Cada instante, es un
instante
en que se da lo
absoluto.
En cada gozo concreto
tengo la vida en un
puño.
La corbata que he
estrenado,
el cigarrrillo que
fumo,
el olor de una
manzana,
el besarte que
disfruto,
son actos que, bien
vividos,
dan lo total en un
punto.
Nada es vulgar, nada
es vano
si en ello, a fondo,
me sumo.
Cuando el pulso bate
lleno,
no hay pasado ni hay
futuro:
sólo presente, regalo,
cuerpos y actos, ser
maduro.
GABRIEL CELAYA (Hernani, Guipúzcoa: 7911-1991)