Stanley Payne:
“El español medio se ha convertido en un
ser anestesiado y con pocas ambiciones trascendentales”
•Los ciudadanos, aunque se sienten engañados por los
políticos, soportan esta crisis en una relativa calma social. No ocurrió así en
países europeos que atravesaron circunstancias parecidas en el pasado.
•El hispanista Stanley Payne explica cuáles son los resortes
que movilizan a la sociedad y por qué no se activan de momento en España, a
pesar de la recesión, el paro y la corrupción política.
Stanley Payne, prestigioso hispanista e historiador
estadounidense, es un gran conocedor de la Historia de España en el siglo XX
Temas
En otras épocas, las masas hacían acto de presencia.
España fue tierras de grandes revueltas populares a lo largo del siglo XIX y
durante el primer tercio del siglo pasado. Otro tanto sucedió con mayor o menor
intensidad en otros países europeos, como ha descrito el hispanista
estadounidense Stanley Payne (Texas, 1934) en su libro “La Europa
revolucionaria”.
“Hemos llegado al límite”. “Esto está a punto de
estallar”. “Hay que tomar la calle”. Son algunas de las expresiones que
acompañan las malas noticias económicas y los últimos escándalos políticos. Sin
embargo, los años se suceden y da la impresión de que el hastío generalizado no
pasa de las meras palabras.
En un momento en donde la injusticia y los abusos parecen
ser más patentes que nunca, la población soporta estos contratiempos.
¿Qué nos ha cambiado? ¿Es que no somos los mismos
españoles de siempre? Se lo preguntamos a uno de los mejores conocedores de la
Historia de España en el último siglo.
La
gente se pregunta por qué no estalla una revolución social, como pasó en
nuestro país a principios del siglo XX.
Porque estamos en un época muy diferente de aquélla.
Entre los siglos XIX y XX acontecieron en poco tiempo grandes cambios
políticos, sociales, demográficos y tecnológicos. Al juntarse todos ellos
terminaron revolucionando los ánimos de las masas.
Ahora
también hay grandes avances tecnológicos...
Pero no han sido tan fuertes como para movilizar a una
sociedad en la misma medida que lo hicieron las grandes rotativas, la radio o
el telégrafo. Los grandes cambios tecnológicos conocidos desde la muerte de Franco
más bien han conseguido atomizar a los españoles. La implantación del Estado
del Bienestar también ha anestesiado a la sociedad, al igual que ha ocurrido en
otros países desarrollados.
Pero...
¿acaso no vemos ahora un gran descontento social?
Por supuesto que lo hay, y mucho. Pero pasar del
descontento a la rebelión implica atravesar un trecho largo y complicado. En
España, además, el Poder está en manos de una estructura partitocrática
dominada por cuadros políticos, los cuales dificultan cualquier solución a las
reivindicaciones ciudadanas.
¿Cómo
evitar la partitocracia sin caer en una especie de caudillismo “a la italiana”
lleno de “berlusconis” y “beppes grillos”?
Fortaleciendo la sociedad civil, con ciudadanos bien
informados y gran sentido de responsabilidad. Esto no es nada fácil. Italia lo
intentó con la “revolución de los jueces” a principio de los 90. Pero luego
reconstruyó el sistema de partidos con los mismos fallos y defectos del antiguo
sistema.
¿Y
por qué es tan difícil?
Porque la sociedad española está anestesiada por
anti-valores que desmovilizan a la gente: la telebasura, los deportes, el
hedonismo, el consumismo... Con una ciudadanía absorbida por estas realidades
resulta muy complicado que surja una movilización para mejorar las estructuras
políticas. El horizonte vital de la mayor parte de la gente consiste en
disfrutar de la mejor forma posible. El español medio se ha convertido en un
ser anestesiado y con pocas ambiciones trascendentales.
EL
"BUENISMO", LA IDEOLOGÍA MODERNA QUE PROMUEVE EL CONFORMISMO
El
presidente de Metroscopia nos decía (ver entrevista) que el español es menos
apasionado de lo que se piensa. ¿Está de acuerdo?
Sí, es cierto. Es algo que también sorprende a muchos
extranjeros que visitan España. Tienen la imagen del español exaltado de hace
cien años y de la Guerra Civil. Pero aquello se acabó. La cultura se ha
transformado. El español medio actual es un ser sosegado. No pide demasiado;
pide algo, pero no mucho. Es modesto en sus apetitos. Acepta lo que tiene y
trata de disfrutar lo mejor que pueda.
¿Y
las ideologías? En España actuaron como palancas de los grandes movimientos
sociales.
Ahora no hay ideologías nuevas que puedan actuar como
palancas de la sociedad. Si acaso, en España se ha impuesto el “buenismo”, lo
políticamente correcto. Pero este “buenismo” no busca azuzar grandes revueltas,
sino al revés. El buenismo está en contra de las revueltas. Pretende dominar la
sociedad, pero promoviendo conformismo, no revueltas.
¿Un
cambio del sistema electoral puede servir cambiar las cosas?
No totalmente, pero sí sería un primer caso. Las listas
abiertas acortarían las distancias entre votante y diputado, además de aumentar
el pluralismo político. Ahora el diputado está pendiente de lo que opina el
líder que le coloca en las listas, no del ciudadano que le vota.
"El PSOE ha optado por la revolución cultural para
poder diferenciarse el PP", afirma el hispanista Stanley Payne
"LOS
REVOLUCIONARIOS DE HOY NO QUIEREN CAMBIAR ESTRUCTURAS POLÍTICAS, SINO LA
IDENTIDAD INDIVIDUAL"
Parece
que la diferencia entre izquierda y derecha se ha difuminado. Es una crítica
que hacen a PP y PSOE.
Es misma crítica se escuchaba también en la época de la
Restauración borbónica, referida al Partido Conservador y al Partido Liberal.
El PP y el PSOE se diferencian por el papel que cada uno atribuye al Estado en
la economía. El PP quiere que intervenga poco y el PSOE lo contrario. El
problema de estos años de crisis es que ni uno ni otro tienen margen de
maniobra para cambiar la política económica. Como el PSOE necesita
diferenciarse del PP (y no puede hacerlo por la parte económica) se ha volcado
de lleno sobre la revolución cultural.
¿A
qué revolución cultural se refiere?
A cosas como la ideología de género, el ecologismo, el
lobby gay, la hostilidad contra la Iglesia... es decir: en todo lo que sea
incidir en un estilo de vida alternativo al tradicional y cosas así...España se
ha convertido en un país de clase postmodernista. Los radicalismos políticos
casi se han extinguido totalmente. Han sido sustituidos por expresiones de la
revolución cultural, pero sin capacidad de movilizar a las masas.
Esto
me recuerda a lo que decía un político socialista con cierta sorna: “Debemos
darle caña a la la Iglesia porque es lo único que nos queda de rojos”.
Efectivamente, la expresión del nuevo radicalismo
occidental es de tipo cultural. Al contrario de los antiguos revolucionarios
políticos, estos nuevos revolucionarios culturales no pretenden cambiar las
estructuras políticas, sino la identidad individual.
La indignación popular contra la clase política es
patente, pero a diferencia de otras épocas, la mayoría de los españoles no
salen a la calle para manifestar su repulsa .
¿Dónde
han quedado las grandes masas populares que provocaban cambios políticos como
la revolución rusa o la llegada de la II República española?
Han desaparecido totalmente o se han reducido a la mínima
expresión. El movimiento social más importante de la España del siglo XX fue el
anarquismo. Ya casi murió. Tampoco existe en Europa, a excepción de Grecia,
donde aún queda cierta vida anarquista con capacidad de radicalizar las
revueltas de las calles.
"LOS
PAÍSES ÁRABES TIENDEN AL DESPOTISMO POR LA AUSENCIA DE SOCIEDAD CIVIL"
Las
sociedades islámicas parecen estar despertando. ¿Por qué no también las
occidentales?
Es un problema muy distinto. Lo que está ocurriendo en
los países árabes (no me refiero a los islámicos en general, sino a los árabes
en particular) es una reacción contra el despotismo, que es el sistema político
natural al que tienden estos países.
¿Por
qué?
Porque en ellos apenas existe sociedad civil, ni
educación cívica o política. Cuando eliminan el despotismo, los países árabes
tienden a la fragmentación. Y entonces se imponen los islamistas, porque tienen
un mensaje que la gente entiende fácilmente. Pero este mensaje es difícilmente
compatible con el concepto de sociedad civil tal y como lo entendemos en
Occidente.
¿Podrá
Europa integrar la inmigración musulmana?
Supone un desafío enorme. Europa nunca aceptará
costumbres islámicas como la sharía. Los musulmanes tendrán que vivir bajo las
mismas leyes de cada país y, en parte, bajo la misma cultura. El
multiculturalismo no existe. Cada país tiene una cultura cívica única y todos
los ciudadanos deben aceptarla.
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