Os comunico que, según medios bien contrastados, parte del agua que sale por los grifos de vuestras casas, procede otra vez de la cloaca de Fuentes Claras. Como ya sabéis, el agua de este embalse tiene una calidad excelente, gracias a sus altas propiedades mineromedicinales. No en vano, en el fondo de la presa se acumulan más de un metro de lodos fecales. Por otra parte, los dos "tanques de tormentas" que hay en la orilla, de vez en cuando se llenan, y todos los residuos de la red de alcantarillado caen directamente al embalse, en cuya superficie flotan a veces las compresas y otras plantas acuáticas semejantes de singular belleza. Hace poco había hasta un caballo muerto, en estado de putrefacción, que alguien había tirado en el agua, y que por cierto costó bastante retirar.
Eso sin contar con el viejo vertedero de la ciudad, una montaña de basuras que se encuentra sumergida bajo la superficie de Fuentes Claras, con el consiguiente riesgo de filtraciones de metales pesados y productos químicos almacenados ahí durante treinta años.
Por si esto aún no fuese suficiente, aún hay más, porque el río Adaja arrastra hasta el embalse los pesticidas tóxicos y peligrosos que se utilizan en el Valle Amblés (el bromuro de metilo y otros muchos). Así como los restos orgánicos de los mataderos del valle, que también se arrojan al cauce del río y vienen corriente abajo hasta Fuentes Claras.
Personalmente, propongo construir un balneario termal en Fuentes Claras, y que la gente se vaya a bañar en las aguas limpias, cristalinas y transparentes de este embalse. Creo que para el reuma y la artrosis son unas aguas extraordinarias. Y para la piel nada mejor que un buen masaje con los "barros" depositados en el vaso de la presa. No digamos para los riñones...
Todo ello, precisamente, es lo que confiere al agua que sale por los grifos de los abulenses, ese carácter saludable y único, haciendo que esta sea "odora", "colora", y "sabora". Sí, si, lo he dicho bien, sin el "in", porque eso son chorradas. Donde esté un agua como el de Fuentes Claras, que se quiten las aguas embotelladas y esas mariconadas
Vamos a ver, además, a Fuentes Claras es una fábrica de perfumes y efluvios aromáticos, que en ocasiones llenan con sus dulces fragancias el aire de la ciudad, como sucedió este verano. ¿De qué podemos quejarnos...?
Asi que ya podéis transmitir esto a vuestros contactos, para que se enteren de lo que tenemos en Ávila
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