20-D. ¿A quién votamos? (III). Las tontunas de Pablemos: el ‘No a la guerra’ y el reparto de la miseria
- La guerra contra el terrorismo siempre es legítima defensa.
- Y la miseria no es repartible ni puede ser un objetivo. Ni tan siquiera político.
- Pablemos maneja imágenes como si fueran conceptos.
- Y entonces es cuando confunde un Consejo de Administración de Telefónica con un mero consejillo asesor.
- Pablemos es un personaje cuya agresividad oculta una gran ignorancia.
- Pedro Sánchez: “Es la hora de retomar el testigo de Zapatero”: ¡Aaaaaaaahhhhhhh!
El profe de todos los españoles, Pablo Iglesias (en la imagen), de Podemos, con todo su mariachi, ha lanzado el grito de “No a la guerra”. Un error que Podemos no se haya unido a mi querido colega Alberto Garzón, inefable líder de IU, el de “Salud y República”, porque le habría resultado muy útil en las actuales circunstancias, vaya que sí.
Nuevamente estamos en el “no a la guerra” y en la cobardía cívica de la España secular. El español ha demostrado su valentía en el campo de batalla al tiempo que una cobardía cívica lamentable En plata, que no se atreve a decir lo que piensa en voz alta. Otra cosa es la valentía en el campo de batalla, archidemostrada, y otra cosa es la idea de que no hay que abusar del débil. Pero en cuanto a valentía cívica….
Volvamos a Podemos. Lo cierto es que su “no a la guerra” exige una pregunta ulterior: ¿A qué tipo de guerra? A la guerra de un invasor o a la guerra terrorista contra el fanatismo islámico. La primera puede ser legítima defensa, en algunas ocasiones. La segunda lo es siempre. ¿De qué tipo de guerra habla Pablemos?
Y luego está lo del programa económico. En el libro de los proverbios el fiel se dirige a Yavhé para solicitarle: “No me des pobreza ni riqueza. Dame sólo lo necesario para vivir”. Este es el problema del programa económico de Podemos: que odian la riqueza (sobre todo la ajena) y aman la pobreza (sobre todo la ajena) pero, al final, todo acaba en eso, en el reparto de la miseria. Y la miseria es poco repartible.
Al final, cuando uno escucha a Pablo Iglesias, hable de lo que hable (economía, nacionalismo, religión) se topa con un personaje bastante vacuo cuya agresividad suele ocultar bastante ignorancia. Maneja imágenes como si fueran conceptos, ejemplo, el de las puertas giratorias. Ya por dos veces, ambas en público, le he oído decir que las puertas giratorias significan queRodrigo Rato sea consejero de Telefónica y que Trinidad Jiménez vaya a serlo. Lo cual quedaría ‘dabuten’ como ejemplo, si no fuera porque es mentira. Confunde Pablemos el Consejo de Administración -lo importante- con un Consejo asesor internacional que se reúne una vez cada seis meses no se sabe muy bien para qué. Cobran la dieta de la reunión y no mandan un pimiento. Pero para aplicar como principio y banderín de enganche la imagen de la puerta giratoria lo primero que hay que comprobar es si Pablemos sabe de qué está hablando. Y no lo sabe.
Pero no se preocupen, lo de Pedro Sánchez fue mejor. El secretario general del PSOE no es ignorante, simplemente es un poco corto. Por eso, cuando no sabe qué decir suelta perlas como la del lunes: “Es hora de recoger el testigo de Zapatero”. Creo que en Ferraz han comenzado a sudar la gota gorda.
Eulogio López
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