domingo, 23 de junio de 2019

La Sexta y Tele5 se escandalizan por la pornografía


12 de junio de 2019, San Onofre, San León III, San Gaspar Luis Bertoni
La repugnante hipocresía de los medios : la sexta cadena y Tele5 difunden la noticia de que los críos empiezan a consumir pornografía cada vez más pronto y se muestran alarmadas, escandalizadas. ¡Manda trillos!
Pero antes de echar un vistazo a las brujas mediáticas disfrazadas de hadas buenas, permíteme reproducir el mensaje que desde ayer se está difundiendo por WhatsApp. Se refiere a este ataque:
Este es el motivo por el que tal vez tengas problemas desde ayer para acceder a la página de Actuall y también a la web de HazteOir.org.
Ignacio Arsuaga:
“No tenemos miedo y seguiremos luchando fervientemente por la vida, la familia y las libertades. Que nos ataquen quiere decir que vamos por buen camino; que estamos despertando las conciencias de los ciudadanos y lo más importante, que los que quieren imponernos el pensamiento único, en realidad, nos tienen miedo."
Desde HO se trabaja para superar este nuevo ataque contra la libertad de pensamiento, opinión y expresión y contra la libre difusión de todas las ideas legítimas y democráticas.
Mientras tanto vamos a por otras brujas, y esta vez no se trata de bandoleros  informáticos sino de cínicos mediáticos.
Los grandes grupos de comunicación del todo vale, de la educación “inclusiva” como pago a los lobbies del régimen, de la eutanasia como solución final al presupuesto de Sanidad, del aborto como método anticonceptivo, rasgan sus hipócritas vestiduras.
Atresmedia (La Sexta, Antena 3, Globomedia, Mediapro, Neox, Nova, Mega, Atreseries, Onda Cero) y Mediaset (Tele5, Cuatro) denuncian el consumo infantil de pornografía sin sonrojarse.
Pero no solo exhiben su impúdico cinismo los medios de comunicación, principal vía de “educación” de demasiados niños. Frente a su hipocresía, la del Estado, el Ministerio de Educación y los partidos “progresistas” (no todos de izquierdas, como bien sabes) que, tras décadas de imponer modelos educativos que hipersexualizan a los niños desde edades bien tempranas con el pretexto de la educación sexual, la igualdad, la no discriminación y demás cháchara políticamente correcta, callan ante este, su único resultado: el consumo precoz de pornografía.
“Debemos aceptar ya que la principal fuente de educación sexual de nuestra juventud es la pornografía. Lo es sobre todo para los chicos: un 87 % de ellos ve este tipo de material.” (¿Qué hacer cuando la pornografía educa a nuestros hijos?)
Los niños “educándose” a través de la pornografía es otro más de los síntomas que señalan el fracaso del sistema educativo, cuyos resultados señalan exactamente lo contrario de lo que supuestamente persiguen: se anuncia la igualdad y la diversidad y se cosecha la multiplicación del fracaso escolar o el aumento del machismo entre los más jóvenes.
Según datos del I Informe Jóvenes y Género, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, el 56% de jóvenes defiende posiciones machistas.
Las agresiones calificadas de machistas que más crecen se dan precisamente entre los más jóvenes, según informa La Sexta y su infinito cinismo: Las agresiones machistas entre adolescentes aumentan un 682% en menos de siete años.”
Pero tranquilos, que no dejarán que la realidad ponga en evidencia los dogmas progres. Los sucesivos gobiernos y sus respectivos ministros de Educación seguirán impartiendo los mismos “valores” de igualdad y diversidad, de feminismo y diálogo que nos han conducido a que los niños empiecen a consumir pornografía y a agredir a las mujeres a edades cada vez más tempranas.
En el siglo XXI matar es un negocio
El negocio de matar. No, no es en absoluto el título de una peli, ni una frase más o menos provocadora. Cuando hablamos del negocio del aborto, nos referimos a cosas como esta: anuncio a toda página en The New York Times. Gran titular:
“No prohíban la igualdad.
Es hora de que las empresas defiendan la salud reproductiva”
¿Qué están anunciando? Esto:
“La restricción del acceso a la atención reproductiva integral, incluido el aborto, amenaza la salud, la independencia y la estabilidad económica de nuestros empleados y clientes.”
¿Quiénes lo están anunciando? Empresas como Bloomberg, H&M, Twitter, The Body Shop, Zendesk y muchas otras (la lista completa aquí).
Todas ellas ponen sus recursos económicos, publicitarios y mediáticos al servicio del aborto, en apoyo de Planned Parenthood.
Estas grandes empresas se unen así a la campaña abortista que ya están desarrollando las mayores compañías de Hollywood:
“A finales de mayo Disney, WarnerMedia y NBCUniversal siguieron a Netflix al aclarar que si la ley ‘del primer latido’ aprobada en Georgia entra en vigor el 1 de enero de 2020, ellos retirarían sus producciones del Estado conocido como el ‘Hollywood del Sur’, donde se graban muchas películas y series por ofrecer suculentos incentivos fiscales.” (Decenas de empresarios se unen contra las leyes antiabortistas en Estados Unidos)
¿Nos vamos enterando? El aborto es un negocio. En Estados Unidos y aquí. En todas partes. Y detrás de los defensores del derecho a matar embriones humanos hay una inmensa bolsa de billetes.
La cita
John Gray, catedrático emérito de Pensamiento Europeo en la London School of Economics:
“Según la mentalidad actual, el hecho de que un objetivo sea imposible de alcanzar no es motivo para no intentarlo. Más bien todo lo contrario. Los sueños imposibles —nos dicen innumerables predicadores laicos— hacen a los seres humanos únicos y especiales. En esta religión moderna, aceptar cualquier límite último al poder humano es el peor de los pecados. En consecuencia, el pensamiento mágico —que descansa sobre la creencia en la omnipotencia de la voluntad humana— es obligatorio. El pensamiento realista, sin embargo, está prácticamente extinguido.”
Y la imagen
José María Nieto:
¿Te puedo proponer un plan? Cada vez que pases con delante de un abortorio, recuerda el dinero que hay detrás del negocio de matar embriones humanos y coméntalo con al menos una persona. Igual parece una tontería, pero te aseguro que muchas pequeñas tonterías como esta harán una España mejor.
¡Si Dios quiere!