viernes, 13 de diciembre de 2019

Religión y sexo




Religión y sexo
La religión es la causa principal de la opresión del ser humano y, sobre todo, dicen las feministas radicales, de la mujer, y los cristianos somos para ellas “fundamentantalistas”, asegura Begoña García Zapata.
El teólogo Juan José Pérez Soba explica que para comprender la ética puritanase puede representar esta ecuación: Dios = moral = prohibición = represión sexual “A pesar de la pobreza antropológica del fundamento de esta ideología (de ‘género’), ha sabido presentarse hábilmente mediante unos puntos de referencia que han alcanzado una gran aceptación en los foros internacionales y desde estos extenderse a toda la sociedad, lamenta.
Juan Claudio Sanahuja denuncia, por su parte, que la ideología de ‘género’ se ha convertido en la principal enemiga del orden natural y, por tanto, del cristianismo. “El plan de ingeniería social impuesto por las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, que se desarrolla sin pausa -advierte el ya fallecido sacerdote- tiene como objetivo imponer esa ideología a cualquier precio en las legislaciones nacionales: el nuevo derecho fundado en el género constituye una amenaza para toda nuestra civilización”.
Como vemos, la destrucción de los valores de occidente, de la Iglesia -como barrera de contención- y de la familia, según los postulados -bien implantados ya en España a través de leyes -al dictado de los grupos LGTBI para los políticos-, pasa por deglutir poco a poco (en España más bien a marchas forzadas, según se puede constatar) hasta la más extrema aberración, como, por ejemplo, la aceptación de la pedofilia, legitimada por feministas radicales como Firestone, Millet, etc.
Destaca el politólogo argentino Agustín Laje que la propia Simone de Beauvoir, cuatro meses antes del surgimiento del Frente de Liberación de los Pedófilos en Francia, firmaba un artículo pagado en el diario ‘Le Monde’ en favor de la libertad de tres pedófilos que estaban compareciendo ante la justicia por mantener relaciones sexuales con niños y producir pornografía infantil: “Tres años de prisión por unas caricias y unos besos, ¡ya basta!”.
De hecho, Laje explica que las teóricas feministas también reivindican el incesto y cita a Shulamith Firestone, quien recomienda que para que los niños no crezcan reprimidos sexualmente, sean los padres quienes los inicien en la vida sexual. De hecho, sostiene Laje, la feminista radical recomienda que la primera felación del niño sea practicada por su propia madre.
“En efecto, no hay forma más efectiva de destruir la cultura y la familia que haciendo de la pedofilia y del incesto conductas apropiadas”, dice el escritor.
La familia tradicional debe desaparecer, la monogamia es una atadura y los hijos no deben ser de los padres sino del Estado (adoctrinamiento de menores que denuncia constantemente HazteOír).
Y por supuesto la religión es un impedimento para la consecución de todo esto y no seduce (mola) nada a nuestros jóvenes que se les hable de los valores de occidente, de una educación en valores.
Pablo Iglesias quiere ser vicepresidente para tener poder político, pero en su cabeza está la destrucción cultural, que no se te olvide.

¡Adiós iglesia y adiós religión! Del sexo, prefiero no hablar en público…