El analista Daniel Pipes repasa las políticas migratorias europeas y el auge de los partidos de la alt right en el Viejo Continente.
La inmigración se ha convertido en asunto de debate principal en los grandes países europeos, excepto en España, donde todos los partidos con representación parlamentaria opinan lo mismo. El analista Daniel Pipes cree que es “cuestión de tiempo” que aparezca una alternativa, porque se trata de “un problema global que marcará las agendas políticas en los próximos años”.

Daniel Pipes (9 de septiembre de 1949, Boston) es analista, historiador y director del think tank conservador Middle East Forum. Fue uno de los primeros expertos que alertó sobre los peligros de la islamización de Estados Unidos y la amenaza terrorista antes del 11-S.
– ¿Qué objetivos persigue el Middel East Forum?
Somos un think tank centrado en los asuntos de Oriente Medio. Nuestro objetivo principal  es tratar de explicar al público norteamericano lo que ocurre en una de las zonas más calientes del mundo.

– Fuiste una de las primeras voces que alertó sobre la posibilidad de un ataque terrorista antes del 11 de septiembre…
Los atentados terroristas se multiplicaban en todo el mundo y Estados Unidos era uno de sus objetivos. Era cuestión de tiempo.
– ¿Cómo pudo ocurrir un ataque de esta magnitud en suelo norteamericano?

La falta de comunicación entre las agencias de inteligencia fue muy importante, pero desde mi punto de vista aún lo fue más la visión que tenían entonces los norteamericanos del fenómeno yihadista. Los ciudadanos y las autoridades entendían que se trataba de un problema criminal, no terrorista. Creían que era un asunto que debía resolverse en los juzgados tradicionales.
Creo que cuando George Bush pronunció el  concepto de guerra contra el terror, independientemente de si era un término exacto, al menos tenía cierta idea de la magnitud del problema al que nos enfrentábamos.
– En Europa, muchos terroristas se aprovecharon del espacio de libre circulación. Estados Unidos, sin embargo, siempre ha mantenido una política estricta en este sentido, pero aún así los yihadistas lograron atacar…
No podemos hacer una distinción en este aspecto. Tanto en Estados Unidos como en Europa la mayor parte de los musulmanes vienen de fuera y, aunque es cierto que la cantidad de conversos al islam en Norteamérica es mayor, el problema es similar.
Existe la creencia de que hay más violencia entre los musulmanes en Europa que en Estados Unidos, pero los datos no aguantan esta comparación. El problema de la violencia es mucho mayor allí.

– Uno de los argumentos más esgrimidos por los yihadistas para justificar sus atentados es la invasión de Irak por parte de Estados Unidos en 2003…
Los yihadistas siempre tratan de presentarse ante sus seguidores como defensores de una causa. Utilizan cualquier tema que afecte a la comunidad musulmana para decir que atentan y asesinan con el objetivo de proteger a los musulmanes de todo el mundo.
– Donald Trump ha cambiado de parecer con respecto a Siria desde la campaña electoral y ahora parece dispuesto a enfrentarse a Rusia. ¿Cómo valora la política exterior actual norteamericana?
Estoy muy de acuerdo con el traslado de la embajada norteamericana en Israel a Jerusalén. También creo que la ruptura del acuerdo nuclear con Irán será una buena noticia para los ciudadanos.
En Siria, desde 2011, la política norteamericana ha sido confusa e inconsciente. En este momento el principal objetivo es apoyar a los kurdos, pues son el único aliado que se puede tener en ese país.
– Los políticos europeos insisten en la necesidad de aumentar los flujos migratorios mientras rechazan apoyar políticas de natalidad efectivas. ¿Por qué?
La decisión que Angela Merkel tomó en el verano de 2015 (hace referencia aquí al Welcome Refugees impuesto a todos los países comunitarios) fue una sorpresa que tuvo y tiene consecuencias gigantescas para las sociedades europeas. Se trata de un punto de inflexión en la historia de Europa, con mayúsculas.
La medida puesta en marcha por Merkel y el resto de dirigentes europeos puso de manifiesto el desconocimiento del problema existente entre las élites y la respuesta ciudadana no se ha hecho esperar. Vivimos el principio de una reacción global a la islamización. Vengo de visitar Austria, donde se ha formado el primer Gobierno con dos partidos con políticas antimigratorias en su programa electoral y lo que ha ocurrido allí sólo es el comienzo de una tendencia que se repetirá en Francia, Holanda o Italia.
– ¿Tienen recorrido estos partidos de la alt right o terminarán los conservadores por asumir sus políticas?
Es una pregunta interesante en la que nos vuelve a servir el ejemplo austríaco, donde entre el partido conservador y el de la derecha alternativa han sumado más del 50% del apoyo ciudadano. Lo único importante es que los partidos tradicionales hagan frente al problema.
– El espacio de libre circulación Schengen se encuentra en entredicho. ¿Tiene futuro?
No. Hasta que los países europeos no consigan controlar sus fronteras externas habrá más presión para controlar las fronteras interiores.
– La existencia de ‘no-go zones’ en muchas ciudades europeas pone de manifiesto la ausencia de medidas reales de los gobiernos contra lo que ocurre en estos barrios. ¿Cómo combatir y eliminar estos guetos?
Los Estados deben hacer todo lo que está en sus manos para que los inmigrantes recién llegados cumplan la ley y se comporten siguiendo las costumbres propias de cada lugar. Es vital que sea así, como también lo es regular las relaciones entre el hombre y la mujer, la educación de los hijos y, por supuesto, la presencia policial en estos barrios.
– España es uno de los países europeos con mayor presión migratoria. ¿Por qué ningún partido con representación parlamentaria apuesta por políticas contrarias a este fenómeno?
Precisamente he venido a España para entender las causas de este fenómeno. Reino Unido y España son los dos únicos países de Europa con una población musulmana importante en los que todavía no han surgido grandes partidos que defiendan estas ideas.
Creo que existen tres puntos que diferencian a España del resto de Europa: la sombra del régimen franquista, el mito de Al-Ándalus y la novedad del fenómeno de la inmigración musulmana en el país.
– ¿Logrará un partido con este programa entrar en el Congreso de los Diputados la próxima legislatura?
No puedo predecir lo que van a decidir los españoles. Sin embargo, es obvio que tan pronto como VOX obtenga representación parlamentaria, el PP tomará parte de su programa. Es un fenómeno que se ha repetido en varios países.
Creo que es muy importante que un partido con este ideario esté en el Parlamento, pues de otra forma no existe debate alguno sobre el problema migratorio porque el resto de formaciones opina exactamente lo mismo. Existe un gran contraste entre España e Italia y los países nórdicos, donde la inmigración se ha convertido en asunto central. Considero que las corrientes migratorias son el gran reto del futuro y hoy es más necesario que nunca hablar sobre ello.
– Los medios de comunicación se esfuerzan a diario para ocultar cualquier suceso relacionado con los recién llegados. ¿A qué se debe?
Lo que hemos visto en la prensa forma parte de un fenómeno más general que engloba a los medios de comunicación, la Policía, los jueces y fiscales, los políticos, los profesores  y los sacerdotes.