BARCELONA, 17-8-17
Nos parecía que la ETA no podía ser más sórdida. Bombas en cualquier placeta.
Le faltaba Barcelona a la ignominia completa y Cambrils, en Tarragona.
Embestir con furgoneta a no importa qué persona a la que el monstruo acometa.
El odio nunca razona. Mata lo que no someta. ¡Nos faltaba Barcelona!, a la barbarie completa.
Juan Pablo Mañueco (2017) |
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