Este romance conculca sin duda todas las normas de violencia de género y debería incluirse en índice inquisitorial de textos prohibidos de la ley de memoria histórica o alguna otra parecida o mejor aún ser quemado en la plaza pública. Antes de que ocurran semejantes fastos se invita a disfrutar de la letra y versión de Joaquín Díaz
Romance de la Esposa Infiel
Romance de la Esposa Infiel
Estaba una señorita sentadita en su balcón
que qué con el oritín, que qué con el
oritón
sentadita en su balcón.
Esperando que pasara el segundo batallón.
Pasó por allí un soldado de muy mala
condición
Suba, suba, caballero, dormía una noche o
dos.
Mi marido está de caza en los montes de
León,
y para que no regrese, le echaré una
maldición:
que se caiga del caballo y muera sin
confesión.
Estando en estas palabras, el maridito
llegó.
- Ábreme la puerta luna, ábreme la puerta
sol,
que te traigo un conejito de los montes de
León.
Bajaba por la escalera, cambiadita de
color.
Al entrar en el portal, el marido preguntó:
¿De quién es aquella capa que en mi percha
veo yo?
- Tuya, tuya, maridito, que te la he
comprado yo.
- ¿De quién es aquel sombrero que en mi
percha veo yo?
- Tuyo, tuyo, maridito, que te lo he
comprado yo.
Se fueron para la cama, y una cabeza
encontró.
- ¿De quién es esa cabeza que en mi cama
veo yo?
- Del niño de la vecina que en mis brazos
se durmió.
- Caramba con el chiquillo, tiene barba
como yo.
Le cogió por la cabeza
le tiró por el balcón.
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