O autonomías o pensiones
Por
MCRC (Movimiento Ciudadano por la República Constitucional)
-
lunes 26/02/2018
He
escrito en estas páginas en más de una ocasión mi sorpresa de ver que entre los
principales problemas de los españoles que el CIS publica periódicamente no
figurara explícitamente la sostenibilidad de las pensiones. Y sin
embargo, lo que ahora ha estallado en la calle no es algo nuevo sino algo
conocido que todos los estudios actuariales vienen alertando desde hace años,
sin que la clase política haya movido un solo dedo para arreglarlo, ofreciendo
solo o mentiras el PP o demagogia PSOE o Podemos, que al igual
que Txipras en Grecia prometen no ya mantener las pensiones sino subidas
disparatadas sin posibilidad alguna de poder financiarlas, y que como en Grecia
se convertirían en bajadas entre un 30 y un 40%, como con Txipras, si consiguen
engañar a los pensionistas y llegan al poder.
Por ello, lo primero que tienen que
tener muy claro los 9,5 millones de jubilados es que si no se recorta
drásticamente el despilfarro político, y tal como afirmó la OCDE en una
reunión que mantuvo en Madrid hace tres semanas, la tasa de sustitución —la
cuantía de la pensión media respecto al salario medio— con las medidas en
marcha pasará en unos años del 83% actual al 46%, es decir, que las
pensiones se verán reducidas a la mitad. Por lo tanto, el problema real al que
se enfrentan los jubilados y particularmente las nuevas cohortes que se
incorporarán a partir del 1 de enero próximo no es la congelación actual, sino
recortes brutales en las mismas.
Lo segundo, que es imposible financiar
el agujero de las pensiones ni con más impuestos —España, después de las 30
subidas fiscales del Estado y las 50 de autonomías y ayuntamientos, es ya un
infierno fiscal, donde el 12% de la clase media ha sido destruido y
el resto gravemente empobrecido— ni con deuda —con una deuda pública del 137%
del PIB, privada del 166%, y externa neta del 86% que para ser sostenible no
debería superar el 35%, España está quebrada en cuanto el BCE deje de comprarla
y empiece a subir tipos— ni con los empleos basura de 600-900 euros que se
creen. Analicemos estas afirmaciones para que los pensionistas actuales y
futuros comprendan la situación y no se dejen engañar ni por las mentiras del
PP ni por la demagogia del PSOE y de Podemos.
La primera, caída de las pensiones. En
2019 entrará en vigor la denominada Ley de Sostenibilidad, aprobada por
el PP en 2013 pero que no aplicaron en espera de que el déficit
mejorara, en lugar de ello ha empeorado y las consecuencias para los 350.000 o
más nuevos jubilados anuales serán devastadoras. Los nuevos pensionistas se
repartirán solo lo que queda después de pagar a los actuales y en función de la
esperanza de vida, lo que supondrá un recorte drástico en las nuevas pensiones
y mas reducciones en las actuales, que es lo que la OCDE ha valorado. Miles de
funcionarios públicos que aun sin llegar a la edad reglamentaria pueden
jubilarse si llevan 35 años de servicios van a jubilarse este año. Perderán
unos 200 euros al mes, pero si esperan, pueden llegar a perder 500 o más.
La ‘solución’: todo menos reducir el
despilfarro
En cuanto a las ‘soluciones’ de la clase
política, son “todo menos reducir el despilfarro”. La primera es subir
impuestos, ya que según ellos en España se pagan pocos impuestos, la
presión fiscal —impuestos/PIB— es del 33,7% dicen, una patraña tan gigantesca
que no hay por dónde cogerla. En 2007 la presión fiscal era del 37,5%, desde
entonces las 80 subidas fiscales —Estado, CCAA y ayuntamientos— han
llevado la fiscalidad al máximo de todos los tiempos, y no solo eso, es que
además se reparte en la forma mas injusta que nunca. La clase trabajadora y la
clase media están siendo literalmente expoliadas con tipos de IVA, IRPF, ahorro
o especiales, a la cabeza de Europa, mientras las grandes fortunas vía sicavs
y las grandes corporaciones pagan menos que nunca.
La trampa, la gran estafa a la gente, es
utilizar un PIB oficial que es un 18% superior al PIB real. Pero si vamos a los
tipos reales que recaen sobre la familia media, son de los mas elevados de
Europa, 2017 ha sido el año en que las familias españolas han pagado mas
impuestos en toda su historia, en concreto han tenido que trabajar 178 días
para el pago de todos sus impuestos, ¡el 48,7% de su tiempo! “El esfuerzo
fiscal de los españoles está por encima de la media de la UE, pero el
esfuerzo para sostener el gasto público está notablemente por encima.
Somos el segundo país después de Suecia, por lo que hace imperativo bajar impuestos
y reducir gasto público” (1), España es hoy para la mayoría un auténtico
infierno fiscal.
La otra gran ‘solución’ es la deuda,
otra trampa en la que caen además muchos medios. Un conocido analista político
decía hace unos días “y si aumenta el déficit, la deuda y no cumplimos
con los objetivos de la UE, pues qué le vamos a hacer, otro año será”.
Primero los objetivos son de la eurozona no de la UE, y después, porque “lo que
no puede ser no puede ser y además es imposible”. Con una burbuja de deuda a punto
de estallar, con una necesidad anual de mas de 200.000 millones de euros para
cubrir vencimientos y deuda nueva, con un BCE principal comprador de deuda que
dejará de hacerlo este año, ¿quién nos va a prestar esa fabulosa cantidad de
dinero?, desde luego no Guindos, porque el vicepresidente del BCE pinta cero en
la política monetaria, esta es exclusiva del presidente, que será Jens Wiedman,
del Bundesbank, que conoce bien la manipulación de nuestro PIB y viene con el
hacha en la mano.
Autonomías: un despilfarro de 100.000
millones
El Régimen del 78, que nos robó la
democracia y nos impuso un sistema oligárquico de partidos sin separación de
poderes, dividió España en 17 trozos contrarios a la realidad histórica y
geográfica de una de las naciones mas antiguas de Europa, para
repartirse España entre sus familiares, amigos y correligionarios como
si fuera un solar. El sistema autonómico es el mas ineficiente, despilfarrador
y corrupto del mundo civilizado, y en no mucho tiempo, si no se produce un
cambio radical, llevará a la ruina económica, política y social de nuestra gran
nación.
Un sistema donde las diferentes
autonomías funcionan sin control alguno. Rajoy que prometió en la campaña
electoral de 2011 “enviar los hombres de negro” —intervenir— a todas las
autonomías que no cumplieran los objetivos de déficit, haría justo lo
contrario, “no permitiré quebrar una sola autonomía”, diría —en los estados
federales las partes pueden quebrar sin problemas— y renunciaría además a
cualquier control del gasto, un disparate histórico que nos lleva costados mas
de 200.000 millones de euros. Aparte los mas de 100.000 millones del rescate
bancario y similares, financiado todo con la mayor burbuja de deuda en términos
de PIB de la historia de España en un periodo tan corto —seis años— que será
la ruina de las generaciones futuras durante los próximos 50 años.
En conjunto, el Estado autonómico supone
un despilfarro anual de 100.000 millones de euros respecto a lo que costaría un
Estado descentralizado tipo Francia. Duplicidades entre AAPP, 36.000 millones;
empresas públicas inútiles, 15.000 millones; cupo vasco-navarro, 13.000
millones; cientos de miles de enchufados, más coches oficiales que en
EEUU —España es el único país de Occidente donde los concejales tienen
coche con chófer—, etc. Según cifras del IGAE, entre 1995 y 2016 los salarios
en el Estado han pasado de 17.800 millones a 23.700 millones, en las CCAA, de
19.100 millones a 73.300, en los ayuntamientos, de 7.900 millones a 21.800.
Tomando la cifras del IGAE de 3,4 millones de funcionarios, el sueldo
medio de los funcionarios del Estado es de 33.300 euros al año, frente
a 42.000 para las CCAA. Un cáncer que está devorando España.
Solo acabando con las duplicidades entre
AAPP el problema de las pensiones quedaría resuelto para siempre. Acabando con
el cupo vasco-navarro, cerrando las 3.000 empresas públicas inútiles, acabando
con los coches oficiales y demás prebendas escandalosas, el problema de la
deuda quedaría resuelto. Nada de esto está en la mente de los partidos
políticos, que están en lo contrario: más financiación para las autonomías
y más funcionarios. Por ello, tengan claro los pensionistas actuales y futuros
y los millones de asalariados con sueldos de hambre que o acaban con el Estado
autonómico o este acabará con ellos, condenándolos a la pobreza e incluso a la
miseria durante generaciones.
(1) “Un infierno fiscal llamado España”,
J. C. Bermejo, 23/02/2018.
Doctor Ingeniero de Minas. Doctor en Ciencias
Económicas. Catedrático de Economía.
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