Todo católico coherente será víctima
de la ley mordaza LGTBI
Quieren equiparar, con la ley mordaza, la disidencia a la ley, la defensa de que
el hombre es varón o mujer, con el odio.
Don Pedro, sacerdote de Tobarra en la provincia de Albacete, ha sido la nueva víctima de la
censura y de la violencia de ciertos colectivos del lobby LGTBI. Hace unas semanas, desde
la Asociación Enraizados lanzábamos un video que resumía los ataques que la llamada ley
mordaza propuesta por Podemos realiza a los distintos derechos de los ciudadanos.
Con la ley mordaza el objetivo principal es crear miedo en aquellos que no renuncian
a pensar por sí mismos y a manifestarlo en la vida privada y pública con libertad.
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Don Pedro ha tenido a bien, en el sermón de la procesión del Viernes Santo, dedicar unos párrafos
a una de las realidades que hoy en día afectan a sus fieles: la ideología de género.
En concreto estas han siso sus palabras:
“Oímos hablar de la cuestión de género, del no sexismo, de los derechos trans. Detrás de todo
esto hay en primer lugar personas y mucha veces que sufren y que además muchas veces son
tratadas injustamente y eso no puede seguir así.
¿Es la ideología de género la respuesta adecuada a su sufrimiento? ¿Tiene esta ideología base
científica sólida? Con la excusa de defender los justos derechos de la mujer y de reconocer
la llamada expresión sexual, ¿no se está imponiendo una visión sesgada del ser humano,
de la sexualidad, del cuerpo humano y de las relaciones varón-mujer?
“¿Es propio de un sistema democrático imponer una ideología, sancionar la libertad de expresión? ¿No es esto más propio de una dictadura o una Inquisición?”, dijo el sacerdote de Tobarra
La ideología de género se está imponiendo como la única solución posible y se impone sin darnos
cuenta. Esta ideología afirma que no hay diferencias entre varón y mujer, y que el sexo biológico
no afecta para la identidad sexual.
¿No sería mucho mejor guiarse por estudios científicos que existen, valorar las consecuencias
de actuaciones y terapias, y buscar soluciones que no rompan la unidad y la dignidad de las
personas? ¿Es propio de un sistema democrático imponer una ideología, sancionar la libertad
de expresión? ¿No es esto más propio de una dictadura o una Inquisición?”.
Como podrás ver no hay una sola mención despectiva en sus palabras a ningún colectivo.
Sólo una serie de preguntas retóricas que cada quién podía contestar en su conciencia.
La reacción frente a las mismas ha sido la violencia: al día siguiente, Sábado Santo, su casa
aparecía llena de las huellas de huevos lanzados contra la misma por los intolerantes de
siempre y de ahora.
Y la segunda reacción ha sido la cobardía o quizás la falta de sentido común y cristiano
de la Hermandad de Cofradías de la localidad que sin argumentar el porqué afirman
que las palabras del sacerdote son “desafortunadas”. Es un Comunicado a todas luces
timorato, aunque también es verdad que podrían haber tenido una actitud aún más miserable.
Se puede discutir razonablemente, con argumentos, las palabras del señor cura. Se puede discutir,
con argumentos, su oportunidad. Estamos en una sociedad presuntamente democrática
y la libre discusión dialogada a nadie debe asustarle. Tampoco la crítica que siempre
te puede hacer reflexionar y mejorar.
Pero no estamos ante esa situación. Quieren equiparar, con la ley mordaza, la disidencia
a la ley, la defensa de que el hombre es varón o mujer, con el odio.
Y cualquiera que levemente ose discrepar contra ese nuevo becerro de oro tendrá que pasar
por la pasión de la persecución.
¿Estamos dispuestos a ello? Al menos nosotros queremos mostrarle nuestro
agradecimiento al sacerdote de Tobarra. Puedes unirte en nuestra página.
¡¡Feliz Pascua de Resurrección!!