jueves, 25 de abril de 2019

El dilema del voto

Dentro de 4 días hay que votar, bueno, o abstenerse porque ambas opciones son legales aunque la segunda no cuenta con el apoyo social suficiente, ni se hace presente a pesar de que el abstencionista sigue pagando los mismos impuestos que quien si mete su papeleta en la urna (léase cheque en blanco por un periodo de cuatro años en favor del partido elegido). 

Pero dentro de la opción votar, es menester recordar ciertos documentos más que olvidados. Bien por el paso del tiempo, bien por intereses de algunos, bien por la desmemoria (ignorancia) de los votantes. Si negativo o malo es votar a "las derechas", peor es hacerlo a "las izquierdas". Entre las primeras suele haber diferencias, y no sólo de matiz, pero entre las segundas no hay más que un objetivo: la revolución. Consiste ésta en lograr la conquista del Poder para implantar un régimen totalitario a perpetuidad sobre una masa de tontos engañados y condenados a pudrirse moral y físicamente si no están de acuerdo con la caterva de criminales que afirman gobernarlos a todos, para su beneficio, el de los criminales claro. Y ejemplos hay sobrados y sin ir más lejos basta con mirar al otro lado del Atlántico Sur.

Así, buscando entre polvorientos recuerdos documentados (documentos debidamente ocultados a la gente) se encuentra éste: 

El Decálogo de LENIN fechado en 1913, y que dice así:


1. Corromper a la juventud y dándole libertad sexual.
2. Infiltrar y después controlar todos los medios de comunicación de masas.
3. Dividir a la población en grupos antagónicos, incitando las discusiones sobre asuntos sociales.
4. Destruir la confianza del pueblo en sus Líderes.
5. Hablar siempre sobre Democracia y Estado
6. Colaborar con el vaciamiento de los dineros públicos.
7. Desacreditar la imagen del país, tanto a nivel interno, como internacionalmente.
8. Provocar miedo y desasosiego en la población a través de medidas económicas conducentes a una inflación galopante.
9. Contribuir a la destrucción de los valores morales.
10. Poner en entredicho la honestidad y la creencia en las promesas de los gobernantes.
11. Infiltrar los parlamentos mediante grupos que obliguen a los contrarios al comunismo a votar lo que solo sea de utilidad para la implantación del Socialismo.
12. Registrar a todos aquellos que posean armas de fuego, para que sean confiscadas en el momento oportuno, haciendo imposible cualquier resistencia a la causa


La redacción de los puntos es libre, pero responde a los contenidos del Decálogo y quedan bien retratados en la situación por la que atraviesa España en nuestros días. Prácticamente están cumplidos todos los puntos y sólo queda la puntilla final. La cuestión ahora es si, señor votante, la va a consentir o va a dejar de comportarse como si todo esto no fuera con usted. Quedan pocos días, los suficientes, pero son suficientes para que todo su ámbito personal conozca esta realidad. Además, las redes sociales pueden convertirse en el instrumento para que, si sed quiere, esta información sea conocida en toda la nación en cuestión de horas. Todos los partidos de izquierda tienen la misma consigna por encima de su aparente división: lograr el triunfo completo de la revolución.

Para otros datos:


El Decálogo de Lenin y ZP

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