La Venus con burka: Cuatro razones por las que Europa se ha rendido sin
presentar batalla
Italia no ha esperado a ser
atacada, como ocurrió en Bataclán, se ha rendido sin presentar batalla ante el
islam, al ponerle burka a la Venus Capitolina. Si así va a ser el resto de la
guerra contra el islam, Europa ya se puede dar por vencida.
Italia ha
cubierto las estatuas con desnudos, pero se ha bajado los pantalones. Algunos
de los tesoros de la cultura y el arte occidentales, como la Venus Capitolina,
fueron tapados recientemente para no molestar al presidente de Irán, Rohani.
No es una
anécdota, sino un “error trágico”, como dijo el ministro de Bienes
Culturales italiano. Es verdad que no se trata de una escamaruza
sangrienta, con pérdidas humanas como en los atentados de París, pero sí
una derrota simbólica de inquietantes consecuencias, en la medida en que
demuestra el miedo y los complejos de la Vieja Europa ante el islam.
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Estas son las
cuatro razones por las que Europa se ha rendido sin presentar siquiera batalla.
1. Porque no
cree en sí misma.- No cree en su patrimonio cultural porque
no cree en sí misma. Ni en sus raíces (grecolatinas y cristianas), ni en su
pasado, ni en su legado cultural, que es la plasmación artística de su forma de
ver la vida y de su concepción de la persona. La Venus Capitolina no sólo es
una imperecedera obra de arte, copia romana del original del escultor griego
Praxíteles (siglo IV a.C.), sino también una exaltación de la belleza del
cuerpo humano, creado por Dios. Y una exaltación de la grandeza y la
dignidad de la mujer, algo que el islam parece no tener tan claro.
Pero
Occidente renuncia a ese legado y parece pedir perdón a los nuevos bárbaros en
nombre de lo políticamente correcto.
2. Porque no es
capaz de denunciar la hipocresía del islam.– Los
ayatolás no pueden ver desnudos ni en pintura –en este caso escultura-, pero en
Irán usan a la mujer como objeto sexual. No hay más que ver la diferencia entre
el estatus que tenía la mujer en el Irán de la época del Sha (emancipada y
universitaria) y la mujer después de la revolución del ayatolá Jomeini, en
1979, de negro y con la pata quebrada.
Se ofenden
por la Venus en cueros, pero venden como esclavas sexuales a las mujeres que
capturan en Siria
Los mismos
islamistas que se ofenden por la Venus en cueros, venden como esclavas sexuales
a las mujeres que capturan en las terribles razzias de Siria (el IS) o de
África (Boko Haram). Pero Europa es incapaz de denunciar esa hipocresía y ese
trato denigrante contra la dignidad de la mujer.
3. Porque ha
renunciado a exigir integración a los musulmanes.- Con la
descolonización de los años 60, se inició un flujo de inmigrantes musulmanes a
Europa (paquistaníes a Inglaterra, magrebíes a Francia, turcos a Alemania), que
se incrementó cuando ésta dejó de tener hijos y necesitó mano de obra barata.
Lo malo no es que haya alrededor de 20 millones de musulmanes en el Viejo
Continente, sino que muchos de ellos no se hayan integrado y aceptado los
valores culturales de Occidente, respetando los derechos humanos. Lo malo es
que Europa permita el chador de las mujeres, la prédica del odio en las
mezquitas, y la sharia o ley islámica en barrios de Londres o Colonia, donde
la policía ni siquiera se atreve a entrar.
La UE ha
confundido la tolerancia con la pusilanimidad ante quienes no están dispuestos
a respetar los valores occidentales. Como dijo Giovanni Sartori, en su crítica
del multiculturalismo, “si no se comparten los valores culturales, surgen
los conflictos”. Las violaciones masivas de Nochevieja y la tímida
respuesta policial constituyen un ejemplo gráfico de la arrogancia de los
musulmanes y la apática resignación de Europa respectivamente.
4. Porque tiene
miedo.- La antigua Roma dominaba el mundo
porque sus legiones no temían la muerte; y la Europa cristiana extendió la fe,
los derechos humanos y el progreso material por todo el globo porque
despreciaba el peligro.
Pero el virus
del relativismo ha minado las defensas de Europa y la ha llenado de complejos y
miedos. A diferencia de los yihadistas que no
tienen miedo a inmolarse. Y precisamente eso es lo que les convierte en
invencibles.
Por eso
Europa ni siquiera presenta batalla y se rinde antes incluso de que el enemigo
ataque. Eso es lo que, de forma simbólica, ha hecho Italia al cubrir las
estatuas. O lo que hace las autoridades de Alemania o Suecia al minimizar las
violaciones masivas.
Lo peor de
todo es que el enemigo ha tomado nota, el mismo que reclama Al Andalus, y que
pretende acabar con los infieles.
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