jueves, 8 de octubre de 2015

CLORURO DE MAGNESIO Juan Prada Bécares

 2015.10.07 DSalud Discovery.

          En cuanto interesado en temas sanitarios y en el cuidado de su salud y la de sus dependientes, es probable que tenga en su poder el número de este mes de octubre de la Revista Discovery DSalud, valiente medio informativo que pone a disposición de sus lectores datos de todas las procedencias y tendencias, de modo que saquen sus propias consecuencias, al margen de las presiones dominantes.

          De ser así habrá visto el artículo que dedica al cloruro de magnesio, muy ilustrativo de sus ventajas de reposición alimenticia equIlibradora orgánica, a la que nosotros nos hemos referido en varias comunicaciones, desde hace muchos años, como en la ah CLORURO DE MAGNESIO BÁSICO, que reponemos y le acompañamos en adjunto.

          Cordialmente.

Juan Prada Bécares, Abogado, Promoción 9 de Abril 1952 para Defensa del Derecho a la Vida y la Integridad Física y Moral de las Personas.

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MAGNESIO Y
CLORURO DE MAGNESIO

Doctor Prada Pascual (1891-1975)

Siendo especialmente eficaz el cloruro de magnesio, como disolvente
de apoyo a la depuración general, no se debe confundir con el magnesio
como elemento químico, que forma parte de la composición orgánica
general y algunos ingieren inadecuadamente, sin tener en cuenta que
puede combinarse con otras substancias a eliminar, incluso cristalizables,
como con silicatos (silicio y oxígeno), tales como silicato de magnesio
o silicato de magnesio y aluminio, acumulándose y formando parte de
residuos que, por insuficiencias funcionales en su desasimilación, afectan
a los organismos con arrastres, punteados, fondos y otros signos de
los exámenes bio-hematológicos, con efectos inapreciables o visibles, de
manera progresiva, recidivante o crónica sobre todo en relación con sus
aparatos de recambio, como los periaislantes, piel y mucosas, el renal, el
circulatorio. el digestivo, el cerebro espinal o el respiratorio (especialmente
expuesto a incidencias exteriores, que se hacen apremiantes o
desembocan hasta en infiltraciones y cánceres pulmonares),
El magnesio, cuyo ión es esencial para todas las células vivas, está
en sus programaciones estructurales, que mantiene compensadas con el
cloruro de magnesio, repuesto suficientemente, sin excesos que den lugar
a piedras, escorias o virus, en cuanto reacciona con minerales y metales,
desde los ligeros en forma de gases, hasta los más pesados como
mercuriales, cadmio o plomo, estables o inestables, como el estroncio.
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Su mejor manera de ser administrado de manera rápida, operativa,
la descubrió el doctor Pierre Delbet, en el cloruro de magnesio.
Doctor Pierre Delbet (1861-1957)
Cirujano profesor de la Universidad de París, autor del Tratado de
Cirugía y Clínica Operatoria y del Nuevo Tratado de Cirugía, el doctor Pierre
Delbat, en 1915, buscando un medio de limpiar las heridas de los soldados,
investigó la influencia de las sales en la fagocitosis y, después de
ensayar con muchas llegó a la conclusión de que el cloruro de magnesio,
la aumentaba en un trescientos por cien, fortaleciendo el sistema inmunológico.
Llamó al efecto “cytophilaxis" y los resultados prácticos de la sal
de magnesio resultaron asombrosos en uso externo y todavía más tomada
en solución oral, como ayuda para enfrentar y superar una larga lista
de dolencias físicas, psíquicas y precancerosas. Recuperó a muchos miles
de soldados, publicó su trabajo y entró en la Academia de Medicina de
Francia en 1921. Comprobó, con su alumno Auguste Neveu, que el cloruro
de magnesio actuaba con humanos y animales y vegetales, ganadería y
cultivos, y observó que muchos ancianos recuperaban elasticidad y memoria,
controlando temblores y demencias, y les compuso un específico
con cloruro y bromuro de magnesio, al que denominó “Delbiase”.
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El año en que Delbet fue nombrado académico estuvo en París el
doctor Prada Pascual quien, entre sus fórmulas desarrollaría las del cloruro
de magnesio decantado, hoy “Magnisan” y otro enriquecido con agua
de mar, para trato de niños raquíticos, inapetentes y con problemas digestivos,
respiratorios y varios. Estaba haciendo sus estudios sobre la
programación celular, con sus funciones asimilativas y energéticas y el
múltiple contenido intrabiológico del estanque acuoso humano, precisado
de su adecuada depuración, que comunicaría en la Gran Plaga Oculta,
en cuyas páginas 45 y 46 se refirió a los desechos de la evolución orgánica
y de las contiendas vitales, de formación interna y de aportación exterior,
que pueden superar la capacidad de soporte y eliminación de los órganos
y tejidos del cuerpo, dando lugar a acumulaciones de escorias y
basuras capaces de favorecer procesos de desequilibrio, erosivos y degenerativos
y desencadenar alteraciones físicas y psíquicas y complicaciones
coyunturales o solapadas antes de evidenciarse en síntomatologías
desconcertantes o concretas, daños comprobables, obstrucciones e,
incluso, atascos tendentes a detener los programas vitales.
Silicato de magnesio y aluminio.
El cloruro de magnesio estabilizado, además de sus propiedades
disolventes, regenerativas y depurativas en general, tiene la de diluir las
combinaciones del propio magnesio y de otros compuestos de magnesio,
ocasionalmente acumulables, con sus riesgos consecuentes, recomendándose
a los terapeutas, a tal efecto, distribuir en varias tomas su dosis
diaria de sostenimiento, para graduar y mantener su acción purificadora.
Una mina de asbesto es un mal lugar en que estar.
El asbesto o amianto abunda en la tierra y está más o menos presente
en el aire que se respira en diversas proporciones tolerables, acumulables,
irritantes e, incluso, obstructivas. Plinio el Viejo, en el siglo I,
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alertaba en Roma, sobre las enfermedades bronquiales y pulmonares que
sufrían los esclavos vestidos con ropas de amianto, que hoy vuelven a
generalizarse, con adición de nuevas contaminaciones ambientales industriales
e ingestiones químicas, que están extendiendo insospechadas
asbestosis, con silicatos de magnesio y hierro y otras causas de neumoconiosis,
sobre grandes masas de población que se descuidan.
- Las aplicaciones del cloruro de magnesio son innumerables y se
encuentran más cada día. Los doctores Delbet y Neveu, mencionaron sus
servicios en la fortaleza del pelo y las uňas, en enfermedades típicas de la
edad (impotencia, hipertrofia prostática, problemas cerebrales y circulatorios),
en alergias (asma, urticaria, fiebre de heno y reacciones anafilácticas),
meningitis, tétanos, toxicosis y envenenamientos, tuberculosis y
como preventivo del cáncer y resolutivo de leucoplasias, hiperqueratosis
o mastitis crónicas. Delbet publicó el libro Política Preventiva del Cáncer.
Neveu utilizó el cloruro de magnesio en un caso de difteria para prevenir
riesgos del suero diftérico y se encontró con la niña curada antes de que
se le aplicara y, a partir de entonces, todos los casos sanaron. Comenzó a
tratar casos de poliomielitis y le ocurrió lo mismo. Se emocionó y trató de
divulgar su método Delbet-Neveu, pero chocó con el obstruccionismo oficial
y de la propia Academia de Medicina, que lo vieron como amenaza a
las nuevas y crecientes empresas de vacunas.
La esposa del Dr. Neveu siguió difundiendo la terapia para sanar la
polio en la década de los 50 y 60 y en Roma, en 1974, la revista Agricultura
et Vie, órgano de difusión de la agricultura biológica pública la entregó
la distinción de Doctor Honoris Causa en Ciencias y el testimonio de su
nombramiento como miembro de la Academia de Ciencias de Roma,
El padre jesuita Ignacio Puig escribió un muy documentado libro
sobre las “Virtudes curativas del magnesio”, donde expone una gran cantidad
de posibles usos del cloruro de magnesio.
Ignacio Puig S.J. (1887-1961)
Comunicación 305 – 2014.11.10
Juan Prada Bécares, Abogado, Promoción 9 de Abril 1952, para Defensa
del Derecho a la Vida y la Integridad Física y Moral de las Personas,
Claudio Coello 8, 1º - 28001 Madrid – juan@prada.jazztel.es

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