“El día de…”: un brindis al sol
Hoy se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos mientras en España, sin ir más lejos, se concibe el aborto como un derecho.
El pasado día 3 se celebró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, ayer celebramos el Día Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para la Prevención del Crimen, y hoy se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Propongo que hagamos el siguiente ejercicio: elijamos un día con nombre rimbombante y miremos las leyes que existen en relación a dicho tema. Por ejemplo: examinemos las leyes que se refieren a las personas con discapacidad, y pensemos si las leyes que promueven la eliminación en serie de los niños con malformaciones o espina bífida son compatibles con esta celebración.
O en un día como el de ayer, analicemos si las leyes que utilizan las pruebas de diagnóstico prenatal para cazar al niño con síndrome de Down y darle muerte antes de que vea la luz son compatibles con la celebración de un día para la dignificación de las víctimas de genocidios.
Y ya en casa, qué vamos a decir de la celebración del día de la Constitución Española, cinco años y medio después de que el Constitucional venga dando su visto bueno al incumplimiento de su artículo, más importante el número quince, y haya hecho una absoluta dejación de sus funciones por no resolver el recurso contra la ley del aborto, convirtiéndose en cómplice del más de medio millón de niños muertos durante este tiempo.
Tal vez haya un sólo día de este mes, en lo que a la conmemoración y recuerdo de víctimas se refiere, que verdaderamente tiene su razón de ser, y que pocas pocos políticos y organizaciones seudoprogres celebran: el Día de los Santos Inocentes.
Mientras el aborto siga colándose en nuestras vidas como si de algo banal se tratara, no valdrán los comunicados ni los manifiestos, ni las chapas en la solapa y todo lo que hagamos será todo una pose hipócrita para lavar nuestras conciencias.
Propongo que hagamos el siguiente ejercicio: elijamos un día con nombre rimbombante y miremos las leyes que existen en relación a dicho tema. Por ejemplo: examinemos las leyes que se refieren a las personas con discapacidad, y pensemos si las leyes que promueven la eliminación en serie de los niños con malformaciones o espina bífida son compatibles con esta celebración.
En España se pisotea el derecho a la vida al concebir el aborto como un derechoY por si fuera poco, para qué hablar del día de hoy, Día internacional de los Derechos Humanos, cuando en España sin ir más lejos se concibe el aborto como un derecho, y se pisotea el derecho a la vida con el beneplácito de los que se hacen la foto para celebrar estos días.
Y ya en casa, qué vamos a decir de la celebración del día de la Constitución Española, cinco años y medio después de que el Constitucional venga dando su visto bueno al incumplimiento de su artículo, más importante el número quince, y haya hecho una absoluta dejación de sus funciones por no resolver el recurso contra la ley del aborto, convirtiéndose en cómplice del más de medio millón de niños muertos durante este tiempo.
Los ‘días’ que se celebran este mes son un acto de descarada e intolerable hipocresía por parte de los gobiernosLos días internacionales de lo que sea me han parecido siempre un brindis al sol, pero los que se celebran en este mes me parecen además un acto de descarada e intolerable hipocresía por parte de los gobiernos y de las organizaciones que enarbolan las banderas de los derechos humanos y luego escupen en ellas y las manchan de sangre.
Tal vez haya un sólo día de este mes, en lo que a la conmemoración y recuerdo de víctimas se refiere, que verdaderamente tiene su razón de ser, y que pocas pocos políticos y organizaciones seudoprogres celebran: el Día de los Santos Inocentes.
Muchos inocentes mueren cada día ante el silencio y el olvido de la comunidad internacionalHay muchos inocentes que mueren cada día ante el silencio y el olvido de la comunidad internacional, los cristianos perseguidos son un ejemplo de ello. Pero son los niños abortados, a miles en toda Europa y en el resto del mundo los que verdaderamente recuerdan la matanza de Herodes.
Mientras el aborto siga colándose en nuestras vidas como si de algo banal se tratara, no valdrán los comunicados ni los manifiestos, ni las chapas en la solapa y todo lo que hagamos será todo una pose hipócrita para lavar nuestras conciencias.
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