De peña en peña saltando van las aguas por la sierra y así mis penas llegando.
Mi cuerpo tantas encierra penas que me van llevando en mi viaje por la tierra.
Las penas me están mirando y yo no las miro apenas, pero sí que están durando.
No quiero abrirles la puerta pero penas van entrando a instalarse en mi cabeza.
Penas que vais asaltando a mi adentro desde afuera peña a peña en mi saltando.
Los roquedales de piedra todos ya se van quebrando según empujan mis penas.
Y mientras voy caminando me siguen las penas negras por cada sitio pasando.
Tierra de penas la Tierra así la voy encontrando donde me llevan mis fuerzas.
Entre las penas cantando voy cantando entre la penas y así las voy ahuyentando.
Vida en tanto amargor llena que lo que se va amargando son los días que me llegan.
Las penas se van sentando conmigo siempre a la mesa, en irse ya están tardando.
Pena larga y duradera que siempre me vas buscando, mientras viajo por la Tierra.
Quita ya tu zarpa entrando en mis carnes, tú, la pena, que mi canto va acabando. Juan Pablo Mañueco, del libro "Cantar de Cantos" (2017) |
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