viernes, 11 de enero de 2019

Quieren poner una estatua del demonio en el Acueducto de Segovia. ¡El símbolo de la ciudad! (Enraizados)



Como te contaba la semana pasada, quieren poner una estatua del demonio en el Acueducto de Segovia. ¡El símbolo de la ciudad!
Firma aquí para pararlo: http://enraizados.org/alertas/9885/
(Y si ya has firmado, envía este correo a tus contactos y compártelo en redes sociales).
La semana que viene vamos a entregar las firmas en el Ayuntamiento, junto con la Asociación San Miguel y San Frutos.
Esta asociación nos ha contado que ayer ya querían poner la estatua del demonio en el monumento.
Pero gracias al recurso que han presentado en el juzgado, el asunto está paralizado.
Lo malo es que no sabemos hasta cuándo…
O si lo harán a las bravas.
Por ello, como te digo, la semana que viene vamos a entregar las firmas recogidas. Te iré informando.
Por favor, firma y comparte: http://enraizados.org/alertas/9885/
Muchas gracias por tu apoyo
Un fuerte abrazo,
José Castro Velarde, Enraizados
P.D: Aquí te reenvío el correo que te enviaba hace unos días, por si quieres reenviarlo a tus contactos. En él se explican muy claramente los argumentos que la Asociación San Miguel y San Frutos ha presentado para parar esta barbaridad:

Inocente, el ayuntamiento de la ciudad española de Segovia quiere poner una estatua del diablo al lado del Acueducto.

La Asociación San Miguel y San Frutos ha presentado un recurso en contra de esta barbaridad, el cual ha sido desestimado. Mientras continúan la lucha en los tribunales, vamos a ayudarles.




Vamos a demostrar al ayuntamiento que hay mucha gente en contra de la colocación de esta estatua en el monumento más emblemático de la ciudad. Firma

Estos son los argumentos que esgrimen desde la Asociación:

1. La obra que el Ayuntamiento de Segovia pretende instalar en la calle San Juan de Segovia, representando la figura del diablo, con el nombre de SEGODEVS, AQVAEDVCTI ARTIFEX, resulta contraria a los valores cristianos y al derecho de libertad religiosa, en cuanto que no respeta las creencias cristianas, e incluso impone como oficial, desde el Ayuntamiento, a un nuevo "dios de Segovia" (Segodeus), en la medida en que el nombre otorgado a la estatua, en latín, tiene ese sentido sugerido o evocado.

2. No respeta el patrimonio cultural inmaterial, ya que traiciona el sentido de la leyenda del Acueducto de Segovia. En la leyenda, el diablo aparece vencido y no triunfante, ni gracioso o bonachón ni con un teléfono móvil en la mano, como nos dicen que se le va a representar en la estatua, lo que nada tiene que ver con la leyenda.

3. No respeta los valores democráticos, ya que se impone por el Ayuntamiento la instalación, sin haber consultado a los ciudadanos, sin haberse sometido al pleno, sin un concurso público, y sin tener en cuenta la oposición manifestada por los ciudadanos con numerosas firmas en contra.



4. No respeta las normas de contratación. Se infringen los principios informadores de la contratación del sector público: publicidad, transparencia, concurrencia, igualdad y no discriminación (art. 1 LCSP), y concurre incluso falta de competencia por parte de la Junta de Gobierno Local, pues, al tratarse de la instalación de una figura que conlleva obligaciones para el Ayuntamiento durante más de 70 años, la decisión debe ser sometida al acuerdo del pleno.

5. El Ayuntamiento no recibe todos los derechos patrimoniales de la estatua, ya que la donación reflejada en la Junta de Gobierno local solo se refiere a una fundición, con la obligación del Ayuntamiento de no donarla, ni venderla, por lo que se está favoreciendo a ese autor, sobre otros, al corresponderle por la Ley de Propiedad Intelectual los derechos de explotación de la estatua. 
Lo habitual es que en los pliegos de condiciones para la adquisición de una estatua por un Ayuntamiento se incluya los derechos patrimoniales en favor del organismo público; de lo contrario, se estaría utilizando un espacio público para enriquecimiento o beneficio de un particular.

6. IMPONE CARGAS a gobierno futuros, y a los segovianos durante más de 70 años.
Si se permite la instalación de la estatua, al tratarse de una obra original, y diseñada expresamente para ese espacio público, se estaría imponiendo la carga al Ayuntamiento de Segovia de tener que mantener esa obra en ese sitio, a futuros equipos de gobierno, mientras viva el autor, y durante 70 años más, quedando al arbitrio del autor permitir o no su modificación (sin el consentimiento del autor, solo podría cambiarse de sitio, previa acreditación de interés público e indemnización en favor del autor).

7. No respeta la autenticidad e integridad de los bienes de interés cultural. La zona en la que pretende instalarse la estatua, el pretil de la calle San Juan, en la zona más alta, en la curva, está dentro del entorno protegido por BIC Casa Marqués de Lozoya y por el entorno BIC Murallas de Segovia. Tal estatua desfiguraría su entorno y afectaría de forma negativa a la imagen y autenticidad de la Casa Marqués de Lozoya y del entorno de la antigua Puerta de San Juan en la que quedaría enclavado, alterando incluso el paisaje que puede observarse de las torres de las Iglesias de San Justo y El Salvador, que se contemplan sin ningún obstáculo desde ese mirador en la actualidad, alterando igualmente su uso y función.


Muchas gracias. Recibe un fuerte abrazo,
José Castro Velarde, Enraizados

P.D: “Segodeus”. Es decir, quieren que el dios de Segovia sea el diablo. Y que la ciudad no sea conocida por su maravilloso acueducto sino por un diablo con un móvil en la mano. Increíble, pero cierto. Firma ahora, te llevará un minuto.


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«Una verdad incómoda» ( Juan Manuel de Prada)


«Una verdad incómoda»


 por Juan Manuel de Prada para el periódico ABC, artículo publicado el 5/I/2019.
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Quien verdaderamente quiera combatir las violencias perpetradas contra las mujeres tiene que empezar por combatir las violencias que la mentira perpetra en nuestra razón, oscurecida por pescadores en río revuelto.

Cuando los medios de adoctrinamiento de masas y sus corifeos repiten como discos rayados que sólo una parte infinitesimal de las denuncias por «violencia de género» son falsas están mintiendo burdamente. Como sabe cualquier persona que trabaje en la administración de justicia, las denuncias falsas (por este o por cualquier otro delito) son tristemente numerosas; porque también son numerosas las personas obcecadas o aviesas o pérfidamente asesoradas que tratan de engañar a los jueces, para infligir un daño a otras personas a las que odian. La Fiscalía General del Estado ha divulgado una estadística en la que las denuncias falsas por «violencia de género» quedan reducidas a un irrisorio porcentaje infinitesimal; pero tal porcentaje se refiere a los casos obscenamente flagrantes en los que, después de probarse la falsedad de la denuncia, la denunciante es acusada, juzgada y condenada en firme. Y lo cierto es que la acusación pública sólo abre este tipo de procesos penales en casos extremos y excepcionalísimos; habitualmente, lo que hace es sobreseer o archivar discretamente tales denuncias, o bien concluir con sentencias absolutorias, para evitarse problemas. Una actitud que, desde luego, resultaría inaceptable en un país donde la acusación pública no estuviese sometida a las directrices del poder político y donde el miedo no campase por sus fueros.

Estas denuncias falsas por «violencia de género» se utilizan torticeramente para agilizar los procesos de separación y divorcio, que así abandonan los juzgados de familia y se derivan hacia juzgados especiales (que, en puridad, son tribunales de excepción). Antes de que los denunciados hayan sido juzgados, se les aplican medidas cautelares muy gravosas, se les obliga a abandonar el domicilio familiar, se les imponen órdenes de alejamiento familiar, pierden la custodia de sus hijos… Se conculca, en fin, su presunción de inocencia y se invierte la carga de la prueba, a la vez que se arruinan muchas vidas. Y estas ruinas vitales engendran más violencia; pues todos estos expolios y oprobios que se arrojan sobre miles de hombres inocentes los envilecen de odio y resentimiento. Pero de tales calamidades no se habla en los medios de adoctrinamiento de masas.

Y todo esto ocurre porque, al cobijo de una ley abusiva, muchos abogados alimañescos inducen a las mujeres que recurren a sus servicios a interponer denuncias falsas, con el vil propósito de utilizarlas como espada de Damocles contra la otra parte en la negociación de los divorcios. O con propósitos aún más abyectos. Pues detrás de estos abogados alimañescos nos encontramos a menudo con asociaciones protervas convertidas en maquinarias de recolección de subvenciones. Y tales subvenciones, abastecidas por el Fondo Social Europeo, se reparten con una serie de criterios entre los que se cuenta el número de denuncias interpuestas. Como yo mismo he tenido ocasión de comprobar el modus operandi de estas asociaciones protervas y abogados alimañescos, no necesito que nadie me lo cuente.

Las mujeres sólo serán genuinamente protegidas de los desalmados que las vejan, maltratan o asesinan cuando quienes trafican con su dolor sean desenmascarados. Hay verdades muy incómodas, ciertamente. Pero sólo la verdad nos hace libres.