DEL AUTISMO Y EL A-MI-NO-ME-TOCA AL CAOS.
En 1899 Wiston Churchill les dijo a los ingleses:
¡Qué terribles son las maldiciones que el Mahometismo establece en sus devotos!. Además del frenesí fanático, que es tan peligroso en un hombre como la hidrofobia en un perro, contienen una apatía fatalista temerosa.
Sus deplorables efectos son evidentes en los países en que viven o se instalan, con hábitos salvajes, desorden agrícola, métodos lentos de comercio e inseguridad de la propiedad.
Su degradación del sensualismo priva a sus vidas de gracia, limpieza, honradez, respeto compartido, dignidad y santidad. El hecho de que en la ley mahometana cada mujer debe pertenecer a un hombre como de su absoluta propiedad, ya sea niña, esposa o concubina, retrasa la extinción definitiva de la esclavitud y la fomenta.
Como seres humanos, los musulmanes pueden tener buenas cualidades, pero, su adoctrinamiento paraliza su desarrollo social convivencial, salvo entre su propio grupo refractario y, en este sentido, no existe ninguna fuerza retrógrada más fuerte en el mundo.
Lejos de estar desapareciendo, el Mahometismo expande su machismo contagioso desde el Oriente Medio hacia África Central y Asia, dominando países que se llenan de obcecados sanguinarios y si el cristianismo no estuviera protegido en los fuertes brazos de la educación humanística y el amor al prójimo, contra los que ha luchado en vano, la civilización de la Europa moderna podría caerse, como cayó la civilización de la antigua Roma.
En 2015, Anjem Choudary, abogado y clérigo radical islámico inglés, de origen paquistaní, les puede manifiestar que:
“Toda la Gran Bretaña será pronto musulmana porque los musulmanes tenemos muchos hijos hasta por decenas y ustedes prefieren tener un perro. No es una opinión que me puedan discutir sino una realidad en marcha aquí y en toda Europa”.
Y en USA, Obama, contemporizando (Ver el enlace siguiente):
¡MENOS GUERRAS Y MÁS CERRAR MEZQUITAS!
Se acompaña adjunto: MAJESTAD CATÓLICA.
Cordialmente. 2015.04.15
Juan Prada Bécares, Abogado, Promoción 9 de Abril 1952 para Defensa del Derecho a la Vida y la Integridad Física y Moral de las Personas.
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