Para no caer en el olvido
Las raíces olvidadas de la deriva de Europa hacia el
autoritarismo
Europa está siendo desgarrada por un choque titánico
entre (a) la imparable furia popular contra las misantrópicas políticas de
austeridad y (b) el compromiso inamovible de nuestras élites hacia una mayor
austeridad. Nadie conoce el resultado de este choque, excepto, por supuesto,
que las probabilidades no parecen estar del lado de los buenos. Mientras
seguimos al albur de esta asoladora incertidumbre, tal vez sea útil pasar una
pequeña prueba de conocimientos. Así que, queridos lectores y lectoras, hagan
el favor de leer las siguientes diez citas y, mientras lo hacen, traten de
imaginar quien pronunció o escribió estas palabras?:
[ 1 ] “Por encima y más allá del concepto de
Estado-nación, la idea de una nueva comunidad transformará el espacio vital que
nos ha sido dado a todos por la Historia en un nuevo reino espiritual (...) La
nueva Europa de la solidaridad y la cooperación entre todos los pueblos, una
Europa sin paro ni crisis monetarias, (...) encontrará un fundamento seguro y
una prosperidad en rápido aumento una vez que se hayan retirado las barreras
económicas nacionales.”
[ 2 ] “Tiene que haber una disposición favorable a
subordinar los intereses propios de uno, en algunos casos, a los de la
Comunidad Europea.”
[ 3 ]”La solución a los problemas económicos (...) con el
eventual objetivo de una unión aduanera europea y un mercado libre europeo, un
sistema de compensación europeo y unos tipos de cambio estables en Europa, con
vistas a una unión monetaria europea.”
[ 4 ] “Los resultados del nacionalismo excesivo y del
desmembramiento territorial están en la experiencia de todos. La única
esperanza para la paz descansa en un proceso que, por un lado, respete el
patrimonio fundamental inalienable de cada nación, y que, por el otro, los
modere y los subordine a una política continental (...) Una Unión Europea no
puede estar sujeta a las variaciones de la política interna características de
los regímenes liberales.”
[ 5 ] “Una nueva Europa: esa es la cuestión y esa es la
tarea que tenemos ante nosotros. Esto no quiere decir que los italianos, los
alemanes o el resto de las naciones de la familia europea hayan de cambiar de
lugar y llegar a ser irreconocibles para sí mismos o los unos a los otros, de
un día o un año para otro. Será una nueva Europa, mediante la nueva inspiración
y el principio determinante, la que brotarán entre todos estos pueblos.” (...)
“El problema de la jerarquía de los Estados no surgirá. Al menos en su forma
habitual, una vez que hayamos cortado la cabeza del dragón, es decir, el
concepto de soberanía estatal. Por otra parte, esto no tiene por qué realizarse
directamente, sino que puede lograrse indirectamente, por ejemplo, mediante la
creación de organismos interestatales que atiendan a determinados intereses
comunes (los tipos de cambio, las comunicaciones, el comercio exterior, etc.)”
[ 6 ] [He aquí una cita de un documento de política bien
recibido en su momento, que recomendaba la necesidad de] “... presentar una
solución confederal europea basada en la libre cooperación entre naciones
independientes” [que daría como resultado unir Europa] “sobre una base federal”
[y añadía que para llevar a cabo el proceso de federación], “todo lo que se
requiere de los Estados europeos es que sean miembros leales y proeuropeos de la
comunidad, y colaboren voluntariamente en sus tareas (...) El objetivo de la
cooperación europea es promover la paz, la seguridad y el bienestar de todos
los pueblos.”
[ 7 ] “Hay que crear una Europa que no malgaste su sangre
y su fuerza en conflictos intestinos, sino que forme una unidad compacta. De
esta manera será más rica, más fuerte y más civilizada, y recuperará su antiguo
lugar en el mundo.” “Las tensiones nacionales y los celos mezquinos perderán su
sentido en una Europa organizada libremente sobre una base federal. El
desarrollo político mundial consiste inevitablemente en la formación de ámbitos
políticos y económicos más grandes.”
[ 8 ] “No es muy inteligente imaginar que en una casa tan
abarrotada como la de Europa, una comunidad de pueblos pueda mantener
diferentes sistemas jurídicos y diferentes concepciones de la ley por mucho
tiempo.”
[ 9 ] “En mi opinión, el concepto que tiene una nación de
su propia libertad se debe armonizar con los hechos de la actualidad y con
preguntas simples relativas a la eficiencia y las finalidades (...) Nuestro
único requisito a los estados europeos es que sean miembros sinceros y
entusiastas de Europa.”
[ 10 ] “Los pueblos de Europa entienden cada vez más que
los grandes temas que nos dividen, en comparación con los que surgirán y se
resolverán entre los continentes, no son más que disputas familiares
triviales.” (...)”En cincuenta años, los europeos ya no pensarán en términos de
países independientes.
* * *
Bien, ahora que han leído las citas, pueden echar un vistazo
a la lista de sus autores que figura a continuación.
Para que no se me malinterprete, permítanme afirmar
categóricamente que el propósito de la inclusión de estas citas no es dar a
entender que la Unión Europea creada tras la Segunda Guerra Mundial estuvo
fundada en principios nazi–fascistas. Y no se trata de insinuar que la Alemania
de hoy tiene similitudes con la Alemania de Hitler (¿para qué si no iba yo a estar a favor de una Alemania hegemónica?)
No, la razón para relacionar aquí estas citas es que
nosotros los europeos tenemos la obligación moral de disipar la peligrosa
ilusión de que la idea de una Unión Europea en la que los nacionalismos y el
Estado-nación puedan disolverse poco a poco fue una empresa que debemos
entender como el polo opuesto de los proyectos elaborados por los traficantes
de guerra autocráticos, misántropos, racistas e inhumanos que saltaron a la
fama a raíz de la crisis europea mediada la guerra.
Como las citas anteriores demuestran (por poco sinceros
que sus autores puedan haber sido), la noción de una Confederación Europea o
incluso una Federación no es, en sí misma, incompatible con lo que los nazis
tenían en mente. La lección que se desprende de ello no es que la Unión Europea
sea totalitaria por naturaleza, sino que, en cambio, no es incompatible con el
totalitarismo y, por tanto, que el actual déficit democrático que crece con
cada vuelta de la tuerca de la austeridad es un mal presagio para los
demócratas de Europa.
En resumen, una multitud de males puede ocultarse tras el
velo ideológico de una integración europea hecha de arriba a abajo,
especialmente cuando se lleva a cabo en medio de (o incluso por medio de) una
recesión asimétrica y feroz. Por lo tanto, escribo este post de hoy como
un europeísta que desea imaginar Europa como nuestro hogar común, a la vez que
también teme que Europa se deslice hacia un autoritarismo insoportable que
amenaza con convertir nuestro hogar común en un campo de concentración
compartido.
Notas:
[ 1 ] Arthus Seyss–Inquart, ministro de Seguridad y del
Interior en el gobierno nazi posterior a la anexión (Anschluss) de Austria de
1938, y más tarde prefecto de los Países Bajos ocupados. Éste fragmento forma
parte de un discurso a sus súbditos neerlandeses.
[ 2 ] Walther Funk, ministro de Finanzas en el gobierno
de Hitler de 1942.
[ 3 ] Memorando de la Cancillería del Reich, de 9 de
julio de 1940, firmado por Hermann Goering.
[ 4 ] Alberto de Stefani, ministro de Hacienda en el
gobierno de Mussolini de 1941.
[ 5 ] Camillo Pellizi, editor de Civilita Fascista
, en un artículo titulado “La idea de Europa”.
[ 6 ] Cicile von Renthe–Fink, oficial nazi con el rango
diplomático de ministro de Estado, 1943.
[ 7 ] Vidkun Quisling, colaborador nazi noruego, “primer
ministro” de la Noruega ocupada, 1942.
[ 8 ] Adolph Hitler, dirigiéndose al Reichstag en 1936.
[ 9 ] Joseph Goebbels, en 1940.
[ 10 ] Joseph Goebbels, en 1942.
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