martes, 18 de octubre de 2011

Te lo cambio, bancos de tiempo, de shopping sin dinero

TE LO CAMBIO

BANCOS DE TIEMPO,  DE SHOPPING SIN DINERO

¿Ir de compras, aprender inglés o tener casa para tus vacaciones sin soltar un euro? El intercambio, los "bancos del tiempo" y el "home for home" lo hacen realidad. La economía alternativa gana terreno. POR ÁNGELES CASTILLO / FOTO: LEWI BROWN

15 de octubre Mujer hoy

• La primera parte del anuncio no llama demasiado la atención, pero ¿y la segunda frase? "Doy clases de piano a cambio de cursos de inglés". O "Hago trabajos de electricidad por una asesoría fiscal". Parece un acuerdo privado entre amigos
o vecinos, pero va mucho más allá. Este tipo de intercambios están coordinados por los llamados "bancos del tiempo". En ellos no podrás hacer una transferencia o pedir un crédito personal. Al menos, no de dinero. Pero sí acudir a la peluquería, participar en un taller de teatro, visitar al dentista o aprender a pintar gratis, siempre y cuando tengas algo que ofrecer. La moneda de cambio es siempre el tiempo, tu tiempo.

¿Cómo funcionan? Tan sencillo como ofrecer un servicio a cambio de otro. Todo empieza con una inscripción y un talonario de determinadas horas, que sirve para pagar y para que te paguen. "Mi hora por tu hora", reza el eslogan del banco de Valladolid. O "Cambia tu tiempo", en el caso del de Logroño.

El banco actúa como mediador, pero no se hace responsable de los servicios que se pueden ofertar. Ah, y por supuesto, está totalmente prohibido aceptar dinero o propinas. Este tipo de iniciativas se reparten por toda España: Madrid, Vigo, Zaragoza, San Javier (Murcia), Valladolid, Málaga, Logroño, Pamplona, Sevilla... y muchas están en manos de ayuntamientos y de universidades. Para estar al día de toda la oferta que incluyen, sus webs te pueden informar. Ahí aparece todo detalladamente.


+ Por encima de todo, hay que cambiar el chip. Porque de nada te servirá el dinero ni la tarjeta. Aquí se habla el lenguaje de los puntos y los créditos. Tal vez no consigas lo que el canadiense Kyle MacDonald, que empezó con un clip rojo y terminó con una casa (gracias al trueque), pero será como abrir el baúl de nunca acabar: ropa, complementos, muebles, etc. Echa un vistazo en tu armario y llévate lo que ya no quieras para cambiarlo.

Hay escaparates a la calle, pero la mayoría dan a internet. La web 2.0 ha dado alas al sistema del trueque. Se ofrecen y se demandan objetos y servicios. Unas veces cerca de casa como Vigotroca, que funciona a nivel local, en Vigo, y otras, la mayo¬ría, lejos. Aparte están las ferias del trueque, mercadillos y los "días sin dinero".

En la calle. Entre las que están a pie de acera destaca Adelita Madrid: trueque urbano en el Palacio de Gaviria (calle Arenal, 9, Madrid) amenizado con performances. La idea es que compartas tu moda. La cita: 18 y 19 de diciembre en La Casa Encendida de la capital (Ronda de Valencia, 2). Con las palabras "Ábrete Sésamo" llegarás a este establecimiento (Noviciado, 9, Madrid) que tiene algo de cueva. Organizan talleres a un precio simbólico y su lema es "Todo se recicla y se intercambia".


En la Red. "Lo que tienes por lo que quieres". Cada portal se presenta a su manera, pero el funcionamiento es parecido. Hay que registrarse, anunciarse, negociar e intercambiar. Puedes hacerlo con objetos, conocimientos, automóviles e, incluso, casas.

+ INFO: www.cambia.es;
 www.truequi.com; www.truequear.com;
 y

TU CASA, POR LA MÍA

Lo hicieron Cameron Diaz y Kate Winslet en la película "The Holiday". Intercambia tus cuatro paredes por una "maison" a orillas del Loira en Francia o una casa entre las azules aguas del mar Egeo (Grecia) o una autocaravana en Oregón (Estados Unidos). Donde tú quieras, o mejor dicho, donde lo consigas. Los primeros en cruzar este umbral fueron un grupo de profesores en los años 50. Bienvenido al nuevo concepto del "home exchange".

Cómo funciona. Apúntate a una de las páginas web que existen y paga la cuota anual
(oscila entre los 60 y los 110 €). Presenta tu casa de la manera más atractiva, cuelga sus mejores fotos y recréate en los detalles. A continuación, haz públicos tus deseos, los países a los que quieres ir, y merodea por ellos en busca de la casa de tus sueños. Una vez localizada, cruza los dedos. Es cuestión de que sus dueños hayan puesto los ojos en la tuya. Si tienes suerte, solo faltará que os pongáis de acuerdo en las fechas.

; www.homeexchange.com  (en inglés)

RENUEVA TU BIBLIOTECA

El "bookcrossing" es ya un clásico del intercambio desde 2001. Se trata de esconder un libro en un lugar público para que otro lo encuentre y vice­versa. Algo así como un juego a lo Sherlock Holmes, pero dejando huella en la web. En Book to Book también puedes intercambiar libros a coste cero sin salir de tu población. Lo mismo sucede en el resto de España si entras en la pági­na LibrosCompartidos.com. Tampoco puedes olvidarte de las librerías de viejo que desde hace tiempo compran, venden y cambian. Una de ellas es Coleccionistas ubicada en el centro de Vigo (C/ Romil, 11).
Cómo funciona. El "book­crossing" se basa en las tres "r" del inglés: "read" (lee el libro), "register" (regístralo, es gratis) y "release" (libéralo si quieres mediante pistas). En Book to Book tienes que registrarte antes de ofrecer y buscar libros. A partir de ahí, es cuestión de suerte (y coin­cidencia). LibrosCompartidos. com funciona por créditos, que se obtienen al enviar libros, por mensajería o intercam­bio directo. En las librerías de viejo tendrás que prepararte para la búsqueda del tesoro.
+ INFO:
UN CUADRO POR COMIDA

+ A Picasso y Modigliani los cuadros les dieron de comer, literalmente. No porque se hicieran de oro con ellos, sino porque los regalaron a cambio de comida. Esta idea, arte por bienes y servicios, la ha retomado la plataforma Art Barter, creada en Londres en 2009.

 ¿Y si se cambia arte por otra cosa? Lo hizo la afamada artista británica Tracey Emin, que cambió uno de sus trabajos por 30 horas de clases de francés, o el estadounidense Jason Dodge, que hizo lo mismo con una de sus obras por disfrutar durante una semana de vacaciones en un castillo escocés.

 A Madrid la experiencia llegó este verano dentro del festival de música y arte Dcode Festival, tras pasar por Londres, Nueva York y Miami, y viajar después a Estambul y Miami. Se prestaron al trueque de su obras Miguel Barceló, Ouka Lele o Javier Mariscal. Y también Pablo Genovés, que finalmente cambió su obra "Superconectores" por disponer durante un año entero de aceite virgen extra y de productos de la huerta.

 Con la misma idea, el grupo Ocio Creativo de Morón de la Frontera (Sevilla) ha lanzado el proyecto "Te lo cambio" para ayudar a artistas locales a difundir sus obras. "El dinero —dicen-- no se lleva. Ahora los intercambios se hacen con "post-it", que es donde se escribe lo que se ofrece a cambio del arte. Una iniciativa similar a la de "Concatenados", de Catenaria, una exposición donde la creatividad se convierte en divisa. Su eslogan: "Intercambio libre. Trae tu obra y llévate otra".


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