lunes, 30 de octubre de 2017

España es culpable (Arturo Pérez Reverte)

España es culpable

Arturo Pérez Reverte

Cuando miro atrás sobre cómo hemos llegado a esto, a que una democracia de cuarenta años en uno de los países con más larga historia en Europa se vea en la que nos vemos, me llevan los diablos con la podredumbre moral de una clase política capaz de prevaricar de todo, de demolerlo todo con tal de mantenerse en el poder aunque sea con respiración asistida. De esa panda de charlatanes, fanáticos, catetos y a veces ladrones —con corbata o sin ella—, dueña de una España estupefacta, clientelar o cómplice. De una feria de picaros y cortabolsas que las nuevas formaciones políticas no regeneran, sino alientan.
El disparate catalán tiene como autor principal a esa clase dirigente catalana de toda la vida, alta burguesía cuya arrogante ansia de lucro e impunidad abrieron, de tanto forzarla, la caja de los truenos. Pero no están solos.
Por la tapa se coló el interés de los empresarios calladitos y cómplices, así como esa demagogia estólida, facilona, oportunista, encarnada por los Rufiancitos de turno, aliada para la ocasión con el fanatismo más analfabeto, intransigente, agresivo e incontrolable. Y en esa pinza siniestra, en ese ambiente de chantaje social facilitado por la dejación que el Estado español ha hecho de sus obligaciones —cualquier acto de legítima autoridad democrática se considera ya un acto fascista—, crece y se educa desde hace años la sociedad joven de Cataluña, con efectos dramáticos en la actualidad y devastadores, irreversibles, a corto y medio plazo. En esa fábrica de desprecio, cuando no de odio visceral, a todo cuanto se relaciona con la palabra España.
Pero ojo. Si esas responsabilidades corresponden a la sociedad catalana, el resto de España es tan culpable como ella. Lo fueron quienes, aun conscientes  de dónde estaban los más peligrosos cánceres históricos españoles, trocearon en diecisiete porciones competencias fundamentales como educación y fuerzas de seguridad. Lo es esa izquierda que permitió que la bandera y la palabra España pareciesen propiedad exclusiva de la derecha, y lo es la derecha que no  vaciló en arropar con tales símbolos sus  turbios negocios. Lo son los presidentes  desde González a Rajoy, sin excepción,  que durante tres décadas permitieron que el nacionalismo despreciara, primero, e insultara, luego, los símbolos del Estado, convirtiendo en apestados a quienes con toda legitimidad los defendían por creer en ellos. Son culpables los ministros de Educación y los políticos que permitieron la contumaz falsedad en los libros de texto que forman generaciones para el futuro. Es responsable la Real Academia Española, que para no meterse en problemas negó siempre su amparo a los profesores, empresarios y padres de familia que acudían a ella denunciando chantajes lingüísticos. Es responsable un país que permite a una horda miserable silbar su himno nacional y a su rey. Son responsables los periodistas y tertulianos que ahora despiertan indignados tras guardar prudente cautela durante décadas, mientras a sus compañeros que pronosticaban lo que iba a ocurrir —no era preciso ser futurólogo— los llamaban exagerados y alarmistas.
Porque no les quepa duda: culpables somos ustedes y yo, que ahora exigimos sentido común a una sociedad civil catalana a la que dejamos indefensa en manos de manipuladores, sinvergüenzas y delincuentes. Una sociedad que, en buena parte, no ha tenido otra que agachar la cabeza y permitir que sus hijos se mimeticen con el paisaje para  sobrevivir. Unos españoles desvalidos  a quienes ahora exigimos, desde lejos,  la heroicidad de que se mantengan firmes, cuando hemos permitido que los  aplasten y silencien. Por eso, pase lo que pase en octubre, el daño es irreparable y el mal es colectivo, pues todos somos culpables. Por estúpidos. Por indiferentes, por cobardes.

sábado, 28 de octubre de 2017

NI UNA BIBLIOTECA INMENSA SABE TODO (Juan Pablo Mañueco)

NI UNA BIBLIOTECA INMENSA SABE TODO

Cierto que el olvido tumbará nuestro recuerdo
y que el polvo será el futuro, pues es el sino
en donde concluye el recodo del camino
último de todo ser: en tal hay siempre acuerdo.

Dos fechas entre un guion es seguro destino
que veo entre las fichas escritas que concuerdo
si mi nombre busco en una bibioteca, y pierdo
deleite si tal hecho inesperado examino.

Una fecha aparece escrita junto a mi nombre,
luego viene el guion y alguien se ha dejado puesto
un espacio en blanco, que está esperando a un hombre

que hoy ve ese espacio ahí. Al aire lanzo extraño un gesto
de contrariedad: tanto saber y nada alfombre
tal dato, que hoy me agradara verlo manifiesto.

JPMañueco (2017) "Cantil de Cantos"

viernes, 27 de octubre de 2017

¿Una España de cuerpo presente? (José Miguel Gambra)



  • ¿Una España de cuerpo presente?
Enviado por: Agencia FARO <agenciafaro@carlismo.es>


Madrid​, 21 octubre 2017, San Hilarión, abad; Santa Úrsula y compañeras, vírgenes y mártires. De otra parte, el pueblo español sigue siendo profundamente religioso. Como dice Vázquez de Mella, en España incluso los librepensadores y ateos colocan "la cuestión religiosa sobre todas las cuestiones (..) Un anticlerical español no tiene parecido con ninguno otro en el mundo. Es capaz de aplaudir a Almanzor porque trasladó a la Aljama de córdoba las campanas de Compostela; tienen un odio sin semejante; pero no les preocupa nada en el mundo como la cuestión religiosa; son, sin pretenderlo, teólogos al revés".

No son signos muy alentadores, pero quizás no son peores que la fría indiferencia europea. Porque significan que lo que deja indiferentes a los españoles es la doctrina sobre la cual se asienta oficialmente el actual régimen político. Pero no lo que es verdaderamente importante, no su tradición católica que no sólo aflora, por oposición, en la incontinencia de los ataques a la religión por parte de los incrédulos, sino en la pasividad de los creyentes, sólo explicable por el respeto a los eclesiásticos actuales, cuya autoridad confunden con la de la Iglesia.

Cuando las cosas se pongan más feas, cosa bien posible, quizás muchos españoles se den cuenta de que esos eclesiásticos, educados en las ambigüedades conciliares, ignoran la doctrina natural y católica sobre sus deberes sociales. Sólo esa ignorancia puede excusar a los cientos de sacerdotes catalanes que se muestran favorables a "su identidad", desconociendo lo que dice Santo Tomás sobre las sediciones. La sedición, caracterizada porque una parte de la sociedad siembra la discordia y se prepara para la lucha contra la utilidad, o bien común, de la sociedad, es, según Santo Tomás, un pecado especial contra la caridad y más concretamente contra la unidad y la paz, que constituyen una parte principalísima del bien común de la sociedad temporal. La sedición, es siempre un pecado mortal que cometen, ante todo, los que siembran la discordia, pero también los que les secundan. En cambio no lo cometen quienes defienden la unidad y la paz de la sociedad (S. T., II, II, 34, int.; 42, 1, c. y 2, c.).

Y desde el momento en que los españoles empiecen a cumplir sus deberes patrióticos, sin necesidad de recibir las bendiciones de sacerdotes políticamente descarriados o de los obispos que, hechas honrosísimas excepciones, se conforman con emitir vaguedades, entonces empezará a vislumbrarse hasta dónde puede llegar la vitalidad interior de nuestra sociedad en su propia defensa. Vislumbre orlado de esperanza que bien puede agostarse en muy breve plazo, si se piensa que con asistir a las concentraciones ya se cumplido con el deber. Hay que asistir a esas concentraciones. Pero se ha de tener en cuenta que respecto del poder establecido tales manifestaciones quieren reclamar una acción que repugna a ese poder oficial, a ese poder que se asienta en la voluntad popular y la Constitución, a ese poder que desprecia radicalmente la tradición española. En dicho sentido son inútiles. Respecto de los que asisten a ellas, son perniciosas, si se piensa que con la reclamación ya se ha hecho lo que se podía; pero, si no es así, las manifestaciones pueden ser un comienzo, una incitación, una toma de conciencia, que debe verse seguida de una acción costosa, de una entrega permanente, hasta que, a espaldas del poder, se logre lo que pide San Pío X en su novena de la Inmaculada: "que, en medio de tantos peligros, la Iglesia y la sociedad cristiana canten una vez más el himno de la liberación, de la victoria y de la paz".

Así termina la tercera y última parte de "¿Una España de cuerpo presente?" artículo del profesor José Miguel Gambra, Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista, que ha aparecido en la web Carlismo.es. Lectura obligada para quienes se preocupen por la situación actual, por el grave riesgo de pérdida de la unidad de España (o de lo que queda de España) y por el quehacer que tenemos ante nosotros. Puede leerse completo haciendo clic sobre estos títulos:

jueves, 26 de octubre de 2017

DECIR CON EL LENGUAJE. (Leopoldo Panero)

  DECIR CON EL LENGUAJE...

En esta paz del corazón alada
descansa el horizonte de Castilla,
y el vuelo de la nube sin orilla
azula mansamente la llanada.


Solas quedan la luz y la mirada
desposando la mutua maravilla
de la tierra caliente y amarilla
y el verdor de la encina sosegada.


¡Decir con el lenguaje la ventura
de nuestra doble infancia, hermano mío,
y escuchar el silencio que te nombra!


La oración escuchar del agua pura,
el susurro fragante del estío
y el ala de los chopos en la sombra.



Leopoldo Panero (1909-1962)

miércoles, 25 de octubre de 2017

Las contradicciones de los buenos (Francisco José Contreras)

Las contradicciones de los buenos

El Gobierno ha activado por fin el artículo 155. El lenguaje utilizado y los objetivos proclamados delatan, sin embargo, la sumisión al marco intelectual del adversario.

El presidente del gobierno Mariano Rajoy
El presidente del gobierno Mariano Rajoy / EFE
En su obra No pienses en un elefante, George Lakoff explicó la importancia del framing en el debate público: las batallas ideológicas las gana, no quien dice la verdad, sino quien consigue enmarcar la discusión en los términos que le convienen. Según Lakoff, debemos desechar el “mito ilustrado” según el cual “basta con explicar los hechos a la gente: como son seres racionales, llegarán entonces a las conclusiones correctas”. Pues las personas no analizan los hechos uno a uno, sino que piensan “en paquetes”: están comprometidas previamente con marcos o estructuras intelectuales generales, e interpretan los hechos en función de su acomodabilidad a ellos. Resulta más económico negar un hecho incómodo que cambiar de marco.

El Gobierno ha activado por fin el artículo 155. El lenguaje utilizado y los objetivos proclamados delatan, sin embargo, la sumisión al marco intelectual del adversario. Se nos dice, por ejemplo, que no se trata de una suspensión de la autonomía, sino de “la restauración del autogobierno catalán”. La utilización de eufemismos denota inseguridad y mala conciencia: por supuesto, la destitución de Puigdemont y todos los consejeros sí implica una (venturosa) suspensión de la autonomía. También se alude al Estatut como las Tablas de la Ley que habrían sido profanadas por los golpistas, al mismo nivel que la Constitución, o incluso por encima de ella. Rajoy pretende competir en catalanismo con Anna Gabriel.

Si de “salvar el autogobierno catalán” se trata, ¿por qué se destituye a una Generalitat libremente elegida por los catalanes?
Al usar ese lenguaje, el Gobierno juega la partida en el campo conceptual de los separatistas, donde su derrota es segura. En efecto, si de “salvar el autogobierno catalán” se trata, ¿por qué se destituye a una Generalitat libremente elegida por los catalanes? ¿Por qué se maniata a un Parlamento surgido de elecciones, en el que los separatistas resultan tener mayoría? En cuanto al Estatut, se trata de un texto descafeinado por los recortes que en su día impuso el Tribunal Constitucional, que violentó así el “autogobierno catalán”.

Se ha dejado a los nacionalistas imponer el marco durante cuarenta años. Un marco que viene a decir: Cataluña es una nación; posee, por tanto, un derecho natural e inalienable de autogobierno, que modula en función de las circunstancias históricas; en 1978 aceptó ejercer ese derecho desde el cauce autonómico ofrecido por el Estado español, pero éste se ha revelado frustrante tras la poda del Tribunal Constitucional al nuevo Estatuto de Autonomía. Hace ya casi treinta años que el Parlament aprobó el siguiente texto: “El Parlamento de Cataluña declara solemnemente que Cataluña forma parte de una realidad nacional diferenciada en el conjunto del Estado (…). Manifiesta que el acatamiento del marco institucional vigente, resultado del proceso de transición desde la dictadura a la democracia, no significa la renuncia del pueblo catalán al derecho a la autodeterminación”. Fue el 12 de diciembre de 1989. El Estado español, como siempre, no reaccionó: escondió la cabeza bajo el ala, diciéndose que todo eso no son más que palabras que se lleva el viento. Pero las ideas tienen consecuencias.
El autogobierno del régimen de 1978 nos ha traído la intoxicación ideológica de media Cataluña
Habría que jugar en otro tablero, con otras reglas. Un tablero en el que la nación no es Cataluña, sino España (y no, ambas no pueden serlo a la vez); en el que, por tanto, el autogobierno catalán ya no es un derecho originario, sagrado, venerable como las Doce Tablas, sino una modalidad contingente y revisable de organización territorial del Estado, más bien excepcional en la España moderna-constitucional, si tomamos 1812 como su acta de nacimiento. Una fórmula cuyos resultados han sido poco halagüeños: el autogobierno catalán en la Segunda República condujo al putsch de Companys en 1934 y a la Barcelona de chekas, iglesias quemadas y guerra civil (anarquista-comunista) dentro de la Guerra Civil de 1936-38; el autogobierno del régimen de 1978 nos ha traído la intoxicación ideológica de media Cataluña, escenas de alienación fanática dignas de los documentales de Leni Riefenstahl y un peligro de ruptura civil inconcebible en una sociedad desarrollada e ilustrada.
Diada de Cataluña
Manifestantes con banderas independentistas de Cataluña celebran en Barcelona la Diada o Fiesta Nacional catalana. (Fotografía: Alberto Estévez / EFE)
Necesitamos un nuevo paradigma y un cambio de ciclo. El pacto PP-C’s-PSOE no apunta bastante alto: se interviene la autonomía como pidiendo perdón y asegurando que todo es provisional y que solo se busca “la vuelta a la normalidad institucional”. ¿Hemos olvidado de qué “normalidad” se trata? Es la normalidad de TV3, de la inmersión lingüística, del adoctrinamiento en las escuelas, del acoso al disidente. Se apuesta por las elecciones autonómicas como la varita mágica que nos permitirá escapar del marasmo. Pero de esas elecciones también saldrá más de lo mismo: probable nueva victoria del bloque separatista, a juzgar por los últimos sondeos; o, con suerte, victoria raspada de un ingobernable bloque “no separatista” cuya viga maestra será un fuerte grupo parlamentario del avatar catalán de Podemos. La dramática intervención correctiva del Estado habría servido al final para dejar a Ada Colau como árbitro de la nueva situación.

Un Gobierno con visión histórica de largo plazo aprovecharía la circunstancia excepcional para cambiar de tablero. Dispone para ello de su mayoría absoluta en el Senado y del apoyo del Rey y el pueblo español, que ha llenado los balcones de rojigualdas. Las elecciones -un día de la marmota que nos llevará a un nuevo Parlament separatista y un nuevo órdago rupturista- no son la solución. Son necesarias medidas más ambiciosas como la recuperación de las competencias educativas y de orden público por el Estado, la supresión de los medios de comunicación autonómicos, la eliminación de la inmersión lingüística… No puede hacerse en tres meses: habría que prolongar la suspensión autonómica unos años (previa legitimación mediante elecciones generales, que ganaría de calle un PP con ese programa de máximos). Los separatistas protestarían, pero no más de lo que ya están haciendo: el precio en tensión social y desórdenes está ya descontado. Mejor comprar con él algo que merezca la pena. Y la sangre no llegará al río, porque Trapero no es Patrick Pearse.


Francisco J. Contreras Peláez (Sevilla, 1964) es catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Sevilla. Autor de los libros: Derechos sociales: teoría e ideología (1994), Defensa del Estado social (1996), La filosofía de la historia de Johann G. Herder (2004), Savigny y el historicismo jurídico (2004), Tribunal de la razón: El pensamiento jurídico de Kant (2004), Kant y la guerra (2007), Nueva izquierda y cristianismo (2011, con Diego Poole), Liberalismo, catolicismo y ley natural (2013) y La filosofía del Derecho en la historia (2014). Editor de siete libros colectivos; entre ellos, The Threads of Natural Law (2013), Debate sobre el concepto de familia (2013) y ¿Democracia sin religión? (2014, con Martin Kugler). Ha recibido los premios Legaz Lacambra (1999), Diego de Covarrubias (2013) y Hazte Oír (2014).

martes, 24 de octubre de 2017

Un soneto al gótico de San Juan de los Reyes, en Toledo (Juan Pablo mañueco)

   

Un soneto al gótico de San Juan de los Reyes, en Toledo, que uno, dicha sea la verdad, prefiere bastante al mudéjar.

http://www.asc-castilla.org/contenido/index.php/castilla/poemas-a-castilla/303-san-juan-de-los-reyes-toledo

San Juan de los Reyes (Toledo)
No el centro toledano exactamente
sino encimando un reborde del Tajo,
San Juan desde los cielos bajó un gajo
que en los bellos del mundo siempre cuente.
Quien crea en la portada más se siente
el sosiego celeste aquí debajo
vea crucerías cuyo trabajo
es sostener estrellas suavemente.
Mas donde gloria cercana e inminente
se palpa ya, es en el isabelino
claustro flamígero que, como puente,
del huerto vegetal al repentino
cielo en puntas escala, siendo fuente
que indica a Dios por único camino.

Juan Pablo Mañueco 
(Madrid, 1954)
Licenciado en Filosofía y Letras, periodista y escritor



lunes, 23 de octubre de 2017

Sobre la situación de Cataluña. Rusia y España: voces rusas contra los medios oficiales

Sobre la situación de Cataluña. Rusia y España: voces rusas contra los medios oficiales

Moscú / Madrid, octubre 2017, mes del Santo Rosario. Para gran decepción de los patriotas españoles y de los contrarrevolucionarios de todo el mundo, durante las últimas semanas los principales medios de información rusos, oficiales y oficiosos, y sus más altas instancias políticas han estado difundiendo las mentiras del separatismo catalán (en rigor, anticatalán). Nuestro distinguido amigo Eugenio de Dobrynine ha difundido este escrito contra ellos, que ahora reproducimos con su permiso.
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Queridos amigos,

Quiero que seáis partícipes de mi profundo malestar por la cobertura mediática que han hecho los medios de comunicación y agencias rusos. Se han situado del lado de los separatistas y de los que siempre han obrado por destruir la nación española tergiversando la realidad de los hechos, dando crédito y voz a los palmeros de una ideología criminal y a los buitres usureros del globalismo financiero.

Cierto es que a río revuelto ganancia de pescadores, y algunos políticos rusos también han aprovechado la ocasión para devolver el ascensor por los constantes ataques de que han sido objeto Rusia y su gobierno en los últimos tiempos, pero ante este tipo de situación no deberían haber actuado en la forma en que lo han hecho.

En nada se han diferenciado los medios de comunicación rusos de sus colegas extranjeros. Su credibilidad y su independencia han quedado en entredicho, y han perdido una excelente oportunidad de trasladar al mundo la imagen de profesionalidad, independencia y criterio de la que hacen gala.

Es vergonzoso que el Gobierno de una nación que defiende la soberanía, la integridad territorial y la legalidad permita que se traslade a la ciudadanía mensajes de esta índole, sin intervenir, y no haya manifestado rotundamente su rechazo a una farsa como la que se está viviendo en España.

Una cosa es la defensa de la soberanía de los estados y la no injerencia en sus asuntos internos, y otra muy distinta es no denunciar un atentado a la integridad territorial, el incumplimiento manifiesto de la ley, y la imposición de unas normas por una minoría en detrimento del resto de la población sin su consentimiento. Lo que ha sucedido en Cataluña es un golpe de estado en toda regla, por lo que no caben medias tintas y requiere un pronunciamiento sin ambigüedades en defensa de la legalidad ultrajada.

Los procedimientos empleados por los separatistas nos deben hacer recordar que los nazis actuaron de la misma forma y todos sabemos cómo acabaron.

Lo siento.

Un fuerte abrazo

Eugenio de Dobrynine

P.D.

Se me olvidó mencionar que ya en una ocasión, el Zar Nicolás I de Rusia rompió relaciones diplomáticas con el Reino de España por apoyar la legitimidad monárquica al reconocer como Rey legítimo a Carlos María Isidro.


domingo, 22 de octubre de 2017

Homenaje a Cataluña, la primigenia Hispania. (Juan Pablo Mañueco)





Hispania en Cataluña, tiene 2.200 años de antigüedad, porque por allí empezó la hispanización de la Península Ibérica; en el resto de España, varios siglos nuevos, porque los castellanos, por ejemplo, éramos tribus independientes y opuestas a la hispanización romana

ODA A HISPANIA AL LLEGAR AL ARCO DE BARÁ, con Joan Maragall a bordo

“Españols? I Tant! Ho sem més quels castellans!”
Joan Maragall

I. Entrando al corazón primero de Hispania, a Cataluña

Altafulla, Torredembarra, Roda
de Bará,
acerco la palabra toda
al arco que allí está,
a pocos metros de la costa.
En Roda de Bará.

Si tras una guerra te alzaron,
ponte en pie de paz,
si por un triunfo te alzaron
sé de paz portal.

Cuatro columnas
sostienen tu altar,
y un vano en el centro
para poder pasar.

De la Vía Augusta
pétreo rosal,
surte de rosas,
surte de paz.

De Cádiz a la Galia,
ruta vital,
desde antes de Cristo
tu piedra albar.

Ara en alto,
abierto zaguán,
arco
de Bará,
a Cataluña y España,
surte de paz,
a todos los que hablan
en lengua catalana,
en lengua castellana,
en lengua vasca,
en lengua galaica,
e incluso a los hablan
en lengua portuguesa, tan ibérica, tan hispánica.

Buenos días, Arco de Bará.
Buenos días, Cataluña, la primera Hispania
que, como tal, los romanos nombraran.

II. Cataluña, vuelve en ti

Sálvate, sálvate, Cataluña, de tanto mal,
vuelve en ti.

Que mane la vida para los de ahora y para los que vendrán.
Te han hablado poco de que eres lo más hispano de España,
las más antigua tierra que bautizaron como “Hispania”
las voces romanas.

Y te han hablado desmesurada
mente, de una España
a la que han hecho de ti cosa extraña.

Tú eres la fenicia, griega y romana
primera España,
cuando aún los demás éramos tribus y pueblos sin Hispania.
Así que al entrar en ti, Cataluña, digo: ¡Hola, España!
con sabor más hispano que en ninguna otra hogaza.

III. ¡Hola, primigenia Hispania!

Tarraconense Hispania,
antes que España supiese que era España
ya lo eras tú, Cataluña,
el Arco de Bará
-antes de Cristo, antes de que el resto de Hispania
por tal nombre se sintiese llamada
ya lo inscribe, ya lo habla.
¡Hola, primera España!

Escucha, Cataluña,
escucha la voz de un várdulo que fue de las últimas zagas
en integrarse en tu Hispania:
¡Hola, Cataluña! ¡Hola, la más vieja España!,
¡llevamos tantas edades dentro de la misma casa!

IV. “Somriu als set colors que hi ha en els núvols”.

Y compartimos la misma balsa
de piedra, sobre el mar, la misma cancha
sobre la tierra, la misma laja
de azul bóveda cuando se alza
la mirada.
“Somriu als set colors que hi ha en els núvols”.
Piensa en la Península que tienes alrededor.
Eso es España.
“Tots els colors somrients que hi ha en els núvols,
tots els colors.
La terra que està al teu voltant
tu i la terra al teu costat”.

Hola, Cataluña, mira por todas partes,
levanta
la frente alta,
primigenia entraña,
Cataluña, la más vieja costa de España.

Juan Pablo Mañueco (2015). "España, mareas de tus tres mares".



sábado, 21 de octubre de 2017

Help Catalonia video contrareplica


Help Catalonia video contrareplica


Omniun difundió por internet y en ingles su video Help Catalonia plagado de datos falsos pero los extranjeros no lo saben. Nosotros hemos  hecho otro delatando las 12 mentiras de su video.  Si puedes difúndelo tanto en España como en el extranjero y muy pronto, con tu ayuda y la de otros,  llegaremos a un millón de visualizaciones.   https://www.youtube.com/watch? v=1kZgvtHn4Ls


FACEBOOK OFFICIAL PAGE OF "SAVE CATALONIA": https://www.facebook.com/save. catalonia.help.europe/ Video which take all the lies apart from the original video ...

viernes, 20 de octubre de 2017

AUTONOMISMO Y FEDERALISMO, (Juan Manuel de Prada)

AUTONOMISMO Y FEDERALISMO, 

por Juan Manuel de Prada

(ABC, 16 de octubre de 2017)

En una conferencia pronunciada en 1919, Vázquez de Mella profetizaba con pasmoso acierto lo que en España ocurriría si el centralismo jacobino era sustituido por un sistema autonómico dentro de un régimen de partidos políticos: «Si pudiera darse un descuajamiento del Estado actual en varias autonomías, el problema centralista volvería a darse en cada una de ellas. La Autonomía separada con relación a lo que existía, ¿afirmaría y establecería una jerarquía social, el municipio autárquico, las comarcas libres? Podéis estar seguros de que, por ejemplo, una Cataluña formando Estado aparte no se habría descentralizado más que con relación al Estado de que se había separado: dentro del nuevo surgiría una concentración de poder nueva que aplastaría dentro de sí el principio autonomista. (...) Se trataría sólo de una siembra de centralismos en todo análogos a aquel de que se partió».

¡Con razón a un hombre tan clarividente como Vázquez de Mella lo retiran de las plazas! Pues quienes nos conducen al barranco necesitan, ante todo, que las masas cretinizadas no abran los ojos. Y, aunque en España –como nos advirtiese Azaña—el mejor modo de guardar un secreto sea escribir un libro, mantener a Vázquez de Mella en las plazas podría llevar a algún loco a leer sus obras y tropezarse con páginas como la que acabamos de citar. En aquel discurso, Vázquez de Mella advirtió que el autonomismo, lejos de crear una contención al odioso absolutismo centralista, no haría sino multiplicarlo, hasta convertir España en un mosaico de pequeños centralismos a la greña que lograría tiranizar todavía más a los españoles. Si, además, ese régimen autonómico se sostiene sobre el soborno constante –como ha sido la praxis habitual en España—puede afirmarse que el autonomismo es, además, la mejor gasolina para el incendio separatista. Todo lo que nos sucede ahora nos lo habríamos ahorrado con tan sólo leer a Vázquez de Mella.

Y ahora, para remediar el desaguisado, algunos nos quieren vender la burra del federalismo, con la reformita constitucional. No seré yo quien defienda la inamovilidad de la Constitución del 78, que considero causa de muchos de nuestros males; y, desde luego, a priori un Estado federal parece preferible a otro centralizado, pues se parece más a la estructura tradicional de la monarquía hispánica. Pero, ¡cuidado!, aquel federalismo tradicional nada tiene que ver con el federalismo que ahora nos pretenden colar. Pues el federalismo tradicional, a partir de realidades concretas diferentes, favorecía la creación natural de un tejido de “jerarquía social” (familias, corporaciones, municipios…) que, en volandas de una fe común, tenía una vocación ascendente hacia la unidad. En cambio, el federalismo que ahora nos tratan de colar es exactamente su antípoda: destruye la concreta “jerarquía social” (y todas sus instituciones nacidas desde abajo) y la sustituye por abstractas “identidades nacionales” orquestadas a través de partidos políticos, que acrecientan su poder e influencia destruyendo todas aquellas instituciones que favorecen la jerarquía social vertebradora y construyendo en su lugar entes artificiosos (da lo mismo que se disfracen de autonomismo o federalismo), con el único objetivo de crear centros de poder que les permitan tiranizar a los pueblos. Aunque para ello tengan que suministrar gasolina al incendio separatista.

Este federalismo que nos venden como panacea sólo producirá una nueva siembra de centralismos disgregadores. Y será el descabello de una España ya terriblemente estoqueada por el infierno autonómico.

jueves, 19 de octubre de 2017

EL PODER MUNDIAL Y EL SEPARATISMO CATALÁN

EL PODER MUNDIAL Y EL SEPARATISMO CATALÁN


El artículo a publicar aquí posee una cantidad ingente de imágenes, así que se deja el enlace por si alguien quiere echarle un vistazo: https://laverdadocultablog.wordpress...-en-el-proces/




miércoles, 18 de octubre de 2017

Tras celebrar el centenario del genocidio rojo, Izquierda Unida rechaza celebrar la Hispanidad

Tras celebrar el centenario del genocidio rojo, Izquierda Unida rechaza celebrar la Hispanidad

La coalición comunista española no deja pasar la oportunidad de demostrar su hispanofobia y su apoyo a la mentira histórica. También lo ha hecho con motivo del Día de la Hispanidad.
Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida.
En un tuiteo publicado esta jueves, la formación de ultraizquierda ha publicado un mensaje despreciando el papel de España en América y diciendo que hoy no tienen nada que celebrar:
En su mensaje, Izquierda Unida ensalza lo que llama “resistencia indígena”, una de las grandes mentiras históricas de la extrema izquierda. Como ya señalé la mañana del jueves, diversos pueblos indígenas fueron aliados de los españoles, que se enfrentaron -eso sí- al Imperio azteca, entre cuyas prácticas estaba el exterminio de decenas de miles de personas cada año mediante brutales sacrificios humanos. ¿Ese genocidio azteca, frenado por el Imperio español, es lo que Izquierda Unida ensalza como “resistencia indígena”?

Hace dos semanas IU rindió homenaje al primer genocida comunista

Se da la circunstancia de que el pasado 30 de septiembre, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, participó en un homenaje del Partido Comunista de España al golpe de estado bolchevique de 1917, perpetrado por los comunistas después de perder las primeras elecciones convocadas en la democracia rusa surgida tras el derrocamiento del Zar.

El homenaje se hizo ante un gran retrato de Lenin, el primer dictador comunista, bajo cuyo régimen se creó la primera gran red de campos de concentración de la historia: el tristemente famoso Gulag.
Lenin fue el primer genocida comunista: en seis años su dictadura asesinó a más de un millón de personas por motivos políticos y religiosos
Hay que recordar, además, que Lenin fue el primer genocida comunista: en seis años su dictadura asesinó a más de un millón de personas por motivos políticos y religiosos, y entre 3,8 y 6 millones de personas murieron de hambre a causa de las requisas masivas ordenadas por los bolcheviques.
Fue el comienzo de un genocidio comunista que ha provocado 100 millones de muertos en diversos países, y eso en menos de un siglo. Unos crímenes por los que los comunistas nunca han pedido perdón. Al contrario: en 2014 Izquierda Unida pretendía que la Unión Europea persiguiese a los anticomunistas, es decir, a los demócratas que denunciamos la feroz represión y las atrocidades perpetradas por aquellos que comparten ideología con IU.
*Este artículo ha sido publicado originalmente en el blog de Elentir Contando Estrelas.