lunes, 15 de agosto de 2016

BASES PSEUDOINTELECTUALES DEL MITO DE LAS TRES CULTURAS I


BASES PSEUDOINTELECTUALES DEL MITO DE LAS TRES CULTURAS I







Iremos presentando por entregas un texto que consideramos fundamental. Su autor es D. José Luis Martínez Sanz y fue publicado en la revista HESPÉRIDES allá por el año 1997. Merece la pena para hacer una primera aproximación a las bases que sostienen el falaz MITO DE LAS TRES CULTURAS. Siguiendo la consigna de Barataria Tradicionalista, queremos contribuir a la tarea propuesta de combatir sin tregua la mentira histórica forjada contra España desde parámetros triculturalistas.





 En nuestros drías están apareciendo por doquier publicaciones, artículos, lugares públicos, conferencias, citas, etcétera, en los que se va imponiendo un neologismo o expresión aparecida recientemente en nuestro país: la "España de las tres culturas". Quienes crearon y mantienen este mito, parten de la idea de que España, como tal e incluso su mismo nombre, surge en la Edad Media y viene a ser el producto o consecuencia de la fecunda unión de tres culturas: la musulmana, la judía y la cristiana. Eso habría creado al pueblo español, que entre sus antepasados tendría necesariamente a judíos y árabes, lo que haría que España fuese el ejemplo internacional de un mestizaje cultural supuestamente modélico.



¿DONDE NACE EL MITO DE LAS "TRES CULTURAS"?



 Para basar en la Historia este hipotético esquema sociocultural, se cita como hecho objetivo y real la presunta existencia de un tiempo idílico en que se habría dado esa convivencia y cuyo mejor exponente era la supuesta Escuela de Traductores de Toledo: sabios y eruditos de las tres culturas se habrían juntado en ella y aportado sus conocimientos y, como fruto de eso y de las traducciones de libros en los que se contenían sus tres culturas, se formó en lengua romance (la del pueblo español) un saber y una cultura que es la base de la cultura actual de España.



 El mejor ejemplo de esta fecunda convivencia sería Maimónides, el judío andalusí cuyo saber -se dice- iluminó a las culturas musulmana y cristiana de España... e incluso de toda Europa. En su ciudad, la Córdoba de los sirios califa Omeya (refugiados o exiliados heterodoxos que subsistían en el extremo occidental de un mundo musulmán dirigido por el califato iraquí de los Abasíes), existía un centro de estudio similar a una universidad actual, que difundía los saberes de Asia y de Grecia por todo Al-Andalus, por los reinos cristianos de España y por el resto de Europa. Por eso, en reconocimiento de esta supuesta labor de mestizaje cultural, los agradecidos ciudadanos cordobeses habrían erigido un monumento a Maimónides.



 De los anteriores argumentos se deduce que España y su cultura serían el producto de esa convivencia entre miembros de las tres culturas, que deberían ser consideradas en paridad e igualdad: las tres habrían formado España, y ésta sería patrimonio de las tres. Tan curiosa idea se basa en los escritos de Américo Castro, en cuyos libros parece fundarse esa formulación sincretista de España como resultado del mestizaje cultural de judíos, moros y cristianos; más en concreto, hay que precisar que tal idea se basa en su obra España en su historia. Cristianos, moros y judíos, escrita por Castro en 1946, durante su estancia en la universidad norteamericana de Princeton. Esta obra, rehecha tras su desafortunada polémica con el gran maestro Claudio Sánchez-Albornoz, se editó en 1954 con el título La realidad histórica de España, que algunos toman como el catecismo del sincretismo cultural de España... Con el mismo fervor con que utilizaban el de Marta Harnecker como catecismo del marxismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario