6 sencillas recetas para combatir las ‘fake news’ sin lanzarte a una guerra con Rusia
Indudablemente Rusia está de moda. Casi todos los días algún medio implica a ese país en alguna conspiración para hacer que el mundo occidental se tambalee con la emisión de noticias falsas.
Por supuesto, no niego que Rusia tenga interés en provocar esa inestabilidad. Hace unas semanas ya expliqué aquí mi opinión negativa sobre Putin y sobre el papel jugado con Rusia en el golpe separatista en Cataluña. Pero creo que se equivocan quienes pretenden solucionar este problema generando una paranoia social.
En el tema de la desinformación la influencia de ciertos gobiernos es incuestionable, y no sólo del ruso.
En este blog llevo 13 años replicando mentiras de gobiernos de diversos colores, y el de Rusia no ha sido precisamente el que más me ha tenido ocupado.
Sí, amigos míos: nuestra pereza y nuestra credulidad es el mejor aliado de los creadores y propagadores de bulos. Me refiero a la pereza porque es muy habitual en las redes sociales compartir noticias sin leerlas, habiendo visto sólo el titular.
Y ciertamente somos muy crédulos especialmente cuando leemos algo que concuerda con nuestros deseos. Alguien afín al partido A y que odia al partido B es mucho más propenso a cualquier noticia negativa sobre B que sobre A.
Si acostumbras a alguien a no molestarse en leer, en estudiar y en documentarse bien para poder opinar, si no dejas de hacerle cree que se merece un montón de derechos sin vincularlos a ninguna responsabilidad ni obligación, lo que estás consiguiendo son personas manipulables.
Implican que hagas un esfuerzo. Te corresponde a ti decidir si el premio a conseguir -que no te engañen- hace que ese esfuerzo merezca la pena. Yo creo que sí, y con creces. Aquí van las recetas:
1. No dediques más tiempo a escribir que a leer. Puede parecer un consejo paradójico dicho por alguien que tiene un blog que se actualiza a diario, pero la verdad es que todos los días, cada vez que escribo una entrada, dedico mucho más tiempo a leer y a documentarme que a escribirla.
2. No compartas titulares sin haber leído el contenido de la noticia. Y esto te lo pido también cuando compartas un titular de este blog: si me molesto en documentar y argumentar bien lo que escribo no es para que la gente lea el titular y pase olímpicamente del resto. Tenemos que ejercitar nuestra capacidad crítica y eso empieza por comprobar mínimamente lo que difundimos.
Algunas veces he analizado en este blog noticias publicadas en ciertos medios cuyos titulares no tenían ninguna relación con el contenido de la noticia, y sin embargo esas noticias se habían viralizado. Es algo absurdo.
3. No opines sobre un tema sobre el que no tengas ningún conocimiento. Parece una perogrullada, pero uno de los vicios más extendidos es opinar sobre cualquier tema sin saber de lo que se habla.
Lo realmente enriquecedor, estés de acuerdo o no con la opinión de alguien, es ver que esa persona sabe de lo que habla, aunque su punto de vista no coincida con el tuyo.
4. No des crédito a rumores y no ayudes a difundirlos. Parece mentira lo fácil que es destruir la reputación de alguien a base de chismes, pero lamentablemente pasa todos los días.
Generalmente sólo nos damos cuenta del daño que eso provoca cuando somos víctimas de uno de esos rumores. Tengamos un poco de empatía, por favor.
5. Evita los insultos en las redes sociales. A lo mejor te preguntas qué narices tiene eso que ver con las noticias falsas, pero sí tiene relación.
6. Pon tu granito de arena para destapar esas noticias falsas. Esta es la parte más complicada del recetario, porque implica verificar esas noticias -lo que no siempre está a nuestro alcance- y ponernos a contrarrestarlas.
Yo para eso tengo este blog, pero no todo el mundo tiene tiempo ni conocimientos sufientes para escribir uno. Sin embargo, hoy las redes sociales nos ofrecen herramientas muy útiles para dar a conocer la verdad sin grandes esfuerzos.
Como ves, estas recetas requieren de una cierta disciplina, de un compromiso por nuestra parte. Por eso digo que no son fáciles de aplicar. Ahora debes elegir entre lo fácil y lo correcto. Los emisores de noticias falsas esperan que elijas lo fácil. Confían en que te dejes vencer por la pereza. Quieren que bajes la guardia para poder engañarte. ¿Se lo vas a permitir?
En el tema de la desinformación la influencia de ciertos gobiernos es incuestionable, y no sólo del ruso.
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El mejor aliado de las noticias falsas: nuestras propias debilidades
Si queremos buscar a los principales responsables de que las llamadas “fake news” (como se llama ahora, absurdamente, a las noticias falsas incluso cuando se habla en español) sólo tenemos que buscar un espejo.Sí, amigos míos: nuestra pereza y nuestra credulidad es el mejor aliado de los creadores y propagadores de bulos. Me refiero a la pereza porque es muy habitual en las redes sociales compartir noticias sin leerlas, habiendo visto sólo el titular.
Y ciertamente somos muy crédulos especialmente cuando leemos algo que concuerda con nuestros deseos. Alguien afín al partido A y que odia al partido B es mucho más propenso a cualquier noticia negativa sobre B que sobre A.
No es coherente apoyar modelos educativos basados en el mínimo esfuerzo y luego quejarte de que esos jóvenes se tragan cualquier patrañaOtro hecho que influye mucho es la educación. Y en este punto me sorprende ver el doble discurso de ciertos medios: no es coherente apoyar modelos educativos basados en el mínimo esfuerzo y luego quejarte de que esos jóvenes se tragan cualquier patraña.
Si acostumbras a alguien a no molestarse en leer, en estudiar y en documentarse bien para poder opinar, si no dejas de hacerle cree que se merece un montón de derechos sin vincularlos a ninguna responsabilidad ni obligación, lo que estás consiguiendo son personas manipulables.
6 recetas sencillas de explicar pero no fáciles de aplicar
Os propongo aquí algunas recetas sencillas contra esas intoxicaciones informativas. Y aquí tengo que reconocer que te he hecho caer en una pequeña trampa: estas recetas son sencillas se exponer, pero no fáciles de aplicar.Implican que hagas un esfuerzo. Te corresponde a ti decidir si el premio a conseguir -que no te engañen- hace que ese esfuerzo merezca la pena. Yo creo que sí, y con creces. Aquí van las recetas:
1. No dediques más tiempo a escribir que a leer. Puede parecer un consejo paradójico dicho por alguien que tiene un blog que se actualiza a diario, pero la verdad es que todos los días, cada vez que escribo una entrada, dedico mucho más tiempo a leer y a documentarme que a escribirla.
2. No compartas titulares sin haber leído el contenido de la noticia. Y esto te lo pido también cuando compartas un titular de este blog: si me molesto en documentar y argumentar bien lo que escribo no es para que la gente lea el titular y pase olímpicamente del resto. Tenemos que ejercitar nuestra capacidad crítica y eso empieza por comprobar mínimamente lo que difundimos.
Algunas veces he analizado en este blog noticias publicadas en ciertos medios cuyos titulares no tenían ninguna relación con el contenido de la noticia, y sin embargo esas noticias se habían viralizado. Es algo absurdo.
3. No opines sobre un tema sobre el que no tengas ningún conocimiento. Parece una perogrullada, pero uno de los vicios más extendidos es opinar sobre cualquier tema sin saber de lo que se habla.
Lo realmente enriquecedor, estés de acuerdo o no con la opinión de alguien, es ver que esa persona sabe de lo que habla, aunque su punto de vista no coincida con el tuyo.
4. No des crédito a rumores y no ayudes a difundirlos. Parece mentira lo fácil que es destruir la reputación de alguien a base de chismes, pero lamentablemente pasa todos los días.
Generalmente sólo nos damos cuenta del daño que eso provoca cuando somos víctimas de uno de esos rumores. Tengamos un poco de empatía, por favor.
5. Evita los insultos en las redes sociales. A lo mejor te preguntas qué narices tiene eso que ver con las noticias falsas, pero sí tiene relación.
Una noticia falsa va acompañada del consiguiente linchamiento contra el sujeto de esa noticiaA menudo, una noticia falsa va acompañada del consiguiente linchamiento contra el sujeto de esa noticia. Esos insultos crean un ambiente en el que el sano debate y la crítica legítima se sustituyen por una ira ciega a cualquier argumento. En ese ambiente las noticias falsas se mueven como pez en el agua.
6. Pon tu granito de arena para destapar esas noticias falsas. Esta es la parte más complicada del recetario, porque implica verificar esas noticias -lo que no siempre está a nuestro alcance- y ponernos a contrarrestarlas.
Yo para eso tengo este blog, pero no todo el mundo tiene tiempo ni conocimientos sufientes para escribir uno. Sin embargo, hoy las redes sociales nos ofrecen herramientas muy útiles para dar a conocer la verdad sin grandes esfuerzos.
Si conoces la falsedad de una noticia y no haces nada por contrarrestarla, le estás dando ventaja a los intoxicadoresAfrontar ese esfuerzo no sólo es una tarea apasionante, sino también un deber moral. Si conoces la falsedad de una noticia y no haces nada por contrarrestarla, le estás dando ventaja a los intoxicadores. Si todos hiciésemos ese pequeño esfuerzo a diario, los creadores de bulos estarían acabados.
Como ves, estas recetas requieren de una cierta disciplina, de un compromiso por nuestra parte. Por eso digo que no son fáciles de aplicar. Ahora debes elegir entre lo fácil y lo correcto. Los emisores de noticias falsas esperan que elijas lo fácil. Confían en que te dejes vencer por la pereza. Quieren que bajes la guardia para poder engañarte. ¿Se lo vas a permitir?