VILLALAR: GRANDEZA Y SERVIDUMBRE
Ante la próxima conmemoración del aniversario de la derrota de Villalar, reiteramos los términos de la Declaración de Arévalo, suscrita el pasado ello por el Grupo Autonómico Leonés (GA L) y Comunidad Castellana.
Reafírmamos nuestra plena y profunda identificación con el alzamiento comunero, que forma parte indisoluble de la historia de nuestros pueblos en su lucha por las libertades, y proclamamos nuestra solidaridad con a conmemoración de la derrota de Villalar y con el perenne recuerdo de los líderes comuneras, Juan de Padílla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, y demás víctimas sacrificadas por lta represión ímperial
Pero Villalar no puede reducirse a un exclusivo símbolo de los pueblos de León y de Castilla -ni de su actual regionalismo-, ni debe atribuirse sólo y particularmente a Castílla la gloria de la revolución comunera,- sino que pertenece a todas las regiones y países de los antiguos reinos que se alzaron contra el cesarismo imperial.
En especial, rechazamos el propósito que por algunos se persigue de secuestrar el significado de Villalar, en beneficio de intereses partidarios y centralistas, y de vincularlo a la afirmación de la supuesta región "castellano-leonesa", y de un pretendido e inexistente "pueblo castellano-leonés".
Contrariamente, y en base a la realidad de nuestros dos pueblos, sostenemos que hay dos regiones, la leonesa y la castellana, cuya amalgama implica la disolución de la identidad de ambas. Para esto no puede utilizarse el nombre de Villalar, y por ello instamos a los pueblos de León y de Castilla a reivindicar su verdadera significación.
A este respecto, parece oportuno recordar aquí lo que acaba de publicar en la prensa una personalidad tan ajena a nosotros como don Amando Represa, director del Archivo Histórico Nacional de Simancas:
"El símbolo Villalar -históricamente también- tiene un contenido mucho más amplio, porque cuando en 1520, 21 ó 22, se hablaba de "Castilla", no se estaba refiriéndose tan sólo a las actuales, decímonánicas y administratívas provincias de Castilla la Vieja, sino al "Reino - a "Corona " de Castilla, que -territorialmente- se extendía desde el Cantábrico a Gibraltar, y desde Galicia a Murcia. De lo que se sigue que el símbolo Víllalar -y esto no es ir contra nadie, sino al hílo, de la historia de las Instituciones- es, incluso, algo más que regional, porque su espacio geográfico de mayor virulencía se extendió desde el Tajo al Duero. Ya dije el año pasado, y por estas mismas fechas, que en la conmemoración villalarense tendría que estar presente, y hasta en puesto de honor, Toledo y su Reíno (uno de esos Integrantes de la Corona de Castílla), .por cuanto Toledo fue la raíz y el ocaso del movimiento comunero, incluso después de Villalar. Y en un examen de zonas comuneras, también tendrían que ser llamados a capítulo extremeños y andaluces, alaveses y guipuzcoanos, que asimismo se sumaron a la rebelión.
Castilla nº3 abril 1979
Ante la próxima conmemoración del aniversario de la derrota de Villalar, reiteramos los términos de la Declaración de Arévalo, suscrita el pasado ello por el Grupo Autonómico Leonés (GA L) y Comunidad Castellana.
Reafírmamos nuestra plena y profunda identificación con el alzamiento comunero, que forma parte indisoluble de la historia de nuestros pueblos en su lucha por las libertades, y proclamamos nuestra solidaridad con a conmemoración de la derrota de Villalar y con el perenne recuerdo de los líderes comuneras, Juan de Padílla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, y demás víctimas sacrificadas por lta represión ímperial
Pero Villalar no puede reducirse a un exclusivo símbolo de los pueblos de León y de Castilla -ni de su actual regionalismo-, ni debe atribuirse sólo y particularmente a Castílla la gloria de la revolución comunera,- sino que pertenece a todas las regiones y países de los antiguos reinos que se alzaron contra el cesarismo imperial.
En especial, rechazamos el propósito que por algunos se persigue de secuestrar el significado de Villalar, en beneficio de intereses partidarios y centralistas, y de vincularlo a la afirmación de la supuesta región "castellano-leonesa", y de un pretendido e inexistente "pueblo castellano-leonés".
Contrariamente, y en base a la realidad de nuestros dos pueblos, sostenemos que hay dos regiones, la leonesa y la castellana, cuya amalgama implica la disolución de la identidad de ambas. Para esto no puede utilizarse el nombre de Villalar, y por ello instamos a los pueblos de León y de Castilla a reivindicar su verdadera significación.
A este respecto, parece oportuno recordar aquí lo que acaba de publicar en la prensa una personalidad tan ajena a nosotros como don Amando Represa, director del Archivo Histórico Nacional de Simancas:
"El símbolo Villalar -históricamente también- tiene un contenido mucho más amplio, porque cuando en 1520, 21 ó 22, se hablaba de "Castilla", no se estaba refiriéndose tan sólo a las actuales, decímonánicas y administratívas provincias de Castilla la Vieja, sino al "Reino - a "Corona " de Castilla, que -territorialmente- se extendía desde el Cantábrico a Gibraltar, y desde Galicia a Murcia. De lo que se sigue que el símbolo Víllalar -y esto no es ir contra nadie, sino al hílo, de la historia de las Instituciones- es, incluso, algo más que regional, porque su espacio geográfico de mayor virulencía se extendió desde el Tajo al Duero. Ya dije el año pasado, y por estas mismas fechas, que en la conmemoración villalarense tendría que estar presente, y hasta en puesto de honor, Toledo y su Reíno (uno de esos Integrantes de la Corona de Castílla), .por cuanto Toledo fue la raíz y el ocaso del movimiento comunero, incluso después de Villalar. Y en un examen de zonas comuneras, también tendrían que ser llamados a capítulo extremeños y andaluces, alaveses y guipuzcoanos, que asimismo se sumaron a la rebelión.
Castilla nº3 abril 1979
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