viernes, 20 de julio de 2018

Las fotos no bastan


CORRESPONDENCIA (ACTUALL)
Las fotos no bastan
Una mente confusa no puede tener ideas claras.
Eso, que es una obviedad de Perogrullo, se aplica a toda la humanidad menos a Pedro Sánchez. ¿Cómo puede tener absolutamente clara la unidad de Europa cuando tiene absolutamente confusa la unidad de España? O ¿es que España no es Europa? No lo tiene claro ¡Claro!
Esta y otras múltiples contradicciones, confusiones, falacias, etc. vemos, oímos y tenemos que tragar los españoles cada día. P. Sánchez en Francia es uno y P. Sánchez en España es otro. Nada extraño, la mente confusa es así.
Con mucha palabrería explicaba lo muy de acuerdo que está con Macron y le faltaban palabras para decir lo poco de acuerdo que Macron está con él. A la mente confusa tan pronto le sobran como le faltan palabras.
Estamos, pues, en ese baile político que usurpa la democracia con tapadera de plastilina. Tenemos una nueva especie de régimen que se dedica a patrocinar  pseudo-valores para suplir la carencia de valores: Integrador, unificador, positivo; en suma, socialista para unos, explotador para otros (españoles son siempre otros). Los otros cargan con impuestos, los otros no ven sus pensiones normalizadas, los otros van quedando en el paro, los otros no consiguen las necesarias ayudas para crear, producir, mejorar, etc. porque los unos están en ultrafeminismo, en LGTBI, en ideología, en eutanasia, en barcos a la deriva, en quitar vallas en Melilla, en levantar algún muerto, en pagar autopistas, en contentar a PNV y a Torras, y más, y más…en menos de tres semanas!
Es lo que hay, política usurpadora pero legal, ¿muy legal? Ignorancia, ¡mucha ignorancia!, fanatismo partidista, ¡mucho fanatismo! ¡mucho partidismo! Fotos y cámaras, ¡muchas fotos!, palabrería ¡mucha palabrería! Y cultura de muerte.
Pero gobernar es un ejercicio de madurez, de equilibrio, de mente clara; porque se necesita mirar la realidad con objetividad, sin pasiones, sin poses, sin fanatismos políticos, tampoco religiosos, ni arabescos y mucho menos con históricas cuentas pendientes que nada tienen que ver con los ciudadanos de hoy, de aquí, de ahora para quienes se gobierna, o se debería gobernar…
El bien común es eso, común; no partidista, no personalista, no de grupos, no de deudas particulares, tampoco de ancestros resentidos.
Los niños necesitan buenas escuelas hoy, los mayores sus pensiones hoy, los enfermos sus cuidados –también paliativos- hoy, los pobres su pan hoy, los trabajadores su puesto hoy, Europa su % hoy, España su unidad hoy y P. Sánchez necesita una mente clara hoy ¡Ya! Porque las fotos solas no bastan.
Isidro García Getino


España