Hermann Tertsch: “Por el camino que va España, llegaremos a las manos”
El columnista de ABC advirtió en "Libelo contra la secta", de la profunda degradación de nuestro país. En los últimos tiempos sus peores augurios se han confirmado en "Días de ira", ensayo en el que retrata a una nación perezosa y sin valores que ya no aspira ni a defenderse.
Hermann Tertsch aún tiene muy presentes los grandes desastres europeos del siglo XX. No se cansa de recordarlo, él que fue testigo de la Guerra de los Balcanes y la caída del Muro de Berlín. Una foto junto a Pérez-Reverte y Alfonso Rojo en Sarajevo en 1993 da buena fe de sus años como reportero de guerra, aunque en el salón de su casa también hay recuerdos más gratos, como la foto con el escritor Günter Grass el día que recibió el Premio Nobel de Literatura.
Escritor y columnista de ABC, es uno de los periodistas más vilipendiados por la izquierda. Sufre una campaña de acoso casi permanente y dice sentirse vetado en varios medios de comunicación que, por cierto, ninguno es sospechoso de simpatizar con los de morado. Por eso Tertsch denuncia la irresponsabilidad con la que algunos en el Gobierno han actuado con Podemos en algunos medios de comunicación.
El descrédito de los partidos tradicionales y la coalición entre Podemos e IU han animado un escenario ya de por sí convulso e imprevisible.
A Hermann Tertsch nada de esto le pilla por sorpresa: si hace años advirtió lo que se cocía en Libelo contra la secta, sus peores augurios se han confirmado en Días de ira. “Zapatero no perdió por traicionar, intoxicar de odios pasados y traicionar a España, sino por no poder seguir suministrando cheques-bebé y planes E”, recuerda a los vendedores de humo que estos días se esfuerzan en mostrar las bondades del actual inquilino de la Moncloa.
A estas alturas cabría preguntarse si no son más peligrosos quienes advierten de que viene el lobo que el lobo mismo. Tertsch sostiene que quien pudo haber corregido el ruinoso rumbo de España en los últimos cuatro años, no ha hecho nada. Ni siquiera para espantar los odios que han vuelto como un tsunami, ya sea en Twitter o en la calle. Hermann lo achaca a que todo es fruto de una mala educación y al entreguismo de la derecha.
Es hora de hacer balance sobre Rajoy.
Rajoy es un personaje que no tiene ideas para transformar el país, no le gusta la política. Es un opositor en carne y alma, es decir, alguien que se esfuerza por llegar a un sitio. Más que decepcionante, la legislatura de Rajoy es un drama: lo que pudo ser y no fue. Tenía una mayoría absoluta y apoyo internacional, un poder territorial inmenso… Podía haber hecho cosas que este país necesita de forma urgente. Pero no las hizo por ese proverbial miedo al conflicto, por indolencia, por no estar a la altura, por cobardía y por su querencia a huir de los conflictos. Es una oportunidad que se ha ido y no va a volver.
Pero él sigue poniéndose la medalla de haber evitado el rescate.
Lo hace sin saber que los españoles están ya cansados de escuchar ese argumento. Con el tiempo habrá más gente que piense que lo mejor hubiera sido que nos intervinieran. Los ‘hombres de negro’ de Bruselas habrían tomado decisiones que aquí no habrían sido capaces de tomar por cobardía, pero que eran necesarias. Por ejemplo, buscar un reequilibrio en las autonomías. Es una desgracia que no se hayan hecho.
Rajoy ha continuado la política de Zapatero, incluyendo las medidas acordadas con la ETA. Estamos en la tercera legislatura de colaboración con esa banda armada. Rajoy ha hecho un daño moral a este país infinito, porque podía haber roto esa complicidad absolutamente nauseabunda entre ETA y Zapatero. No se ha roto, sino que se ha hecho seguidismo.
La continuidad en realidad se ha dado en todos los campos.
Tampoco la ley de la Memoria Histórica, que tendría que haber sido abolida el primer día de legislatura. Esta ley es una infamia, sólo se ha usado para destruir la convivencia y cuestionar la Transición y la reconciliación nacional. Hemos vuelto a una narrativa en la que hay una parte buena (el Frente Popular) y una mala (Franco). Españoles buenos y otros malos. Hay un sectarismo y una mentira sistemática.
¿Quizá porque la hegemonía de la izquierda es indiscutible desde 1978?
Se ha llenado la educación de chatarra ideológica que sólo genera odio y que además es mentira. Todo se ha hecho con la cobertura legal de Rajoy, es una auténtica vergüenza. Por ejemplo, la ley de la violencia de género, que rompe la igualdad entre españoles. Es una basura hecha para el abuso, para generar una superioridad de unos españoles sobre otros en función del sexo. Es una ley hecha para ser injusta. Hay miles de hombres a los que les han destrozado la vida, han proliferado las denuncias falsas.
Hay quien dice que los ‘sorayos’ son la regeneración que el partido necesita.
Rajoy se ha rodeado de Moragas y Saénz de Santamaría, que es otro personaje nefasto. Es gente que sólo defiende su propio sillón. No tienen ninguna idea para España, ni siquiera lo intentan. Han vaciado de ideología el partido; han cumplido a regañadientes y de forma tramposa las indicaciones de Bruselas; han defendido sus puestos y han destruido a aquellos que han podido ponerlos en peligro; y han creado un búnker de autodefensa sin más proyecto político que el de la supervivencia.
A la primera resistencia de las autonomías, nadie ha intentado imponer la ley, que es lo que sucede en Cataluña donde se viola todos los días. Prefieren llegar a un apaño con la Generalitat financiando su golpe de Estado con el dinero de todos los españoles. Van rindiendo todas las plazas ideológicas de contenido nacional. Los socialistas abdicaron de defender la nación con Zapatero, pero la derecha hace lo mismo con años de retraso. O se aplica un programa de regeneración nacional o llegaremos a la destrucción.
¿Destrucción? Le veo muy pesimista.
Sí, la destrucción total de la convivencia está en marcha. Cuando se haya destruido realmente la convivencia lo notaremos en nuestro día a día, y entonces la gente se asustará. Cuando lleguemos a las manos, porque llegaremos a las manos por la senda en la que vamos, todos dirán: ‘¿qué ha pasado?’
¿Y qué ha pasado?
Algunos llevamos años advirtiendo de que cuando el Gobierno hace dejación de su obligación de hacer cumplir la ley y de defender la democracia de los enemigos de la estabilidad y la integridad, el país se va a los pies de los caballos. Ya estamos llegando allí.
Es dramático, pero esto es por la mentira antifranquista.
¿Y eso qué significa? ¿Es lo que propicia la pérdida de identidad nacional?
En pocas palabras: la habilidad de parte de la izquierda de presentar al pueblo español como un pueblo sufridor. Todos éramos buenos menos cuatro malos, y la izquierda decide quién es malo. Y entonces todo el mundo tiene que demostrar que es de los buenos. Ya los libros de Vizcaíno Casas dejaban claro por dónde iba la cosa. Era la forma de descalificar socialmente y de matar civilmente a la gente llamándoles fachas y franquistas. En este país todo el mundo sabía que el de enfrente mentía porque todos sabían de dónde venía cada uno. Todos eran copartícipes de una inmensa mentira.
¿Mentir es rentable?
En España es muy barato. Todo el mundo miente y nadie dimite por ello. En otros países la mentira te hunde. A cualquiera que le pillan en una mentira está acabado. Aquí no hay repercusión porque todos asumimos que formamos parte de esa gran mentira, que sirve como arma para acallar las bocas.
También habrá que pedir responsabilidades a la derecha por su silencio cómplice, ¿no?
En España la derecha acomplejada se dedicaba a vivir en su nicho y a ganar dinero de forma legal o ilegal. Por eso la educación pública y la cultura se han convertido en un discurso total de la izquierda. La derecha cuando está en el Gobierno otorga los premios a gente de izquierdas. Sólo les falta dar un premio a Wyoming.
No dé ideas…
Es que la política que el Gobierno ha aplicado con el duopolio no responde a los intereses de España, ni siquiera a los electores del PP, sino a intereses muy particulares de este Gobierno: son las amistades de Moragas o Saénz de Santamaría. A parte de la parte corrupta, está la parte de estrategias suicidas o egoístas: como España no me importa nada, la convivencia entre los españoles no me preocupa, y como lo que me preocupa es mandar pues voy a debilitar al PSOE.
Hicieron una operación para debilitar al PSOE colocando a Podemos en las televisiones a todas horas. Estamos hablando de unos extremistas enemigos del Estado que tienen vínculos con los servicios de información de Cuba, Venezuela, Irán… El Gobierno lo sabía y podía haberlo neutralizado desde el principio.
A usted también le han dedicado muchas horas en La Sexta, aunque en otro sentido… Incluso los que no son periodistas, como Ramón Espinar, que antes de convertirse en portavoz de Podemos en el Senado escribió: “Exigimos una campaña de bullying indefinido a Isabel San Sebastián y Hermann Tertsch”.
La exigían y la han tenido. Todos ellos han hecho una campaña indefinida contra Isabel y contra mí. En mi caso con considerable éxito. Han acosado tanto que incluso medios en teoría no sometidos a los códigos de la izquierda se han puesto de perfil. Por ejemplo, en 13TV, que no me han vuelto a invitar, en cambio sí tienen una pluralidad de contertulios de izquierdas enorme.
¿Y en Telemadrid?
Allí ha pasado lo mismo porque hay un acoso general. Soy un símbolo para la izquierda: en cuanto me cortaron la cabeza en esta cadena, se mostraban triunfantes en las redes sociales.
¿Quién tomó esa decisión? ¿Cifuentes?
No lo sé, pero en contra de su voluntad no se habrá hecho.
¿No demuestra su caso que el PP ha sucumbido a los posicionamientos progresistas?
Esto viene de lejos. La actitud de Gallardón era la clásica del PP: estamos por encima de nuestros votantes, y como somos ilustrados, somos de izquierdas. Y luego los premios nacionales se los damos a Goytisolo para que insulte a España. El centro-derecha español no tiene ningún discurso ideológico porque ni a Rajoy ni a Soraya les interesa la política, todos sus pensamientos los dedican a estar en el poder.
¿Por qué gran parte de la izquierda -y todos los nacionalistas- sólo existe como enemiga de España?
Es una desgracia lo que le ocurre a la izquierda española: se han quedado sin referentes nacionales. La unidad de España es algo franquista para ellos. Así lo han asumido. Pero si la derecha la hubiera defendido de verdad, otra gallo nos cantaría.
Podemos es un proyecto de franquicia de quienes quieren desestabilizar Europa, una cabeza de puente para destrozarla. Desde Putin a Castro. Hay un submundo que va desde las mafias del narco hasta las grandes corporaciones latinoamericanas hasta el terrorismo en Oriente Medio. Podemos responde a esos intereses. También, por supuesto, se debe a la crisis del PSOE, que como en la izquierda no hay un proyecto socialdemócrata en el que mirarse, se va a la extrema izquierda. Y en ese terreno tiene más credibilidad Podemos.
Y ya llevan casi un año en ayuntamientos importantes como Madrid o Barcelona. ¿A qué se debe esa hostilidad contra la Iglesia?
La hostilidad al hecho religioso viene del siglo XIX. Hay una fobia militante contra la Iglesia en la que se educa a los niños en la escuela pública y las universidades. Hay una militancia agresiva contra el hecho religioso, pero sólo contra el cristianismo y el judaísmo, nunca contra el islam, claro.
Pobre del que incurra en islamofobia.
A mí no me alarma la islamofobia, que desde Lepanto no genera un muerto. En cambio, muertos por el islamismo tenemos todos los días. Además tenemos a las comunidades islámicas cuyas condenas de la violencia son…
¿Es otra etiqueta? La islamofobia, digo.
Es uno de los tabúes que ha levantado la izquierda. Igual pasa con el antitaurinismo. Son los comodines que usa a falta de un discurso económico, ya que siempre acaba en fracaso.Todo lo que tienen son consignas: animalismo, feminismo, islamofobia, refugiados, mestizaje… No tiene un cuerpo ideológico cerrado porque le ha quebrado. El cuerpo económico está en las calles de Venezuela, donde la gente muere a diario.
¿No ve algo desnortada a Europa?
Europa en los momentos claves siempre ha sido muy cobarde. A Europa la han salvado desde fuera dos veces en el último siglo. Y ahora vuelve a ser muy cobarde, está en un discurso de corrección política que es la peste en política moderna. Es un reflejo ampliado del discurso socialdemócrata hegemónico en Europa occidental tras la Segunda Guerra Mundial.
En pleno centro de Colonia al lado de la catedral se suspendió el Estado de Derecho y existió la barbarie pura durante horas. Y después nos dimos cuenta que esto pasó también en Hamburgo, en Viena, en Innsbruck, Salzburgo… Y la prensa no lo reflejaba. ¿Qué pasa con la prensa en Occidente? ¿Acaso la corrección política impide denunciar lo que está pasando?
La prensa en Alemania silenció las violaciones masivas de Colonia
Ahora aparecen noticias como que uno de cada tres refugiados que llegó a Viena delinquió, ¡el 33%! O que de los 15.000 delitos violentos cometidos en Viena en 2015, la mitad los cometieron refugiados. Por eso la gente vota como primer partido a uno que dice la verdad y no se esconde en lo políticamente correcto como hacen los partidos tradicionales. Ahí se está creando la grieta entre los partidos que mienten.
¿Le cogió por sorpresa lo de Austria?
El candidato del partido socialista austriaco ha obtenido sólo un 11%, el del popular un 11% y el partido de derechas, que denuncia todo esto, un 34%. Esto está ocurriendo en muchos países de Europa. Francia, Hungría, Suecia…
¿Son una reacción al mundialismo?
Sin duda, es una reacción contra la globalización. Hay miedo a la pérdida de identidad y soberanía. Hay quienes creemos que el Estado-Nación es el garante de nuestra soberanía, nuestra forma de vida y civilización. La gran diferencia entre estos partidos con Pablo Iglesias es que están dispuestos a cumplir la Constitución, como sucede con Marine Le Pen o Norbert Hofer. ¿Alguna vez ha dicho Le Pen que no vaya a cumplir la ley? En España, en cambio, se propone votar para desmembrar la nación.
Es una persona inteligente. Es verdad que ha sido un matón, pero como inteligente que es cada vez será menos matón. Esto me recuerda a la campaña que la izquierda le hizo a Ronald Reagan: facha, subnormal, nazi, tonto, homófobo, machista… le dijeron de todo. No sé si Trump va a ganar, aunque no es imposible teniendo en cuenta la cantidad de cadáveres que Clinton tiene en el armario. Si se rodea bien y se controla, es muy posible que gane. Más peligro que Obama no creo que tenga.
¿Balance positivo, Obama?
Algunos se asustan con Trump, pero Obama ha sido un peligro público. El daño que ha hecho a la seguridad en los últimos ocho años ha sido infinito. El mundo se pone interesante en el peor sentido. El americano medio está más seguro con Trump que con Hillary Clinton.
Escritor y columnista de ABC, es uno de los periodistas más vilipendiados por la izquierda. Sufre una campaña de acoso casi permanente y dice sentirse vetado en varios medios de comunicación que, por cierto, ninguno es sospechoso de simpatizar con los de morado. Por eso Tertsch denuncia la irresponsabilidad con la que algunos en el Gobierno han actuado con Podemos en algunos medios de comunicación.
A Hermann Tertsch nada de esto le pilla por sorpresa: si hace años advirtió lo que se cocía en Libelo contra la secta, sus peores augurios se han confirmado en Días de ira. “Zapatero no perdió por traicionar, intoxicar de odios pasados y traicionar a España, sino por no poder seguir suministrando cheques-bebé y planes E”, recuerda a los vendedores de humo que estos días se esfuerzan en mostrar las bondades del actual inquilino de la Moncloa.
A estas alturas cabría preguntarse si no son más peligrosos quienes advierten de que viene el lobo que el lobo mismo. Tertsch sostiene que quien pudo haber corregido el ruinoso rumbo de España en los últimos cuatro años, no ha hecho nada. Ni siquiera para espantar los odios que han vuelto como un tsunami, ya sea en Twitter o en la calle. Hermann lo achaca a que todo es fruto de una mala educación y al entreguismo de la derecha.
Es hora de hacer balance sobre Rajoy.
Rajoy es un personaje que no tiene ideas para transformar el país, no le gusta la política. Es un opositor en carne y alma, es decir, alguien que se esfuerza por llegar a un sitio. Más que decepcionante, la legislatura de Rajoy es un drama: lo que pudo ser y no fue. Tenía una mayoría absoluta y apoyo internacional, un poder territorial inmenso… Podía haber hecho cosas que este país necesita de forma urgente. Pero no las hizo por ese proverbial miedo al conflicto, por indolencia, por no estar a la altura, por cobardía y por su querencia a huir de los conflictos. Es una oportunidad que se ha ido y no va a volver.
Pero él sigue poniéndose la medalla de haber evitado el rescate.
Lo hace sin saber que los españoles están ya cansados de escuchar ese argumento. Con el tiempo habrá más gente que piense que lo mejor hubiera sido que nos intervinieran. Los ‘hombres de negro’ de Bruselas habrían tomado decisiones que aquí no habrían sido capaces de tomar por cobardía, pero que eran necesarias. Por ejemplo, buscar un reequilibrio en las autonomías. Es una desgracia que no se hayan hecho.
“La ley de la Memoria Histórica, que tendría que haber sido abolida el primer día de legislatura de Rajoy, sólo se ha usado para destruir la convivencia y cuestionar la reconciliación nacional. Hemos vuelto a ‘buenos’ y ‘malos'”¿Acaso estaba todo acordado con el PSOE? Me refiero a mantener las leyes del zapaterismo.
Rajoy ha continuado la política de Zapatero, incluyendo las medidas acordadas con la ETA. Estamos en la tercera legislatura de colaboración con esa banda armada. Rajoy ha hecho un daño moral a este país infinito, porque podía haber roto esa complicidad absolutamente nauseabunda entre ETA y Zapatero. No se ha roto, sino que se ha hecho seguidismo.
La continuidad en realidad se ha dado en todos los campos.
Tampoco la ley de la Memoria Histórica, que tendría que haber sido abolida el primer día de legislatura. Esta ley es una infamia, sólo se ha usado para destruir la convivencia y cuestionar la Transición y la reconciliación nacional. Hemos vuelto a una narrativa en la que hay una parte buena (el Frente Popular) y una mala (Franco). Españoles buenos y otros malos. Hay un sectarismo y una mentira sistemática.
¿Quizá porque la hegemonía de la izquierda es indiscutible desde 1978?
Se ha llenado la educación de chatarra ideológica que sólo genera odio y que además es mentira. Todo se ha hecho con la cobertura legal de Rajoy, es una auténtica vergüenza. Por ejemplo, la ley de la violencia de género, que rompe la igualdad entre españoles. Es una basura hecha para el abuso, para generar una superioridad de unos españoles sobre otros en función del sexo. Es una ley hecha para ser injusta. Hay miles de hombres a los que les han destrozado la vida, han proliferado las denuncias falsas.
Hay quien dice que los ‘sorayos’ son la regeneración que el partido necesita.
Rajoy se ha rodeado de Moragas y Saénz de Santamaría, que es otro personaje nefasto. Es gente que sólo defiende su propio sillón. No tienen ninguna idea para España, ni siquiera lo intentan. Han vaciado de ideología el partido; han cumplido a regañadientes y de forma tramposa las indicaciones de Bruselas; han defendido sus puestos y han destruido a aquellos que han podido ponerlos en peligro; y han creado un búnker de autodefensa sin más proyecto político que el de la supervivencia.
“Los socialistas abdicaron de defender la nación con Zapatero, pero la derecha hace lo mismo con años de retraso. O se aplica un programa de regeneración nacional o llegaremos a la destrucción”¿Es lo que ha pasado con la LOMCE?
A la primera resistencia de las autonomías, nadie ha intentado imponer la ley, que es lo que sucede en Cataluña donde se viola todos los días. Prefieren llegar a un apaño con la Generalitat financiando su golpe de Estado con el dinero de todos los españoles. Van rindiendo todas las plazas ideológicas de contenido nacional. Los socialistas abdicaron de defender la nación con Zapatero, pero la derecha hace lo mismo con años de retraso. O se aplica un programa de regeneración nacional o llegaremos a la destrucción.
¿Destrucción? Le veo muy pesimista.
Sí, la destrucción total de la convivencia está en marcha. Cuando se haya destruido realmente la convivencia lo notaremos en nuestro día a día, y entonces la gente se asustará. Cuando lleguemos a las manos, porque llegaremos a las manos por la senda en la que vamos, todos dirán: ‘¿qué ha pasado?’
¿Y qué ha pasado?
Algunos llevamos años advirtiendo de que cuando el Gobierno hace dejación de su obligación de hacer cumplir la ley y de defender la democracia de los enemigos de la estabilidad y la integridad, el país se va a los pies de los caballos. Ya estamos llegando allí.
“La derecha cuando está en el Gobierno otorga los premios a gente de izquierdas y a quienes insultan a España como Goytisolo. Sólo les falta premiar a Wyoming”Eso en cuanto a la clase política. Pero, ¿qué hay de los jóvenes? El año pasado el CIS publicó que sólo el 16% estaría dispuesto a defender militarmente a su país.
Es dramático, pero esto es por la mentira antifranquista.
¿Y eso qué significa? ¿Es lo que propicia la pérdida de identidad nacional?
En pocas palabras: la habilidad de parte de la izquierda de presentar al pueblo español como un pueblo sufridor. Todos éramos buenos menos cuatro malos, y la izquierda decide quién es malo. Y entonces todo el mundo tiene que demostrar que es de los buenos. Ya los libros de Vizcaíno Casas dejaban claro por dónde iba la cosa. Era la forma de descalificar socialmente y de matar civilmente a la gente llamándoles fachas y franquistas. En este país todo el mundo sabía que el de enfrente mentía porque todos sabían de dónde venía cada uno. Todos eran copartícipes de una inmensa mentira.
¿Mentir es rentable?
En España es muy barato. Todo el mundo miente y nadie dimite por ello. En otros países la mentira te hunde. A cualquiera que le pillan en una mentira está acabado. Aquí no hay repercusión porque todos asumimos que formamos parte de esa gran mentira, que sirve como arma para acallar las bocas.
También habrá que pedir responsabilidades a la derecha por su silencio cómplice, ¿no?
En España la derecha acomplejada se dedicaba a vivir en su nicho y a ganar dinero de forma legal o ilegal. Por eso la educación pública y la cultura se han convertido en un discurso total de la izquierda. La derecha cuando está en el Gobierno otorga los premios a gente de izquierdas. Sólo les falta dar un premio a Wyoming.
No dé ideas…
Es que la política que el Gobierno ha aplicado con el duopolio no responde a los intereses de España, ni siquiera a los electores del PP, sino a intereses muy particulares de este Gobierno: son las amistades de Moragas o Saénz de Santamaría. A parte de la parte corrupta, está la parte de estrategias suicidas o egoístas: como España no me importa nada, la convivencia entre los españoles no me preocupa, y como lo que me preocupa es mandar pues voy a debilitar al PSOE.
“La izquierda hizo una campaña contra contra mí de considerable éxito. Han acosado tanto que incluso medios en teoría no sometidos a los códigos de la izquierda, se han puesto de perfil”¿A qué se refiere?
Hicieron una operación para debilitar al PSOE colocando a Podemos en las televisiones a todas horas. Estamos hablando de unos extremistas enemigos del Estado que tienen vínculos con los servicios de información de Cuba, Venezuela, Irán… El Gobierno lo sabía y podía haberlo neutralizado desde el principio.
A usted también le han dedicado muchas horas en La Sexta, aunque en otro sentido… Incluso los que no son periodistas, como Ramón Espinar, que antes de convertirse en portavoz de Podemos en el Senado escribió: “Exigimos una campaña de bullying indefinido a Isabel San Sebastián y Hermann Tertsch”.
La exigían y la han tenido. Todos ellos han hecho una campaña indefinida contra Isabel y contra mí. En mi caso con considerable éxito. Han acosado tanto que incluso medios en teoría no sometidos a los códigos de la izquierda se han puesto de perfil. Por ejemplo, en 13TV, que no me han vuelto a invitar, en cambio sí tienen una pluralidad de contertulios de izquierdas enorme.
¿Y en Telemadrid?
Allí ha pasado lo mismo porque hay un acoso general. Soy un símbolo para la izquierda: en cuanto me cortaron la cabeza en esta cadena, se mostraban triunfantes en las redes sociales.
¿Quién tomó esa decisión? ¿Cifuentes?
No lo sé, pero en contra de su voluntad no se habrá hecho.
¿No demuestra su caso que el PP ha sucumbido a los posicionamientos progresistas?
Esto viene de lejos. La actitud de Gallardón era la clásica del PP: estamos por encima de nuestros votantes, y como somos ilustrados, somos de izquierdas. Y luego los premios nacionales se los damos a Goytisolo para que insulte a España. El centro-derecha español no tiene ningún discurso ideológico porque ni a Rajoy ni a Soraya les interesa la política, todos sus pensamientos los dedican a estar en el poder.
¿Por qué gran parte de la izquierda -y todos los nacionalistas- sólo existe como enemiga de España?
Es una desgracia lo que le ocurre a la izquierda española: se han quedado sin referentes nacionales. La unidad de España es algo franquista para ellos. Así lo han asumido. Pero si la derecha la hubiera defendido de verdad, otra gallo nos cantaría.
“Hay una fobia militante contra la Iglesia en la que se educa a los niños en la escuela. Hay una militancia agresiva contra el hecho religioso, pero nunca contra el islam”Por ejemplo, Iglesias no habría llegado hasta aquí.
Podemos es un proyecto de franquicia de quienes quieren desestabilizar Europa, una cabeza de puente para destrozarla. Desde Putin a Castro. Hay un submundo que va desde las mafias del narco hasta las grandes corporaciones latinoamericanas hasta el terrorismo en Oriente Medio. Podemos responde a esos intereses. También, por supuesto, se debe a la crisis del PSOE, que como en la izquierda no hay un proyecto socialdemócrata en el que mirarse, se va a la extrema izquierda. Y en ese terreno tiene más credibilidad Podemos.
Y ya llevan casi un año en ayuntamientos importantes como Madrid o Barcelona. ¿A qué se debe esa hostilidad contra la Iglesia?
La hostilidad al hecho religioso viene del siglo XIX. Hay una fobia militante contra la Iglesia en la que se educa a los niños en la escuela pública y las universidades. Hay una militancia agresiva contra el hecho religioso, pero sólo contra el cristianismo y el judaísmo, nunca contra el islam, claro.
Pobre del que incurra en islamofobia.
A mí no me alarma la islamofobia, que desde Lepanto no genera un muerto. En cambio, muertos por el islamismo tenemos todos los días. Además tenemos a las comunidades islámicas cuyas condenas de la violencia son…
¿Es otra etiqueta? La islamofobia, digo.
Es uno de los tabúes que ha levantado la izquierda. Igual pasa con el antitaurinismo. Son los comodines que usa a falta de un discurso económico, ya que siempre acaba en fracaso.Todo lo que tienen son consignas: animalismo, feminismo, islamofobia, refugiados, mestizaje… No tiene un cuerpo ideológico cerrado porque le ha quebrado. El cuerpo económico está en las calles de Venezuela, donde la gente muere a diario.
¿No ve algo desnortada a Europa?
Europa en los momentos claves siempre ha sido muy cobarde. A Europa la han salvado desde fuera dos veces en el último siglo. Y ahora vuelve a ser muy cobarde, está en un discurso de corrección política que es la peste en política moderna. Es un reflejo ampliado del discurso socialdemócrata hegemónico en Europa occidental tras la Segunda Guerra Mundial.
“¿Qué pasa en Europa? De los 15.000 delitos violentos cometidos en Viena en 2015, la mitad los cometieron refugiados. Por eso la gente vota a uno que dice la verdad y no se esconde en lo políticamente correcto”¿La crisis de los refugiados nos está retratando?
En pleno centro de Colonia al lado de la catedral se suspendió el Estado de Derecho y existió la barbarie pura durante horas. Y después nos dimos cuenta que esto pasó también en Hamburgo, en Viena, en Innsbruck, Salzburgo… Y la prensa no lo reflejaba. ¿Qué pasa con la prensa en Occidente? ¿Acaso la corrección política impide denunciar lo que está pasando?
La prensa en Alemania silenció las violaciones masivas de Colonia
Ahora aparecen noticias como que uno de cada tres refugiados que llegó a Viena delinquió, ¡el 33%! O que de los 15.000 delitos violentos cometidos en Viena en 2015, la mitad los cometieron refugiados. Por eso la gente vota como primer partido a uno que dice la verdad y no se esconde en lo políticamente correcto como hacen los partidos tradicionales. Ahí se está creando la grieta entre los partidos que mienten.
¿Le cogió por sorpresa lo de Austria?
El candidato del partido socialista austriaco ha obtenido sólo un 11%, el del popular un 11% y el partido de derechas, que denuncia todo esto, un 34%. Esto está ocurriendo en muchos países de Europa. Francia, Hungría, Suecia…
¿Son una reacción al mundialismo?
Sin duda, es una reacción contra la globalización. Hay miedo a la pérdida de identidad y soberanía. Hay quienes creemos que el Estado-Nación es el garante de nuestra soberanía, nuestra forma de vida y civilización. La gran diferencia entre estos partidos con Pablo Iglesias es que están dispuestos a cumplir la Constitución, como sucede con Marine Le Pen o Norbert Hofer. ¿Alguna vez ha dicho Le Pen que no vaya a cumplir la ley? En España, en cambio, se propone votar para desmembrar la nación.
“Algunos se asustan con Trump, pero Obama ha sido un peligro público. El daño que ha hecho a la seguridad en los últimos ocho años ha sido infinito”¿Metería en el mismo saco a Donald Trump?
Es una persona inteligente. Es verdad que ha sido un matón, pero como inteligente que es cada vez será menos matón. Esto me recuerda a la campaña que la izquierda le hizo a Ronald Reagan: facha, subnormal, nazi, tonto, homófobo, machista… le dijeron de todo. No sé si Trump va a ganar, aunque no es imposible teniendo en cuenta la cantidad de cadáveres que Clinton tiene en el armario. Si se rodea bien y se controla, es muy posible que gane. Más peligro que Obama no creo que tenga.
¿Balance positivo, Obama?
Algunos se asustan con Trump, pero Obama ha sido un peligro público. El daño que ha hecho a la seguridad en los últimos ocho años ha sido infinito. El mundo se pone interesante en el peor sentido. El americano medio está más seguro con Trump que con Hillary Clinton.
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