo en cuenta el lenguaje ordinario, el concepto no debe ser rechazado a priori. En particular, es válido, si la democracia directa se desarrolla en el contexto restringido de la Polis o de la empresa porque el conocimiento de todos los candidatos hace  a todo el mundo capaz de reconocer y, por tanto, aprobar la autoridad natural. La participación en la asamblea es por tanto admisible en dominios restringidos, allí donde la gente se conoce y, sobre todo, reconocen las funciones y la autoridad natural. A condición de que permanezca vigilante para frustrar las conspiraciones de los secuaces, de los poderosos inaccesibles. Y de los hambrientos tiburones.

Democracia 3 La democracia, en el sentido en que se la entiende general y erróneamente, es decir, la participación en las decisiones políticas, está en tela de juicio y progresivamente fragilizada. Además, la Trilateral apoya la necesidad de restringir la democracia desde comienzos de los años setenta. Pero si la entendemos en su verdadero significado, en su etimología, en su sentido "genético", en su naturaleza, no cesa de progresar. La multitud dominada por unos pocos oligarcas ricos se agrandó.

Democracia 4 Ahora que todos los demócratas a abandonar renuncian a exaltar la democracia, son los postfascistas los que están fascinados por ella. Hybris, mediocridad, falta de respeto, incapacidad de aceptar un límite y un papel, pretensión a tener el "derecho" a decidir, falta de un sentido de la distancia, arrogancia, frenesí crítico, relativismo absoluto, el chismorreo, la sospecha, canallería, atomización: todas estas manifestaciones de trastorno mental y espiritual, caracterizan las divagaciones cotidianas de un medio que deambula entre la acera y los foros de Internet.

Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editions du Lore.    2008
 

Lobby (Gabriele Adinolfi)

Lobby.  Un grupo de personas ligadas por un interés común capaz de ejercer presiones sobre el mundo político para promover sus propios intereses. El sistema americano, sobre el que nos alineamos progresivamente, es un sistema lobbysta. La democracia, es decir la negación total de la participación , la disociación social, la dimensión espectacular y la estructura oligárquica , trazos característicos del sistema , hacen que hoy día los lobbyes sean el único medio de intervención política real. Sería necesario llegar a formar un lobby sacando provecho de la especificidad de la pertenencia comunitaria; es decir creando un circuito profesional, un sistema de inversiones y de manipulación sectorial de mercados de edición: para esto sería suficiente tener el método y la buena voluntad. Se podría entonces dar nacimiento a una realidad diferente de las otras, aun lobby que se encargara de la defensa de la socializad, de la libertad, de la participación, convirtiéndose tribuno moderno del pueblo. Un lobby del pueblo.

Este si se desdoblara en un ataque cultural y espiritual contra las elites   y en una localización en espíritu Volk , suministraría la posibilidad de obrar sobre los tres niveles de poder real (organismos transnacionales de naturaleza privada, institución nacional, administración local)  y de transformar un lugar de refugio como es la Tortuga (refugio de los piratas y corsarios)  en una plataforma de contraataque.

Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editions du Lore.    2008

p.167-168

Espontaneidad (Gabriele Adinolfi)

Espontaneidad

Existen hombres y mujeres que viven rectamente; que han interpretado los principios; practican las artes marciales, el alpinismo, las artes figurativas, se comprometen a favor de los niños o hacen prueba de un gran altruismo, estas personas no viven en un ghetto, no hablan mediante fonemas ideológicos, no se expresan con eslóganes, no se limitan a frecuentar a los que hablan su dialecto. Estos , sobre todo cuando viven fuera de las grandes ciudades, son respetados por todos, conocen muchas gentes, expresan con palabras simples, claras, auténticas, lo que es esencial; y son escuchados. Hacen política, pero no lo saben y experimentan a veces un sentimiento de culpabilidad porque no frecuentan asiduamente los ghettos en los cuales piensan aún que reside la autoridad a la cual querrían obedecer. Se engañan. Pero son sobre todo los que se encierran en estos  ghettos los que se engañan. Deberían por el contrario ponerse a disposición de estas gentes que obran espontáneamente, ofrecerles los medios y las ayudas y enviar a los jóvenes a aprender a sus casas , no solamente que se puede actualizar lo esencial sin hacer cursilerías, sino, sobre todo , como se vive verdaderamente y que la radicalidad no es sinónimo de neurosis y aislamiento.

Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editions du Lore 2008 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Autonomía(Gabriele Adinolfi)


AUTONOMÍA

La capacidad de gobernarse  completamente solos (solo). Concepción peligrosa. Concepción peligrosa, porque está en equilibrio inestable entre la centralidad y el abismo, pero en todo caso, fundamental  para el que se siente parte de una larga tradición de libertad viril y de política (de Polis). La idea es que el que está equilibrado y, por tanto, es parte de la aristocracia (revolucionaria) o se refiere a ella conscientemente es para el mismo, no cualquier ley, sino La ley que corresponde al Cosmos y al ritual. La ley común , la que uniformiza, la de la institución sociedad que destruye todo a su paso y multiplica los preceptos y las prohibiciones es diferente; esforzándose en reglamentar, ahoga, corta las alas, esteriliza el grano, deseca; y a continuación , impepinablemente, crea privilegios considerables, que, en nombre del código, del Estado o de Dios, destruyen la energía vital.

La autonomía es fundamental para la libertad y para la dignidad, siempre lo ha sido. Para que, contrariamente a casi todas las formas de federalismo y de regionalismo, sea superior al legalismo y al institucionalismo y no sea un factor de atomización y de individualismo, debe tener un sentido agudo de el Imperium.

Es sobre el eje del Imperium  que da una ley interior y acarrea automáticamente el reconocimiento de cada comunidad en un mosaico superior, como se desarrolla la concepción clásica , guerrera, y por tanto gibelina, que en el curso de los siglos ha preservado el arte, el espíritu, y la socializad de la uniformización que se aprieta hoy día como un tornillo , aparentemente en completa quietud, con la complicidad de todas las componentes, progresistas y reaccionarias, laicas y religiosas, del panorama cultural, espiritual y político contemporáneo.


Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editios du Lore.    2008

p.36

Sistema nacional (Gabriele Adinolfi)


Sistema nacional

Al hilo del tiempo, la soberanía nacional se reduce, las instituciones pierden su valor y su eficacia, el estado deviene un organismo administrativo. Igualmente decir que ninguna transformación política importante puede producirse en la mediad que se permanezca en el cuadro de la sociedad de la política espectáculo y que se piense acceder al poder por vía electoral. Una acción política eficaz se reduce entonces a la constitución de lobbies, de centros de influencia y de fuertes anclajes locales; esto nos permitirá estar por encima de todo  en posición de fuerza para negociar .

Si esta acción se acompaña de una gran fuerza de imaginación simbólica y de comunicación y de una estrategia de revolución cultural concerniente a la formación de elites (de la sociedad no del gueto…) en los próximos veinte años, todavía habría alguna cosa que decir, y sobre todo, mucho que hacer.

Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editios du Lore.    2008


P 284

Comunidad (Gabriele Adinolfi)

Comunidad

Término que sirve hoy día para definir un conjunto orgánico (como un clan o una tribu) que la uniformidad social querría ver definitivamente muerto. La Comunidad representa el lugar donde la persona, formándose y desarrollándose, adquiere y refuerza su consistencia política  (de Polis) y conserva raíces sólidas en su humus específico. Pero atención a los falsos modelos. Un gueto no es una comunidad, sino una prisión común. Un pequeño partido o un pequeño movimiento no son una comunidad sino unas empresas ruinosas. Una banda urbana  es una comunidad, pero antipolítico. A menudo se califica de comunidad lo que no es más que un grupo. Para que una comunidad pueda definirse como tal, debe estar fuertemente caracterizada, y al mismo tiempo, consciente de un destino común, que atenúa las rivalidades con los grupos vecinos, ya que no es el plano horizontal,  sino el plano vertical, lo que la caracteriza. Y, en la verticalidad, está la idea de Lares, que hace de la comunidad una ventana constantemente abierta sobre el pasado, como también sobre el futuro.

Gabriele Adinolfi

Pensées corsaires
Les Editios du Lore.    2008


 p.76

jueves, 1 de septiembre de 2011

Parlamento (Gabriele Adinolfi)

Parlamento.

En su origen, era el lugar en donde se amortiguan  a fuego lento las tensiones espirituales y sociales para permitir a la oligarquía quedar al abrigo de las arremetidas revolucionarias. Con el tiempo ha ido perdiendo progresivamente su poder real, Hoy día es más o menos un consejo de copropiedad que decide la manera en que conviene ejecutar las órdenes de las oligarquías. La pérdida de soberanía nacional, incluso si estaba limitada antes, así como el alargamiento de la dimensión del programa oligárquico, ha hecho del parlamento una institución que no es casi más que formal.

Gabriele Adinolfi
Pensées corsaires
Les Editios du Lore.    2008



p.211

Cotrapoder (Gabriele Adinolfi)

Contrapoder

El espacio en el cual una autoridad espiritual, un modelo cultural, un organismo social, tienen la libertad de autodeterminarse y de asegurarse al mismo tiempo medios de ataque y de defensa. El paso de teoría de la ascensión al poder al programa de construcción del contrapoder caracteriza la diferencia entre las vanguardias de los años setenta y las vanguardias precedentes. En el estado actual de cosas, el contrapoder es un objetivo real, mientras que la ascensión al poder es una ilusión.

No es moco de pavo que el contrapoder puede influir mucho sobre el poder. El problema es que no es fácil de creer; en efecto debe crearse día a día, no se puede simular: existe o no existe, como lo muestran los balances. Inversamente, la fata morgana de una posible ascensión al poder de la Torre de Babel  en el porvenir permite a los ociosos y los incapaces continuar a llevar su existencia ilusoria en la incoherencia cotidiana, esperando ganar la lotería, pues “hoy estamos fuera de juego, pero mañana…”

Gabriele Adinolfi

Pensées corsaires
Les Editios du Lore.    2008


 P 81