Enviado por José Antonio Sierra
Por Joaquín Sama
¿QUÉ
ES LA IDEOLOGÍA
DE GÉNERO?
Un siglo después de que Carlos Marx creyera
descubrir que “Toda la Historia de la sociedad humana es una historia de lucha
de clases” entre ricos y pobres, feministas radicales norteamericanas formadas
en universidades alemanas, creyeron descubrir que las verdaderas clases sociales
en lucha eran los hombres contra las
mujeres, actuando los primeros como clase dominante y explotadora, mientras las
mujeres eran las víctimas explotadas y oprimidas por los hombres.
A esta base conceptual se le añadió a
continuación una serie de principios doctrinarios, entre los que destacan los
siguientes:
1.- La sexualidad no es algo que nos
venga dado por la naturaleza, sino por la cultura.
2.-Los varones han dividido a la
Humanidad arbitrariamente en femenino y masculino, siendo la feminidad un
invento del varón para tener a la mujer como esclava.
3.-El matrimonio es una institución
creada por los hombres con el fin de someter a la mujer mediante el embarazo y
los hijos.
4.-Para conseguir una sociedad justa hay
que suprimir las dos clases sociales en pugna, pero estas no son proletarios y burgueses como
dijo Carlos Marx,
sino el hombre y la mujer, así que es necesario olvidar la palabra “sexo”
y sustituirla por “género”.
La ideología de género está impregnada
de fobia hacia la maternidad y el matrimonio, que según esta ideología genera
violencia machista contra las mujeres.
Llegados a este punto conviene recordar
las tres vías por las que se puede llegar a conclusiones erróneas: 1ª.-Por
desconocimiento; 2ª.-Porque el fanatismo ofusque el entendimiento; y 3ª.-Por ambos
motivos a la vez. La ideología de Género es un buen ejemplo de conclusiones
erróneas por la tercera vía.
Todo el cuerpo doctrinal de la Ideología
de Género carece de concordancia con la
naturaleza de los hechos. Y sin embargo, está consiguiendo extenderse por
numerosos países. Por un lado, los grupos de gays y lesbianas, se han dado cuenta de que con la
Ideología de Género ser homosexual “es normal”. Por otro, los gobiernos y las
Naciones Unidas han visto en la Ideología de Género una manera eficaz de controlar el crecimiento
de la población. Y por otra parte, los poderosos lobbys abortistas y de
reproducción asistida, encuentran en esta ideología una magnífica forma de
incrementar el volumen de sus negocios.
A diferencia del marxismo clásico que
aspiraba a transformar la sociedad, la Ideología
de Género va más allá e intenta cambiar a la misma naturaleza humana en su identidad, a
través del lenguaje, la moral, las
costumbres, las leyes, las instituciones, de siempre asociadas a la dualidad
hombre-mujer.
En ESPAÑA hubo un furibundo seguidor de
esta ideología, traducida en leyes durante ocho años, sin que hayan sido
derogadas:
-Ley Integral de Violencia de Género.
Discrimina al hombre en razón de su sexo, lo hace sospechoso de violencia, lo
criminaliza. Una simple denuncia lo convierte en reo.
En torno a esta Ley se ha montado en
nuestro país un negocio de 23.000 millones de euros en el 2015, el llamado por
las mismas feministas el negocio del maltrato, en forma de subvenciones a
organizaciones feministas, Juzgados de Familia, procuradoras, abogadas, casas
de acogidas, pagas a maltratadas, psicólogas y asistentes sociales, etc,
negocio que culmina con lo que ellas mismas denominan la bala de plata, consistente
en despojar a los hombres de sus bienes
en un proceso de divorcio.
Se silencia intencionadamente el número de
hombres fallecidos a manos de mujeres: en el 2015, veintinueve, sin que sepamos
cuántos fallecimientos más pudieron darse
por envenenamientos o por sobredosis farmacológicas, el método más usado por las mujeres para
eliminar a sus parejas, muertes que normalmente pasan desapercibidas.
A lo anterior hay que añadir el número
de suicidios acaecidos en ESPAÑA. El año pasado se acercó a 9.000, la mayoría
de hombres, mil de ellos en proceso de divorcio, privados de sus hijos, de su
honor, de su patrimonio… y llevados por
esta Ley a la desesperación.
Y todo ello sin que la Ley haya sido
útil para disminuir el lamentable número de mujeres fallecidas a consecuencia
de crímenes pasionales,
intencionadamente divulgados y magnificados por los colectivos
feministas para continuar justificando el flujo de dinero público.
-Ley del Matrimonio homosexual. Se iguala
por ley lo que es diferente, violentando
por ignorancia y fanatismo ideológico el resultado de 3.500 millones de años de
Evolución, cual es lo femenino y masculino: en el caso de la mujer, una sola
célula reproductora cada 28 días, el óvulo, de tamaño 250.000 veces mayor que
el espermatozoide, la célula reproductiva masculina, 400 millones de ellas en
cada eyaculación, realidades biológicas que determinan las diferencias
conductuales de complementariedad entre hombres y mujeres, y de cuya percepción
se ven privados por esta Ley los hijos adoptados por parejas de homosexuales.
Arbitrariamente se sustituye al padre-madre
por padre 1-padre 2, o bien madre 1- madre 2, experimento de ingeniería social avalado
por dudosos informes elaborados por psiquiatras y psicólogos homosexuales,
propulsores de la Ideología de Género.
Bajo la excusa de extender supuestos
derechos, al igualar la unión de dos hombres –virimonio-, o dos mujeres
–femimonio-, con el matrimonio entre un hombre y una mujer, se desdibuja intencionadamente
el matrimonio tradicional como el pilar
básico de donde surge la vida, la crianza y la educación de los hijos en la
complementariedad de hombres y mujeres, abriéndose además la puerta a posibles
nuevos tipos de uniones legales en aras de una mayor libertad: hombre-cabra,
mujer-perro, etc. ¿Por qué no?
-Ley del Divorcio “Exprés”. Esta medida
legal arrebata el valor que tiene la continuidad del matrimonio de cara a la
educación y estabilidad emocional de los hijos. El desprecio de la Ideología de
Género hacia la institución matrimonial, lleva a la frivolización de este lazo
que puede romperse ante cualquier
desencuentro.
El resultado es un enorme volumen de
separaciones matrimoniales que saturan los Juzgados de Familia creados
exprofeso, abogados tramitadores, mediadores matrimoniales, etc, y, lo que es peor, miles de niños criándose en
familias desestructuradas, hombres y mujeres con hijos de dos o más parejas
diferentes que, unidos por nuevos lazos,
conforman verdaderos batiburrillos inevitablemente conflictivos.
-Ley Orgánica de Educación. Aparece la
asignatura “Educación para la Ciudadanía” por medio de la cual se les imponía a los estudiantes la visión doctrinaria
de la moral del Gobierno. Se repite continuamente la palabra “género”, se
presentan como normales tendencias sexuales que estadísticamente no lo son ya
que la homosexualidad afecta a un 2% de la población, cifra que los lobbys de gays
y lesbianas exageran deliberadamente.
-Ley Reguladora de la Transexualidad.
En realidad, lo que viene es a permitir que se cambie la inscripción en el
Registro Civil, sin necesidad de cambiar el aspecto sexual de la persona,
contribuyendo de esta forma a difuminar la diferenciación masculino -femenino,
en aras al igualitarismo totalitario de género.
-Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la
Interrupción Voluntaria del Embarazo (Ley del Aborto). Se le concede a la mujer
el derecho a cercenar una nueva vida en
desarrollo, una nueva vida que ha concebido con otra persona, a la que no
se considera, aunque a él pertenezca la mitad de esa nueva
vida que se gesta. El “derecho a la maternidad”, como hipócritamente invoca la
Ley, es en realidad el derecho a no ser madre, a desligar el amor y la
sexualidad de la maternidad.
Se banalizan las relaciones sexuales como una
irrefutable muestra de progreso, cuando los encuentros sexuales con la única
motivación de la satisfacción física nos aproxima a especies menos
evolucionadas que la nuestra, alejándonos de los logros conseguidos por la
Humanidad en cuanto a la formación del vínculo amoroso para la procreación y
cuidado de la descendencia, lo que ha sido reconocido y potenciado por todas
las Culturas.
Se fomenta la frivolidad y falta de
responsabilidad en las relaciones sexuales, cuyas consecuencias debe sufragar
con sus impuestos el resto de la sociedad,
que abona el gasto ocasionado en clínicas abortistas concertadas y en el propio Sistema Nacional de Salud, así
como el coste añadido a consecuencia de los numerosísimos tratamientos de tipo
psicoterapéutico y/o psicofarmacológico destinados a reparar el indeleble
desgarro emocional que provoca el aborto en la mujer.
La Ideología de Género está
introduciendo un poderoso factor de infelicidad en la sociedad occidental,
sobre todo en la juventud, al convertir en presuntos maltratadores y asesinos
al 50% de la población. La desconfianza que generan las noticias sesgadas sobre
violencia pasional, demostrado por la Ciencia que es bidireccional, ha
introducido un factor de sospecha generadora de inquietud, que se suma a
la producida por los propios postulados
de esta ideología, contradictorios con los más íntimos sentimientos naturales
de las personas.
En la Historia abundan los ejemplos de cómo un
reducido grupo de exaltados es capaz de arrastrar a millones de personas al
desastre, partiendo de su propia e intensa emotividad en forma de
resentimiento, agresividad, sexualidad anormal, ambición de poder o cualquier
otro tipo de emociones e intereses vinculantes de grupo, que muestran
disfrazados como ideología liberadora.
La dictadura que impuso Lenin, con millones de muertes y 70 años de
falta de libertad, o la toma del poder por el nacionalsocialismo de Hitler, son
claros ejemplos de lo que antecede. Hagamos lo posible para que la llamada
Ideología de Género no llegue a convertirse en un ejemplo más de totalitarismo
aberrante a lo largo de los últimos cien años.
Joaquín Sama
Psiquiatra