martes, 4 de noviembre de 2025

¿Quién gobierna en ti? (Aïon Célestial)

 « ¿Quién gobierna en ti?

¡Una explicación de la crisis política mundial! »

por Aïon Célestial



El Alumno: Maestro, ¿por qué los gobiernos del mundo parecen cada vez más corruptos, incoherentes, desconectados de los pueblos? 
A veces siento que ninguna nación está realmente guiada por la sabiduría.

El Maestro: Porque los gobiernos no son más que el reflejo ampliado de la psique colectiva. Lo que llamas corrupción externa no es más que la proyección de la confusión interior de los humanos. 
Mientras la mayoría no aprenda a gobernarse a sí misma, el mundo seguirá siendo gobernado por fuerzas caóticas.

El Alumno: Pero sin embargo existen individuos conscientes, despiertos, sinceros… 
¿Por qué su luz no es suficiente para cambiar el conjunto?

El Maestro: Porque la luz dispersa no gobierna, ilumina. Pero para gobernar, se necesita una cohesión interior. 
Mira dentro de ti: mientras tu mente, tu emoción y tu instinto no se escuchen, 
tú mismo eres un gobierno desunido. La humanidad es a esta imagen. 
Exige líderes equilibrados sin serlo ella misma.

El Alumno: ¿Quieres decir que la política mundial no es más que un teatro interior proyectado a gran escala?

El Maestro: Exactamente. Lo que llamas el mundo exterior es una puesta en escena del nivel de Conciencia colectivo. 
Cuando los humanos son gobernados por el miedo, eligen líderes que saben manipular el miedo. 
Cuando están maduros para la responsabilidad, generan gobiernos de servicio y claridad.

El Alumno: ¿Entonces merecemos a nuestros líderes?

El Maestro: No en el sentido moral, sino en el sentido vibratorio. Cada sociedad atrae la estructura política correspondiente a su grado de madurez interior. 
Los pueblos sometidos a sus pulsiones serán gobernados por la pulsión; 
Los que conocen la libertad interior conocerán gobiernos libres.

El Alumno: Pero ¿por qué los propios líderes parecen perderse en el orgullo y la dominación?

El Maestro: Porque el poder, cuando no está santificado por la conciencia, 
se pervierte. 
El poder es una energía neutra; 
revela el estado de quien lo posee. 
En el sabio, se convierte en servicio. 
En el ego, se convierte en posesión. Lo que ves en la política no es más que la desnudez de la psicología humana no integrada.

El Alumno: ¿Es entonces imposible que un gobierno sea justo?

El Maestro: No. Pero para que lo sea, debe nacer de una Conciencia colectiva unificada. No es cambiando las instituciones que se cambia la gobernanza, 
sino transformando la Conciencia que las alimenta.
Creer que una ley puede corregir el miedo es como creer que un vendaje cura un alma.

El Alumno: Entonces, ¿cuál sería el papel de un verdadero gobernante?

El Maestro: Ser un espejo claro del pueblo, no su amo. 
El verdadero dirigente no dirige: 
orienta las fuerzas hacia su armonía natural. 
No habla al miedo, sino a la dignidad. 
No promete nada: 
despierta la responsabilidad.

El Alumno: Describes un ideal casi utópico.

El Maestro: No, una necesidad. 
La crisis política no es un accidente, es una iniciación. 
Obliga a cada ser a reconocer que debe convertirse en rey en su reino interior. 
Mientras busques salvadores externos, 
abdiques tu propia soberanía.

El Alumno: ¿Qué quieres decir con
 “rey interior”?

El Maestro: Ser rey es hacer reinar el orden entre tus propias fuerzas. 
Tus pensamientos son tu parlamento; 
tus emociones, tu pueblo; 
tu alma, la constitución; 
tu espíritu, la corona. 
Cuando tu espíritu gobierna con sabiduría y no por miedo, 
tu reino interior se vuelve estable, 
y el mundo se alinea suavemente con esa estabilidad.

El Alumno: ¿Entonces cada ser humano participa en la política del mundo, incluso sin votar?

El Maestro: Cada pensamiento, cada emoción, cada acto añade una onda en el campo colectivo. ¿Crees que el universo ignora tu estado interior? 
¡No, lo refleja!