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Quienes la impulsan quieren ahora perseguir a quienes la denuncien
¿Cómo que la ideología de género «no existe»? He aquí sus
cinco mandamientos más evidentes
¿Cómo que la ideología de género «no existe»? He aquí sus
cinco mandamientos más evidentes
El travestismo elevado a teoría sobre la identidad sexual:
uno de los componentes esenciales de la ideología de género.
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Mario Adinolfi / Tempi8 octubre 2015
[Ante las crecientes reacciones contra la imposición
sectaria de la ideología de género -sobre todo en la escuela-, sus impulsores
intentan negar que existe, y además amenazan con perseguir a quienes afirmen
que existe. Recientemente la ministra de Educación italiana y algunos de los
principales periódicos del país transalpino se pusieron sospechosamente de
acuerdo en ese punto. Publicamos la respuesta de Mario Adinolfi desde las
páginas de Tempi.]
La escuela italiana ha vuelto a abrir sus puertas con la
amenaza de "denuncias" por parte de una ministra severa contra
quienes difunden el "fraude del género". Felicidades. Un régimen
autoritario no lo habría hecho mejor.
Efectivamente, lo que une a la ministra Stefania Giannini
con los líderes de la comunidad LGBT y los grandes periódicos nacionales es la
negación de la evidencia. Dicen que "la ideología de género no
existe". De hecho, para Giannini es un "fraude cultural". Y los
que la difunden merecen ser perseguidos, incluso por vía judicial. Para
Repubblica "la teoría de género es un fantasma que se pasea por
Italia". Para el Corriere della Sera "es solo una invención retórica,
un ídolo polémico lleno de nada". Etcétera.
Stefania Giannini se hace la despistada ante la realidad: la
ideología de género que ella misma implanta en las escuelas... no existe.
Con los distintos megáfonos de la televisión, los periódicos
y las redes militantes, todos se alinean según las directrices de la ministro
"antifraude". La causa negacionista lanzada por los grupos LGBT
parece haber encontrado un parapeto institucional. Tomamos nota.
¿Se está acercando peligrosamente la ministra de Educación a
la acusación formulada por Aurelio Mancuso, uno de los históricos exponentes de
Arcigay, según el cual "la ideología de género es un invento del
Vaticano"?
Aurelio Mancuso, activista gay italiano ex presidente de la
asociación Arcigay, opina que la ideología de género es una invención de la
Iglesia.
Efectivamente, según el Papa Francisco "la teoría de
género es una equivocación de la mente humana" que planta sus raíces en
una "colonización ideológica" que ha asumido la forma del lavado del
cerebro reservado "a las juventudes hitlerianas". Es verdad, nosotros
tendemos a creer más al Papa que a Mancuso. En lo que respecto al "fraude
cultural", ¿también Bergoglio estaría hablando de "fraude",
señora ministra? Veamos.
Quienes dicen que la ideología de género es una invención de
los católicos, a continuación tienen que admitir la existencia (no podrían no
hacerlo) de los "estudios de género": elaboraciones y textos que en
ámbito académico empezaron a afirmar a partir de los años sesenta, con el
objetivo principal de la emancipación y liberación de la mujer, la indiferencia
sexual entre lo masculino y lo femenino. A partir de los años ochenta los
"estudios de género" evolucionaron en “gay, lesbian, transgender,
queer and intersexual studies”, con el fin de seguir acompañando fenómenos de
emancipación y liberación sexual y social de las categorías indicadas.
Los cinco mandamientos de la ideología de género
Podríamos prolongarnos mucho sobre estos estudios académicos
puramente ideológicos y absolutamente a-científicos; bastaría volver a proponer
el documental La paradoja noruega para explicar hasta qué punto esta ideología
está fundada sobre bases médicas y científicas nulas, pero esto nos desviaría
de la cuestión principal. Hoy, aquí, queremos responder a una simple pregunta:
¿qué es lo que afirma la ideología de género? Los "mandamientos" de esta
ideología son cinco y vinculados entre ellos.
1. Hombre y mujer son iguales
El objetivo originario de los "estudios de género"
de los años sesenta era afirmar la absoluta igualdad entre el hombre y la mujer
con el fin de que la mujer se liberara y emancipara de la
"discriminación". Negar la distinción masculino-femenino, considerar
"un estereotipo" el que existan, por ejemplo, trabajos típicamente
masculinos y otros típicamente femeninos, negar la especificidad del papel
materno respecto al paterno, son los elementos fundamentales de la ideología
que afirma que el hombre y la mujer son intercambiables en cada función, que
han sido sólo un convencionalismo social y una opresión de tipo
histórico-cultural los que han encerrado a la mujer en algunos papeles concretos,
en especial en el ámbito familiar, por lo que es necesario liberarla.
2. El sexo biológico se puede modificar
La ideología de género ve el sexo biológico como un dato
originario que se puede modificar, como algo transitorio y "líquido"
que se puede doblegar según la elección del "género" al que se quiere
pertenecer y que puede realizarse a cualquier edad partiendo de los datos de
comportamiento. Los ideólogos del género impulsan, por consiguiente, el
transexualismo como prueba de libertad y emancipación del individuo y sostienen
que la definición del ser humano también a nivel burocrático no debe limitarse
a las dos sexualidades biológicas universalmente reconocidas (masculino y
femenino), sino que debe adecuarse a infinitos y fantasiosos matices de género,
llegando a contar hasta 56. Las redes sociales como Facebook se han sometido a
este diktat ideológico, mientras que algunas legislaciones nacionales han
reconocido, además del género masculino y femenino, también un irreal género
“neutro”.
3. ¿La familia natural? Un estereotipo
Según la ideología de género, la familia natural formada por
padre, madre e hijos es sólo un estereotipo cultural basado en la opresiva
acción del varón sobre la mujer, roto ya por la liberación sexual de la mujer,
a su vez acompañada por el fin de la "dictadura del varón", también
él liberado en una sexualidad líquida que genera 56 géneros distintos. Por
consiguiente, roto el esquema masculino-femenino, rota está también la idea
estereotipada de la familia. Por consiguiente, los ideólogos del género obligan
a utilizar el plural: ya no existe la familia, sino "las familias";
con ello se refieren a cualquier agregación social fundada sobre un
"amor" genérico que incluye, obviamente, también las relaciones con
más parejas como los "poliamores". Esto hace que emerjan una serie de
reivindicaciones políticas y sociales que van desde el denominado
"matrimonio igualitario", más conocido como matrimonio gay, hasta el
reconocimiento, como hemos dicho, de las relaciones con más parejas llamadas
"poliamores", vistas por algunos intelectuales como Jacques Attali
como el inevitable desembarco de la sociedad de la desintermediación.
4. "Desexualizar" la "progenitorialidad"
Si la familia natural es un estereotipo, el culmen de la
ideología de genero es inevitablemente la "desexualización" de la
"progenitorialidad". Por consiguiente, los hijos ya no nacen de la
relación sexual entre un hombre y una mujer, sino que pueden ser generados
artificialmente por cualquiera agregación social, lo que lleva a impulsar la
fecundación asistida homóloga y sobre todo heteróloga: de hecho, la ley que la
regula, a medida que se la va privando de vínculos, es cada vez más el emblema
de la liberación. Se apoyan prácticas objetivamente violentas y brutales, como
el vientre de alquiler, utilizando sin embargo fórmulas lingüísticas
edulcoradas y si es posible con forma de incomprensibles acrónimos como GPA
(gestation pour autrui, gestación por otro) o GDS (gestazione di sostegno,
gestación de apoyo), necesarias sobre todo para los homosexuales, notoriamente
desprovistos de útero. La finalidad de la "desexualización" de la
"progenitorialidad", culmen de la ideología de género, tiene como
consecuencia la idealización de la homosexualidad, propuesta como modelo de
liberación de condiciones sociales opresivas y, en el pasado, claramente
vejatorias.
5. Conquista de la escuela y de los medios de comunicación
social
El instrumento con el que se quiere realizar la
"colonización ideológica" denunciada por el Papa Francisco es la
conquista de los lugares de educación y comunicación, es decir, la escuela y
los medios de comunicación social. Es decisivo para los ideólogos de género
conseguir dinero público para entrar en los centros escolares y formar las
mentes de los niños y de las jóvenes generaciones a la idea de que la familia
natural es un estereotipo. El resultado: falsos cursos contra la
"discriminación de género" o el "acoso homófobo" son los
caballos de Troya con los que penetran fácilmente en las escuelas de todo tipo,
produciendo textos dirigidos sobre todo a los niños y capaces de atacar la
mente más frágil y "de-formarla".
Al mismo tiempo ocupan puestos clave en los medios de
comunicación; con ello, la ideología de género apunta a formar la opinión
pública en conjunto sobre la identificación de los principios que enuncian una
idea avanzada de libertad, describiendo a los opositores como retrógrados
peligrosos que limitan la libertad del resto por pura maldad. Las descripciones
maniqueas de las dinámicas en marcha en este terreno en todas las sociedades
occidentales son una característica de los ideólogos de género, cuyo fin es crear
iconos que sean fácilmente reconocibles e identificables con el mundo
homosexual y transgénero y que ellos contraponen a la opinión pública que aún
se resiste contra estas formas de fascinación, intimidándola y atacando con
fuerza incluso la libertad de expresión sobre estos temas. De aquí surgen
legislaciones punitivas, arrestos de opositores y objetores de conciencia,
linchamiento mediático de quienes no se someten al nuevo diktat ideológico.
* * *
Resistir significa conocer las directrices de esta "colonización
ideológica" en marcha, de estos cinco mandamientos basados sobre la
falsedad. Si esta es una ideología que "no existe", es algo que ahora
podrán juzgar ustedes con toda claridad. La realidad se puede observar o se
puede negar. La realidad ante nuestros ojos, evidente para quien quiera verla,
es que esta ideología marcha con prepotencia hacia la realización de sus
objetivos. Nosotros podemos ponernos de pie y mantenernos derechos y
silenciosos ante esta columna de tanques. O podemos dejarlos pasar, timoratos y
cómplices. Elijan ustedes. En mi caso, he elegido. Tengo dos hijas y quiero que
el mundo que construyamos para ellas esté fundado sobre la verdad, no sobre la
ideología.
Publicado en Tempi.
Traducción de Helena Faccia Serrano.
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