El 9 de noviembre es la festividad de Nuestra Señora de la Almudena, patrona de Madrid y titular de la catedral capitalina, la única puesta en marcha durante el siglo XX.
Al tiempo, ese mismo día se cumplen 30 años de la destrucción del Muro de Berlín, símbolo del leninismo, aunque lo cierto es que el comunismo no cayó en la capital germana sino en Roma y en Gdansk, donde el Papa polaco Juan Pablo II y el sindicalista Lech Walesa, tumbaron al más cruel imperio de la era moderna y cuyo nexo era, como asegura el autor de archipiélago Gulag, Aleksandr Isáyevich Solzhenitsyn (Alex para los amigos) una “gran mentira”.
Bueno, ellos dos solitos con ayuda del Cielo y, aquí en la tierra, ciertamente, alguna ayuda, aunque mínima y colateral, de un tal Ronald Reagan.
Coincide con la Festividad de la Virgen de la Almudena patrona de Madrid. Algo más que una coincidencia
La caída del comunismo era una de las promesas de Nuestra Señora a los videntes de Fátima, Lucía, Jacinta y Francisco. Hasta Juan Pablo II no se cumplieron las condiciones de consagración que la Virgen había solicitado en Fátima… y cinco años después, en 1989, el muro se derrumba y con el régimen comunista, en Europa, una tiranía que para mantenerse en el poder se ha travestido de demócrata y nos han salido, por ejemplo, Nicolás Maduro o Pablo Iglesias.
En cualquier caso, la coincidencia entre ambas festividades a lo mejor es algo más que una coincidencia.