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Nueve comunidades autónomas piden una revisión de los fueros económicos de Navarra y el País Vasco, que consideran privilegios incompatibles con la Constitución. Ya no se trata de UPyD o Ciudadanos denunciando el “pufo” vasco-navarro. Las cuadernas de PP y PSOE crujen por el pulso interno entre tocafueros y forofos forales. Reclamar a las dos comunidades con cupo que aporten más a la caja común o renuncien a sus ventajas fiscales es desatar un pandemonio de ocho mil pares de apellidos vascos y navarros juntos. A ver quién es el aizkolari que se atreve a partir el melón de la reforma constitucional en medio de este campo minado. Con la cuestión catalana además abierta en canal, España lo tiene todo para un entrañable hermanamiento con Los Balcanes.
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