Españoles de a pie <carlos@espanolesdeapie.es>
Nosotros como ciudadanos:
Una vez que la crisis del coronavirus empieza a remitir ya no tenemos que preocuparnos sólo por vencer a la pandemia sino además ver cómo afrontamos sus consecuencias.
Esta crisis ha requerido la toma de decisiones políticas de gran envergadura. Se ha confinado a millones de personas, se ha paralizado toda la actividad económica y se ha tenido que gestionar una crisis sanitaria sin precedentes. Pero si hay un elemento que ha caracterizado la gestión política durante este tiempo, éste ha sido la falta de liderazgo y de capacidad. Se ha actuado lentamente, sin previsión alguna, bajo vaivenes y sin criterio.
Y la razón fundamental es clara; las personas encargadas la gestión de esta crisis no tienen las capacidades ni la experiencia necesarias para afrontarla.
Pedro Sánchez tiene astucia política pero no destaca por su capacidad de dirigir situaciones complejas porque nunca ha tenido que hacerlo, Pablo Iglesias sigue pensando que las soluciones simples y trasnochadas que valen para una tertulia en la facultad pero no funcionan en la realidad e Iván Redondo sabe ganar unas elecciones, pero no tiene experiencia de gestión y sus criterios buscan el bien partidista.
Para que el futuro no sea tan negativo como ha sido el presente, para esta nueva etapa de reconstrucción en medio de las consecuencias de la pandemia, reclamamos un cambio de rumbo.
Las personas que han demostrado que no saben cómo gestionar una crisis no son las adecuadas para afrontar las derivadas que se presentan devastadoras.
No hay precedentes para esta situación y está claro que hoy no contamos en el gobierno con las personas necesarias para sacarnos de ella. Necesitamos que los partidos políticos se pongan de acuerdo de alguna forma excepcional para este momento excepcional, pero con otras personas llevando el timón.
Tenemos que cambiar de rumbo si no queremos que el coronavirus nos postre como país durante muchos meses o años.
Es la hora de dejar de pensar en clave partidista y de pensar en lo mejor para el país, en lo mejor para la gente. De arrimar todos el hombro y de que las personas que hoy nos dirigen sean generosas y den un paso a un lado.
Por el bien de todos, es la hora de un cambio de rumbo.
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