Monedero a Actuall: “Podemos no es el 15-M, pero sería imposible sin él”
Cuando se cumplen cinco años del 15-M, germen de los nuevos populismos, Actuall ha conseguido hablar con uno de los mentores intelectuales de Podemos. Analiza aquel movimiento y señala que el espíritu inicial del movimiento rechazaba la creación de un partido. Entonces, ¿cómo fue posible su absorción?
Monedero sostiene que nada de lo que hoy ocurre en el tablero político español se puede explicar sin lo que sucedió en la Puerta del Sol durante aquel mes de mayo. “Podemos no es el 15-M, pero sería imposible sin el 15-M. Ese movimiento expresó el agotamiento de la democracia representativa y de la economía neoliberal. Faltaba colocar todo ese vapor hirviendo en una caldera que pudiera hacerse cargo de la voluntad de cambio. No había certeza de que funcionase”, declara a Actuall.
A casi 2.000 kilómetros de allí, Javier, un estudiante de periodismo que apuraba su beca Erasmus, el 15-M le sorprendió en Berlín. Un día se enteró a través de las redes sociales de que había una manifestación de “españoles indignados” para protestar contra la situación política. Ese día los españoles faltaron a clase pero no a la protesta: una cacerolada ante la embajada española.
Apenas 10 ó 15 personas se presentaron a las primeras concentraciones, pero la llama prendió rápido. Lo primero, buscar un nombre: ‘Demokratie Jetzt‘ (Democracia Real Ya), y más tarde dotar de una mínima estructura a la organización. “Hicimos una sentada y nos dividimos en grupos -comunicación, economía, política, etc- para empezar a trabajar y sentar las bases para volver a vernos”, recuerda Javier, que se convirtió en el responsable de prensa del 15-M en Berlín.
La prensa alemana se interesó por ello y se acercó a la sentada en la que pudieron leer pancartas muy similares a las que se lucían aquellos días en la Puerta del Sol de Madrid: “Otro mundo es posible”, “Error de sistema”, “Poco pan para tanto chorizo”, “Si votar sirviera para algo, estaría prohibido”, o “Ladronazos, basta ya de bipartidismo”.
Al día siguiente los jóvenes se desayunaron una agradable sorpresa: la protesta aparecía en los principales rotativos germanos: Tageszeitung tituló con la cita “No tenemos futuro”; el Frankfurter Allgemeine Zeitung, con “contra el Gobierno, la oposición y los bancos”, y Spiegel, quizá el que recogió con más acierto el espíritu de la protesta, publicó un reportaje en su versión digital bajo el titular: “La miseria laboral lleva a la juventud española a la calle”.
Sexo libre, ‘no’ a la banca, ‘no’ al ejército, casas gratis…
El eco mediático que adquirió esta manifestación demostró dos cosas: que el 15-M había nacido con vocación internacionalista y que los indignados de Sol habían tejido -con éxito- en poco tiempo una red en las principales capitales europeas.Pero una vez lanzado el mensaje de indignación contra las élites españolas, había preguntas por responder: ¿qué rumbo ideológico tomaría el movimiento? ¿había que mantener el modelo asambleario o era mejor mutar en un sistema jerarquizado con un líder visible?
La incapacidad para prescindir del carácter asambleario fue lo que acabaría condenando al movimiento. En Berlín llegó a los 400 integrantes, pero Javier torció el gesto cuando escuchó algunas de las propuestas: no a la banca, no al ejército, sexo libre, casas gratis… “Las asambleas comenzaron a desmadrarse: hablaban sirios, alemanes… allí se acercaba todo el mundo; poco a poco la extrema izquierda se fue haciendo con el movimiento”.
Poco a poco la fuerza del cambio político que comenzó en la Puerta del Sol tomaba un rumbo diferente al original, y él no fue el único en percatarse de esta deriva. “Decían que tener portavoces iba en contra del asamblearismo, todo el mundo quería hacer de todo. No querían jerarquía, todos hablaban y votaban sobre cualquier cosa”, recuerda.
Javier, el responsable de prensa en Berlín, dejó el 15-M tras los abucheos que sufrió cuando pronunció un discurso en el que apelaba a la unidad de EspañaLa situación de Javier se complicó de verdad cuando pronunció un discurso apelando a la unidad nacional y a la herencia histórica común. Un murmullo recorrió el corro en el que se habían reunido ese día. Había nutrida presencia de independentistas.
El responsable de prensa vio comprometida su situación, así que propuso votar sobre su continuidad. Aunque el resultado fue favorable, Javier decidió marcharse porque ya no sentía el respaldo de todos.
De la sentada en Sol a ‘Rodea el Congreso’
La opinión más generalizada es que el 15-M fue el germen de Podemos, aunque no es del todo cierto. O al menos es inexacto. El espíritu inicial del movimiento rechazaba la creación de un partido. “Queríamos hacer un manifiesto serio, pero mucha gente estaba en contra porque decían que sentar los puntos de una revolución mataba la revolución”, explica Javier.Es ahí cuando aparece el sentido de la oportunidad de Pablo Iglesias. De él y de los que años más tarde impulsarían Podemos. Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón o Miguel Urbán, de Izquierda Anticapitalista, fueron a pescar en las aguas revueltas de la Puerta del Sol. El objetivo: redirigir esa fuerza en beneficio propio, es decir, encauzar la indignación transversal e ingenua hacia unas posiciones políticas muy concretas.
Todos los fundadores de Podemos se dejaron ver por la Puerta del Sol: Pablo Iglesias, Miguel Urbán, Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón…Hay una escena muy reveladora de aquel mes de mayo de 2011: Miguel Urbán es entrevistado por Pablo Iglesias -como reportero de La Tuerka- en la Puerta del Sol. “¿Cuál es el siguiente paso a dar?”, le pregunta el profesor de Ciencias Políticas. “El siguiente paso es más organización, sobre todo por abajo, mayor coordinación, y empezar a responder a la teoría del shock que nos están metiendo cada viernes desde el consejo de ministros: hay que responder a eso, hay que preparar movilizaciones…”.
Este último punto resultaría esencial, porque un año después la masa indignada celebraría una multitudinaria manifestación apadrinada por la extrema izquierda bajo el nombre de “Rodea el Congreso“. Ahí ya se percibe la grieta entre el movimiento original 15-M y los grupos radicales de izquierda: Coordinadora 26-S, Bukaneros, Bloque Antifascista de Madrid, Izquierda Castellana… La policía tuvo que emplearse a fondo para mantener el orden en la calle.
“Para la extrema izquierda el 15-M fue una suerte de gimnasia revolucionaria; lo propiciaron quienes formaron Podemos y se aprovecharon para absorver la confluencia”, dice Fernando PazEl historiador Fernando Paz, como Monedero, cree que no es posible entender un fenómeno sin el otro. “El 15-M fue el origen más inmediato. Para ellos fue una suerte de gimnasia revolucionaria; por un lado lo propiciaron los mismos que luego formaron Podemos y por otro se aprovecharon de la confluencia de mucha gente en dicho movimiento y la absorbieron para Podemos. Se dieron cuenta de las posibilidades de la extrema izquierda al cambiar el discurso dogmático por el populismo“, declara a Actuall.
Paz no tuvo dudas de que la extrema izquierda acabaría neutralizando el movimiento. “En primer lugar, porque estaba en su génesis; y en su segundo lugar, porque por razones de cultura política y estructura social, la protesta en España se inclina hacia esa dirección”.
Cinco años después, el tsunami que amenazaba con arrasar a la clase política y que hizo temblar los pilares del sistema nacido en 1978, es hoy una pieza de museo que Podemos sacará a relucir cuando convenga, igual que hacía Franco con los falangistas. O sea, la coartada del sistema.
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